Matar a Cristo cada día…

O vivir a Cristo en Eternidad

En las iglesias católicas de La Paz abundan las imágenes del Cristo sangrante, moribundo, sufrido, torturado, condenado y muerto. Grandes letras con oraciones se hallan  a un lado de los altares pleno en colores y atavíos refulgentes. En éstas se leen frases de culpa por los pecados que seguimos cometiendo, y se insiste en que la muerte y la sangre del martirizado nos recuerda la culpa de nuestra calidad pecadora, sin remisión. Cada corto tiempo se saca a pasear una de estas figuras de yeso y colores, entre fanfarreas y bailes autóctonos.  La combinación del folklor chamán con la adoración a imágenes, al punto del desmayo y el fanatismo colectivo, nos recuerda el episodio de la algarabía pagana de los israelitas ante el becerro de oro, mientras Moisés hablaba con el Dios Vivo, cara a cara.

¿Existe aún ese Dios que habló a Moisés? No hay duda sustentable que demuestre lo contrario. El Dios Vivo no posee límites de tiempo y espacio, no se rige por cánones culturales o realidad política: es Dios desde Siempre. Y si habló a los Antiguos, sigue hablando hoy a Los Suyos. Pero como fue antes, hoy también exige condiciones de humildad, de fe y de entrega que eleva al Hombre a la calidad de Santo. Porque Santo es todo Ser que en humildad, obediencia y fe ‘hace y pone por Obra la Voluntad del Dios Vivo’.

La adoración a las diversas vírgenes, que son una…dicen, ocupa una parte importante en los ritos paganos del catolicismo. También en La Paz se pasean figuras ornamentadas de estas vírgenes que llaman a milagros y bendiciones específicas.  Y a este respecto debemos comentar necesariamente sobre los famosos ‘Secretos de Fátima’, cuyo misterio se ha desvelado por completo y bastante literatura circula sobre la historia completa de este evento prolongado en los años. Recomendamos indagar, investigar y leer de fuentes bien informadas, y comparar, para por fin llegar a conclusiones bien cimentadas. Lo que llama la atención de estos secretos de la virgen es su contenido político, esencialmente dirigido a la entonces Unión Soviética, y la concentración majadera en los llamados a reconocer al Papa y ejecutar ‘Penitencias’, que es doctrinariamente un asunto exclusivo de la teología católica. Además resulta contraproducente la presión constante sobre la única sobre viviente del Encuentro en Fátima, por parte de los obispos, tanto para que ‘recordara’ y  ‘declarara’ como para que ‘corrigiera’; amén de los llamados supuestos de la Virgen para que los Obispos se unieran en torno al Papa.  Ahora, podemos entender y aceptar que María es la Mayordomo de la iglesia católica; así se entiende y así lo declaran los marianos del catolicismo. Si concordamos en esto entonces sí podríamos entender los mensajes de Fátima, mirantes solo a salvaguardar la permanencia y predominio del orden papal en la institución. Esto significa que nunca hubo mensaje ‘para el mundo’ o ‘la humanidad’ sino que siempre fueron claves internas de esta iglesia específica. Pero además quiere decir que Cristo, el Dios Vivo, no se encuentra a la cabeza de este conglomerado religioso, aunque así lo proclamen, sino que es María la cabeza celestial del catolicismo y sus organizaciones integrantes. Si aceptamos que el catolicismo es mariano por Mayordomía y Guía Espiritual, entonces todo está claro, y esta realidad merece respeto.  Pero el tema que provoca contradicción es que esta corporación se declara sucesora directa de Cristo, y expresa ejercer sacerdocio de Cristo…Es Mariano por convicción, Fe y Mayordomía…pero se autentifica a sí mismo como estamento de autoridad emanada de Cristo.

