33: ¿POR QUÉ CHILE?

Para quienes hemos recibido, en las Montañas del Valle de Aconcagua, la Magna presencia del Dios Vivo, no podemos extrañarnos ante los modos de Dios… su mensaje de vida proclama al Hombre, desde el Sur del Mundo, que Su Potestad emana desde este punto del Globo… porque aquí ha Descendido la Dispensación de las Vísperas del Milenio de Paz.

Desde el 21 del 12 de 1991 el Cristo Dios ha descendido sobre Los Suyos para proclamar su Ley, una Ley que Ordena a los creyentes y los insta a Consagrarse.

El Cristo Vivo cuya Voz es Autoridad se ha presentado tangible y en Gloria en los cerros cordilleranos de Chile para avisar al Hombre que el tiempo de Tribulación ya ha descendido sobre este Mundo, desde 1984; que los estertores del viejo tiempo culminarán el año 2012; que se inician desde ése año los 64 años de Mutación y Transformación que separarán a dos generaciones: la del Milenio de Paz, y la generación de perdición.

Declara el Cristo Vivo que debe existir un Orden en las Mayordomías de las Casas de los Hombres, y con esto se refiere a las iglesias de los Hombres, y define que: ‘hay Mayordomías hechas a sí mismas, y las hay para el mundo y potestades que no son Mías… y las hay que a su vez se hallan bajo Mayordomía de instancias celestiales, no por mérito de santidad, sino por Gracia del Cielo para salvación de los suyos’ En su Misericordia el Cristo Dios establece entonces: ‘que toda Casa de los Hombres puede entrar en el Orden de la Casa de Cristo si toma sobre sí Mis Mandamientos y esta Ley como parte indivisible del Sempiterno Evangelio’ Y agrega: ‘Mas, los nuevos Consagrados, la generación santa, no se una en Casa de Hombres, sino bajo Mi Directo Gobierno, según la Orden Perpetua del Sacerdocio de Melquisedec’.

Los Siete Libros de la Ley de Consagración descendieron en Julio de 1997. La presencia Viva del Cristo Dios puso Su Sello sobre esta Revelación, y por Fuego del Espíritu Santo fue declarada vigente para el Tiempo de las Vísperas del Milenio de Paz.

La Ley declarada por Voz y Gloria del Cristo Vivo no se opone a los Evangelios, sino que los refuerza y vigoriza. Declara el Cristo que Gobierna que Él es el Verbo Dios: Dios desde siempre, el Alfa y Omega de la Creación de Dios Padre. Que es Él el Dios de los Hombres y de los Ángeles, y nadie ha conocido otro Dios verdadero más que Él, y que todo Orden Divino lo tiene a Él por Elohim Mayor y Autoridad Suprema.

Nos aclara que la Salvación de la Caída Cainita nunca estuvo en la cruz y la muerte del cuerpo de Jesús, sino en los Hechos de los Tres Días, en los cuales Él, el Cristo Dios, habiendo pasado por la Carne, en Jesús, descendió a los Abismos y combatió en los Infiernos: y la muerte que yacía bajo potestad infernal fue arrancada de las fauces luciferinas y fue entregada a Potestades del Orden Celestial; en modo que ahora el Hombre tuviera Medida según sus frutos, y adquiriera vida luego de la muerte en la carne, y nunca pasara por la muerte cuan ley de eternas deudas. Impone, Nuestro Dios Victorioso, la Ley de Resurrección: despierta a la Generación de Abel dormida en el sueño de los santos y la eleva a la Derecha de su Reino, y desde entonces todo aquel que haga La Voluntad del Padre, y que acepte ser Conducido por el Cristo Dios hasta la alta Instancia del Padre… será recibido en la Derecha del Reino. Luego, nos devela el Cristo que es Dios, retoma presencia ante Los Suyos por cuarenta días… y visita sus otras ovejas… los restos de la Generación de Abel repartidos por el Orbe. Por último, su Ascenso abrirá el Tiempo de Amnistía y Rehabilitación… el Meridiano de los Tiempos… cuya señal mayor (Dispensación) es la Potestad del Espíritu Santo sobre el Espíritu del Hombre, siendo esta Fuerza el Magisterio del Reino de Dios y el centro de todo poder del Nuevo Sacerdocio.

La Salvación se verifica con los Hechos de los Tres Días, con los Hechos de los Cuarenta Días (cuyo contenido nunca ha sido revelado al Mundo) y con la Gran Bendición de la Dispensación del Espíritu Santo. El nuevo Templo que JesúsCristo prometió alzar en tres días se cumplió a plenitud: el Espíritu en el Hombre, su obediencia al Espíritu Santo, la Conducción del Cristo Dios y la meta fundamental de llegar al Padre… es el Templo y el Camino de Salvación que eleva y transforma al Hombre.

