Una aberración colectiva

-Posición de la Dispensación de las Vísperas del Advenimiento del Milenio de Paz ante los abominables casos de abusos de menores en el seno de la Iglesia Católica-

Sobre el abuso de un solo menor acaecido bajo el usufructuar de una autoridad religiosa hay ya una condena unánime que no puede hallar complicidad bajo pretexto alguno… al menos así debiera ser en una sociedad decente y con un sentido digno del respeto entre las personas. Ante cientos de casos de perversión comprobados en el trascurso del tiempo, en un radio de acontecimientos que no deja libre ningún rincón del mundo en donde una institución religiosa ejerce su influencia… cabría solamente el desprestigio y el rechazo, la condena moral y la renuncia de los miembros coherentes que no transan su fe y su amor a Dios.

El informe Ryan lanzó duras críticas contra la jerarquía católica irlandesa, a la que acusó de pasividad ante los abusos a niños cometidos por individuos reincidentes.

Los Hermanos Cristianos, la orden católica más denunciada en el informe sobre abusos sexuales a menores en Irlanda

Hablamos de niños y niñas inocentes que podrían ser nuestros hijos e hijas; nos referimos a esa inocencia amadísima por JesúsCristo. Y la maldad en este caso proviene del seno más arraigado de una vertiente política-religiosa-cultural histórica y tradicional. Sin embargo, no se mueve una hoja de este viejo árbol. Las palabras de aparente crítica y reconocimiento no alcanzan a medidas de fondo ni análisis valientes. Ahora es Irlanda la ofendida por la acción de 250 curas, obispos y monjas que por 60 años violaron y sodomizaron a 35 mil personas menores de edad, muchas de ellas huérfanas e incapacitadas. Si esto mismo se descubriera en un partido político, éste cierra sus puertas y sufre el castigo del olvido; si pasara en un gobierno éste caería en 24 horas; pero sucede en la mayor iglesia del cristianismo institucional, y no pasa a mayores, y como en Chicago quizás todo se resuelva con el pago de muchos millones a las víctimas.

Una foto provista por el diario del Vaticano Osservatore Romano, el papa Benedicto XVI, al fondo en el centro, recibe a obispos irlandeses en el Vaticano el lunes 15 de febrero de 2010.

Pero Dios existe. No como ellos creen y predican, sino como Dios Es. En tanto uno a uno irán pasando ante la balanza de la Justicia Divina, mientras aquí en este mundo quienes somos Discípulos del Cristo Vivo no podemos callar y debemos separar al creyente de a pie que no alcanza a entender la gravedad de este mal, de esa palaciega institucionalidad política- religiosa que está siempre pronta para criticar el liberalismo de otros, pero con la propia maldad y aberración lanza palabras que no cambian el fondo del mal, y para nada dignifica a las víctimas, sino que las vuelve a hundir en el fango del oprobio y la ofensa. Esta incongruencia debe llevar al creyente a colocar su Fe en Dios fuera de las prácticas perniciosas y enfermizas de cientos de miembros del sacerdocio de la apostasía. Y en esto todo creyente honesto debe partir de una base esencial: si un degenerado persiste entre los ‘buenos’, entonces los ‘buenos’ son cómplices del degenerado; si cientos de degenerados pululan entre los ‘buenos’… ¿dónde está la bondad? Porque lo último que escuchamos de voces autorizadas de la iglesia de la perversión es que los desviados deben asumir personalmente su error, porque estos ‘errores’ son ‘personales’. Entiéndase: si el Padre Pio fue santo aún bajo la incomprensión de la iglesia de su tiempo, pero luego seguido por miles… entonces lo personal, individual, es de la iglesia, y hace santa a la institución. Pero si cientos de curas y altos miembros son enfermos y aberrantes y actúan por años bajo las narices de las autoridades institucionales… ¡ah, entonces el asunto es de cada persona y no involucra a la iglesia!

Una de las víctimas muestra su enojo al denegarsele la entrada a la sala donde fue presentada la acusación. REUTERS

A este punto el asunto no es del cerdo que en su obesidad y desquicio quiere seguir cebando en su maldad, sino de quienes dan apoyo y sostén al monstruo, y lo adornan con tul y encajes, estolas y justificaciones… parafernalia que tan bien hacen los felices esclavos y los parias.

No acaso ha descendido Una Dispensación: porque una Dispensación del Reino desciende solamente cuando el Hombre está perdido y la Ley de Dios está siendo sepultada peligrosamente. Y esta Dispensación no fomenta nuevas iglesias, ni condena a priori las viejas estructuras, sino que llama a los Creyentes a Consagrarse directamente con el Sumo Sacerdote Celestial, el Cual ha plantado su Gobierno para este Tiempo, en aras del Tiempo que viene: El Cristo Dios está cimentando su Poder ahora, en esta Tierra, y no hay iglesia o religión que reemplace o sustituya Su Presencia Viva y Actuante. Esa es la Dispensación que ha descendido y que está abierta para todo hombre y mujer de Fe que quiera ser Libre en la Verdad de Cristo.

Y en esta Dispensación los niños y niñas son ángeles, son bendecidos por Mano de Cristo, son sus predilectos… y desde esta visión de Cristo vemos como el demonio induce a romper esta belleza del Padre Dios, y estos actos satánicos, que ocasionan tanto mal a inocentes niños y niñas y causan traumas para su familia, son una perversión diabólica que bajo ninguna razón política o conveniencia institucional, o falsa misericordia, se puede aceptar y tolerar. Pero no seremos nosotros, Discípulos del Cristo Vivo, a condenarlos ¡No tenemos el Juicio como herramienta de Consagración! Pero deben saber que ya están condenados, por la Ley del Dios Vivo… de eternidad en eternidad… ¡Oráculo del Señor!

 

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