El Jesús que el catolicismo presenta al mundo es aquel que muere hace dos mil años en la cruz, aquel que sangra hace milenios, y sigue culpando al Hombre por sus pecados…y por ende el Hombre debe realizar Penitencias, confesar a otro hombre su vida y nunca alejarse de su iglesia. El resultado es: un Jesús que sufre y muere, una Virgen María Viva y actuante, una iglesia unida en torno al Papa…pase lo que pase. Nada que observar si esta verdad fuere asumida y esta institución manifestase honestamente este Ordenamiento.

El Cristo que conocemos no está muriendo, ni tiene sangre en su túnica blanca, ni lleva las marcas de los clavos: es Dios, el Verbo, el Alfa y la Omega de la Creación, Uno con el Padre que Es Espíritu… No es ‘Jesús’… FUE Jesús en su encarnación, bajo el Plan de Salvación, cuya ‘copa amarga’ fueron los 12 días de pago, jamás saldado,  por el crimen de Caín, en modo que también el Cainita accediera a la Salvación…12 días que culminaron con la muerte física en la cruz romana…Mas, es Cristo, el Verbo Dios, quién en los Tres Días posteriores descendió a los Abismos, derrotó los Infiernos, y cambió la Ley de la Muerte y abrió la Ley de Resurrección: posteriormente alzó a los Cielos a los Santos de Abel que dormían el ‘sueño de la espera’…y retoma presencia durante 40 días. Estos son Los Hechos de Salvación…De este modo: el Templo Nuevo fue Restaurado en Tres Días…y el Nuevo Templo es el Espíritu del Hombre que tiene por Salvador Divino al Verbo, y por meta de vida ‘alcanzar la Voluntad del Padre para poner por Obra Su designio’.

Pero este Plan Salvador estaría trunco sin un factor fundamental: La Sabiduría y el digno ejercicio del Nuevo Sacerdocio que se activa en el Bautismo (por ende el Bautismo a infantes es contrario a toda la herencia de Cristo) Tal es el rol del Espíritu Santo, que es en realidad La Madre Sabiduría. Sí, existe La Madre de la Creación: es La Madre Sabiduría que el cristianismo ha llamado ‘Espíritu Santo’ y ha relegado a roles secundarios, confusos y hasta de dudosa manifestación. La Madre Sabiduría es parte del Origen de la Creación y según Pablo: ‘escudriña incluso a Dios’.

El cristianismo se halla contaminado de culturas varias, paganas muchas, y su teología varía a según de la situación política o de la necesidad del pastor. No hay ‘un cristianismo’. Pero en donde se une esta cristiandad eclesiástica es la proclamación inusitada que alza al Jesús moribundo, martirizado y pagando por pecados que seguimos cometiendo. Esto se halla proporcionalmente equilibrado al nivel de necesidad y urgencia que se inculca en los creyentes con respecto del rol imprescindible de la iglesia. Matar a Jesús equivale a una iglesia necesaria. Al contrario: reconocer al Dios Vivo y al Cristo Victorioso significa romper con todo tutelaje mundano…y surge una nueva condición: el Compromiso Personal del Hombre con el Cristo Vivo.

Quizá alguien afirme que la liberación que comporta esta verdad – una verdad que nos hace libres –  es un aliciente y una realidad que todos quieren asumir: pero los hechos nos demuestran algo diferente. Dos mil años de cárcel, de becerros detrás de pastores, de un Jesús asesinado cada día, de  supuestas  vírgenes declarando la autenticidad de la iglesia… o de una ‘reforma’ que al final repite el mismo error del cual quiso desatarse…  hacen del humano un Ser temeroso de su libertad, inseguro, carente de capacidad de administración espiritual, falto de disciplina y lleno de conflictos emocionales que le hunden en el torbellino del alma. Entonces las iglesias siguen siendo la clínica más adecuada, más cómoda, más segura porque ‘conocida’.  Luego se manifiestan los ‘libres pensadores’ llevados al mundo espiritual: emancipados de las ataduras seculares y religiosas éstos seres ya no quieren tutela alguna, ni de los Hombres ni de Dios: inventan dioses propios, definen y redefinen al bien y al mal, revisan la existencia o no de los infiernos, inventan nuevas eras ideales, pronostican el fin del mundo, buscan contactos con extra-terrestres y creen en las terapias para sanar o calmar el alma.