Este Orden nos coloca ante un objetivo: alcanzar la Voluntad del Padre para ser Dignos de pertenecer al Reino de Dios. Nadie lo logrará sin la Conducción de Cristo. Nada es posible sin Inducción y Vida de y con el Espíritu Santo. Y el Nuevo Sacerdocio no puede ser del Mundo, para cosas mundanas: sino para Comunidad de Consagrados con sentido Espiritual, de Fe, en donde los Hombres se aman y no se poseen unos a otros, teniendo todos a Cristo por único Dios Conductor y Guía.

El Cristo Vivo nos ha declarado que el Mal que carcome al Hombre de las Casas y Mayordomías en el Mundo (Iglesias) es la Apostasía. Sabemos por su Enseñanza que Apostasía es la negación de Cristo en el nombre de Jesús, Jesucristo, o tomando este nombre en Vano y para planes que no son de Dios. Nos ha alertado sobre la trampa del dinero: ha establecido en su Ley los modos de tener relación con este pequeño poder del Mundo. Su Ley enfatiza lo vital de la Familia en la Consagración, y cuestiona las pertenencias de lazos carnales fuera de la Fe y la Consagración ya que éstas están contaminadas con males graves que hunden al Hombre. Entrega muchas indicaciones sobre el matrimonio y abre la Revelación de las Nupcias como Plan de deidad.

Cristo, el Dios de los Hombres buenos, el Dios de la Fe que mueve montañas, estuvo presente en el rescate de los 33 mineros en Copiapó. Su Mano movió los elementos para favorecer el resultado logrado, pero su objetivo es y era dirigir mil millones de miradas sobre Chile… Porque aquí ha sido declarada la Ley de Consagración; aquí ha descendido el Orden para las Casas y Mayordomías (iglesias); aquí ha sido establecido el Camino Ascendente de los Nuevos Hijos de Dios… los Agentes del Reino… y desde Chile se avisa el Cambio que está por manifestarse en su Salto de Transformación más vital.

 En el cielo de las Montañas del Valle de Aconcagua brillaron luces enceguecedoras, y se abrió ante ojos humanos la puerta del Reino, y muchas herramientas sagradas, y Llaves, y Dones han sido consignados bajo Mayordomía por este Dios de Amor y Justicia que avisa a los Hombres que el Día del Cambio está vigente, presente y cercano. Sabemos que muchos cristianos y personas de Fe en el Cristo Poderoso esperan la concreción de un aviso que por años ha circulado en los Espíritus elevados en Oración y Meditación: que en el Sur del Mundo nacerá el Nuevo Inicio, y se abrirán los umbrales del Milenio de Paz por donde el Cristo Vivo se manifestará… Bien, ese día ha sido ya en Chile. Las puertas están abiertas. Ahora, cada persona debe Discernir con Oración, con Fe y con Alabanza ante Dios, tomando la Biblia, sobre esta verdad y realidad; pida una Palabra a Dios con humildad y corazón sereno, y que sea Dios quien revele a Ud. si estos hechos realmente acontecieron, y si la Ley de Cristo para sus Consagrados es verdadera… Y por Testimonio de Fe tenga Ud. la certeza de que una magnífica realidad ha descendida en Chile… para todo Hombre de Fe y Buena Voluntad.

Por nuestra parte, Sacerdotes de la Dispensación del Reino, estamos abiertos y dispuestos a entregar a los mayordomos (pastores, guías, lideres) de las casas de los Hombres aquello que nos es permitido entregar, siempre en un marco de respeto, de humildad ante Dios. La Ley de Consagración es Palabra de Cristo para las Casas y Mayordomías ya existentes, y para las que quieran constituirse en la forma que Cristo señala. Y nuestro deber llega hasta la entrega de la Revelación y la Ley, y no tenemos autoridad para intervenir en los procesos internos de las iglesias o estamentos religiosos que tomen la Ley de Cristo. Se establece una autoridad espiritual, no orgánica, que debe ser Discernida por Espíritu Santo para comprender su rol y real potestad.

Y para el creyente sin iglesia: abrimos los Cuerpos de Consagrados, en este Camino de Consagración y Sabiduría, para que comiencen a aprender la Vida del Consagrado en Camino al Padre.

