Son Testigos de qué Cristo Habló
Los y las Sacerdotes que a continuación firman con su nombre declaran que efectivamente esto aconteció y corresponde a una vivencia real, prolongada en los meses, desde Diciembre del año 2012 a Junio del año 2013.
Presbítero Susana Miranda; Presbítero Lorena Fuentes; Presbítero Pilar González; Presbítero M.O; Presbítero José Tomás Vázquez; Presbítero Paz Ojeda; Presbítero Iván Rodríguez; Presbítero L.F.; Presbítero Ana Eugenia Chevarría; Presbítero R.R; Presbítero Patricia Rosales; Presbítero Olga Pérez; Presbítero M.G; Presbítero G.A.A.; Presbítero Carlos Alvarado; Sacerdote Sacramental Maythe Horta; Sacerdote Sacramental Mario Araya; Sacerdote Sacramental Felipe Búrquez; Sacerdote Sacramental Andrea Palacios; Sacerdote mayor Ricardo A. Urrutia.
Las siguientes son las pautas sobre las que Cristo insistió ante cada uno de los sacerdotes firmantes.
1) Que está Pronto para el acontecimiento de su Segunda Venida. Que Su Venida será cuán Dios que Es y no en forma carnal, pero acompañada de Hechos tangibles en el cosmos, en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra, en los mares y aguas… y entre los Hombres. Que será un Juicio y que pondrá fin a ‘esta generación’; que Los Suyos serán reconocidos y Apartados. Que será el Inicio del Milenio de Paz, y otra Generación de Hombres se manifestará. Que se abrirán los misterios del Cosmos y también de los Abismos. Y que por el Tiempo del Milenio el Mal será atado y habrá prosperidad bajo Gobiernos de Sabiduría. Que nada de lo actualmente conocido sirve para imaginar o proyectar cómo serán estos Hechos, y mal podría el Hombre común predicar cómo hará Dios esta Cambio Fundamental. Que Su Sacerdocio recibirá la Visión y las Llaves para preparar los Caminos del Señor.
2) Qué el Tiempo actual del Hombre es la Transición entre un largo Tiempo que muere y un nuevo Tiempo que aún no se ha manifestado: es La Tribulación, y en La Tribulación todo lo anterior hace crisis y debe cambiar, mutar, morir…y nacer de nuevo. Que en esta Transición el creyente y Hombre de Fe en Cristo DEBE CONSAGRARSE y ejercer Sacerdocio. Que deben prepararse en Espíritu hoy para Gobernar mañana: porque todo lo que hoy sea Sellado En y Por Cristo tendrá un efecto en el Milenio de Paz, en donde Santos y Sabios serán Gobernantes de Paz.
3) Que de acuerdo a este horizonte real y inevitable, Cristo ordena PREPARAR a los creyentes y sembrar en sus Espíritus el Plan de Salvación – desde el arrepentimiento y perdón hasta el digno ejercicio del sacerdocio – que se basa en Los Hechos de Cristo : pago; liberación; y propósito de consagración- (es decir: cruz y muerte; Tres Días y Resurrección; Espíritu Santo y objetivo de llegar a poner por Obra la Voluntad del Padre)- Y de este modo permitir que todo hombre y mujer se pongan ante Dios en forma libres y de acuerdo a su propia conciencia, y opten ante la evidencia de aquello que vendrá.
4) Que tal Semilla se expanda por las regiones señaladas; y vayan los Ungidos de dos en dos sembrando este aviso que el Cielo corroborará con Hechos que certificarán que sus emisarios predican la verdad que les ha sido encomendada.
5) Que esta Ley sea expuesta a las iglesias no para enjuiciarlas, sino para dar a estas mayordomías la oportunidad del Arrepentimiento, del Perdón y de la Opción Santa.
6) Que Los Suyos no se extravíen en el ego, en las cosas del Mundo, ni traten de Hacer esta tarea y Misión de un modo individual: que todo Sello para ejercer Sacerdocio se halla profundamente unido a la Fe, a la Humildad y el Amor. Que nadie puede ejercer Poder de Dios sin una vinculación sagrada y real con el Espíritu Santo. Que el Sacerdocio de Cristo no es para asuntos del mundo, sino para Ejercer PODER SANTO.
7) Que no se alzará una nueva iglesia de esta Ley emanada de Cristo Dios, siendo Él Mismo Ley Viva, sino Cuerpos de Sacerdotes activos en la Siembra entre los creyentes, y no para reunir en forma indiscriminada, sino para REUNIR a los Escogidos. Sembrar en todo Creyente para que Opte y dé un nuevo brío a su Fe. Mas, en quienes Cristo señale como ‘su escogido’ –varón o mujer- debe ser Llamado para entrar en la Congregación del Sacerdocio, y se deben abrir puertas ante su conciencia para que Viva su Llamado y Acuda en libertad. Y a todo creyente se debe dar instancias de Siembra: sea en la Oración, sea en la Quietud, sea en la enseñanza de la Ley del Evangelio, y ofrecer Vínculo de Fe bajo la mayordomía del Sacerdocio, sin por eso conformar otra iglesia, y menos fomentar dependencia que reemplace al Gobierno y Conducción de Cristo, y merme o esconda el Poder de Sabiduría del Espíritu Santo.
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Declaramos que entre muchas otras Palabras y Ordenamientos son estos los aspectos coincidentes que Cristo puso ante cada uno de sus Sacerdotes, y que hacemos público por Compromiso adquirido con Nuestro Dios y Guía, el Cristo Vivo; en modo que la luz que de Él proviene no sea guardada debajo de la mesa o oculta en el secreto de nuestra propia orgánica; sino que todo lo que Él permita y llame a que sea expuesto lo expongamos con Fe y Valentía.
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-ediciones Gran Fundamento-