El Camino Medio entre la anquilosada religión y la ultra-espiritualidad del alma, de los libres pensadores, es aquel que parte y comienza del Hombre. El Hombre asume que posee mente-alma /sentidos/ y Espíritu. Se coloca Humilde ante su propio Espíritu para por éste llegar al Padre que Es Espíritu; asume que todo Camino Espiritual requiere de un Guía Divino: Cristo, el Verbo, es Conductor al Padre, y nadie llegará al Padre si no es por Cristo Dios. El Hombre Espiritual entiende que este Camino es un Combate: en contra de la propia estructura mental antigua y mundana; en contra del alma que luchará por predominar mediante las Emociones  y el Ego; y contra el sistema Cainita del Mundo basado en el dinero y la falsa auto-afirmación del egoísmo y la vanidad. En este Camino Espiritual habrá lucha con los demonios: la Ira será el más grande de los escollos infernales. Y se advierte al Iniciado en estos Caminos que NUNCA crea a las voces e inspiraciones que se presentan en los primeros tramos de su andar espiritual: son los Arcontes, los Señores de la mentira o ‘Maestros del Bajo Astral’, también conocidos como ‘Ángeles Caídos’…éstos harán palanca en la psiquis del sujeto, usarán imágenes que descansan en el sub-consciente del individuo, tomarán formas de quienes no son pero que la persona ‘quiere’ y ‘espera’.  La meta de esta maldad que interviene en el nacimiento del Nuevo Ser es la de impedir que el Ser siga adelante en su Camino, y para eso insta a la idea de que ‘ya llegó’, y sutilmente lo invita a seguir su Ego: una ‘misión’, ‘fama’, ‘poder’, maestría’. Lo esencial de esta intervención ilusoria y mentiroso es impedir que la persona alcance los verdaderos Estados de Luz.

La experiencia nos demuestra que Cristo, el Dios Vivo tiene sus claves, sus modos y sus métodos certeros de comprobación que sólo Él entrega y solamente con Él se verifican. Escrito está: para llegar a Dios es fundamental vencer a los demonios y luchar en los abismo. Nadie llega al Reino sin antes Vencer en las tinieblas.

Este Camino no es una religión, no es institucional, menos corporativo, ni depende de otros Hombres. Aquí los Guías deben ser quienes hallándose espiritualmente más adelante van entregando armas y herramientas a quienes vienen detrás de la senda. Sin lazo espiritual, no hay Guía; sin práctica espiritual, no hay discípulo. La Práctica Espiritual es la unión entre quién Orienta y quién es Orientado. Ambos se hallan bajo Obediencia al mismo Dios Vivo. A eso se ha llamado ‘Orden’…una palabra que causa escozor mental y prurito emocional en los libres pensadores.

Cristo, el Verbo Dios, Vive y está llevando a cabo el Plan de Preparación para el Advenimiento del Milenio de Paz. Ya está ‘apartando’ a los Suyos. Ya ha hecho descender Su Ley para los Creyentes que deben Consagrarse. Ya ha declaro cuál será la Tierra que pasará también por Tribulación pero será ‘intervenida’ para desde ésta alzar al Nuevo Hombre y al Nuevo Tiempo. Que los Hombres crean o no, acepten o no, no es asunto de Dios, sino que opción de los Hombres.

Dios hace, cumple y finalmente cambia lo que debe cambiar. No es Dios el que se adecúa al Hombre: es el Hombre quién debe entender a Dios e integrarse a su Plan de Creación. Para eso fuimos concebidos en los Orígenes, y para tal objetivo estamos siendo nuevamente levantados hacia nuestra condición  Adamica. 

 

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