Muchos Hechos han sucedido en Chile en estos últimos 19 años, sin que el Mundo sepa, ni sean informados los poderosos de este Mundo. Mas, nada, absolutamente nada de lo sagrado que ha sido Revelado es para competencias mundanas, o para seguir en esta confusión humana de las religiones de Hombres: ahora todo Hombre de Fe puede ponerse bajo la Potestad del Cristo Vivo y caminar hacia el Padre… porque muchos dirán que han creído, que han hecho mandas y rituales, que le han rezado a imágenes, que fueron ordenados en su culto, que estudiaron cien veces la Biblia, que asistieron a enfermos, o trataron de ser buenos cristianos u Hombres Logrados… pero quién no Ponga por Obra la Voluntad del Padre, no entrará al Reino de Dios.

La Voluntad del Padre, que es Espíritu, solamente vive en nosotros, y nosotros somos la acción del Plan del Padre, si somos conducidos por el Cristo Dios y si pertenecemos a Su Casa… una Casa Celestial, y no una casa mundana, del Mundo, o de Hombres para asuntos de Hombres ‘en el nombre de Dios’.

La santidad, el santo, para el Cristo Vivo, es: ‘aquel que llega por Mí hasta la Suprema Alianza con el Padre’. Ningún Hombre o Casa de Hombres tiene potestad para nominar santos o santas, sino El que es Santo por Siempre.

Ahora bien, Dios hace las cosas de manera misteriosa: La Sabiduría del Espíritu Santo nos enseña que JesúsCristo pregunta a Pedro tres veces si lo ama; prevé que Pedro le negará tres veces; avisa que estará tres días en el vientre de la bestia, como Jonás; al tercer día de la muerte carnal de Jesús inicia el Plan de Salvación; enfrenta los 12 días de martirio por la causa de Caín a sus 33 años; se sabe de la vida de Jesús hasta los 12 años; 12 fueron sus discípulos israelitas varones; en la aparición a los suyos que pescaban les hace tirar la red y logran aferrar 153 peces; les da de comer a cinco mil de siete peces y tres panes; luego hace lo mismo con cuatro mil; para repartir los divide en grupos de 50 y de 100; pregunta luego a los suyos ¿Cuántas cestas de pan sobraron de ambas reparticiones? 19 en total, y demanda ¿Cómo no se dan cuenta que Yo no hablo de panes?

¿Cómo logramos entender este lenguaje y el significado de los números? Primero aceptando que quién habla es Dios, no un Hombre, sino Dios, con imágenes y formas que son divinas, no humanas. Eso nos obliga a entrar en el único Magisterio que nos develará este idioma: el Espíritu Santo. Nadie accede al Magisterio de Dios sino por Espíritu.

Hay una fórmula en el lenguaje divino: un número se repite tres veces, y eso marca un ‘estado’, no un hecho, no un mensaje, sino ‘un estado’, es decir: el paso de una realidad a otra. Eso explica porque 666 es la marca de la bestia. Si sabemos el significado del 6 sabremos el ’estado’ que representa tres veces 6. Ahora, 33 es dos veces tres, suma 6. Falta un tres para que el significado de tres se verifique como un ‘estado’ que cambia la vida del Hombre. La suma de 6 es la presencia contraría que anula la claridad de la realidad que se está manifestando. Uno es el Creador (El Padre); Dos es la Madre Sabiduría (Conciencia, Magisterio) (Llamada Espíritu Santo); Tres es el Hijo Primogénito, el Dios de los Hombres y de los Ángeles.

33 es ya una proyección de aquello que viene; en el vientre de los Abismos (representado por la sepultación de los mineros); en Chile (porque aquí se abre la Dispensación que avisa el Cambio); Vida, Dios de Vida = rescate; humildes trabajadores: de los humildes será el Reino de los Cielos.

333, es el ‘estado crístico’ en su plenitud, en donde el Cristo se manifiesta y toma en sus Manos el Cambio y Salto del Hombre (segunda venida) ¡Ya estamos avisados!

Quedamos a la espera de todo quién sienta el llamado a recibir este Bendición, pero antes, por favor, oren y escruten para recibir Palabra que cerciore ante cada uno que esta realidad pertenece al Reino, y no es invención de Hombre para cosas mundanas. Somos Agentes de un Reino Divino que no es de este Mundo, y nuestra labor no tiene por objetivo ganar el mundo o algo mundano: trabajamos para nuestra Gloria en el Reino Vivo, el cual conocemos, y del cual hemos regresado luego de estar cinco días en su Tabernáculo.

Dispensación de las Vísperas del Advenimiento del Milenio de Paz.

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