La otra revolución cultural… el Anti Cristo ya tiene movimiento.

 Desde el interior del mundo eclesiástico de raíz evangélica, se plantea la urgencia de una revolución cultural que coloque a la iglesia de inspiración protestante en grado de influenciar y de ejercer Poder en cada aspecto del mundo y ámbitos de éste: política, fuerzas armadas, universidades, poderes legislativos, economía…y sobre todo en la cultura. El cambio de paradigma, en relación al encierro ritual o ceremonial y la relación ‘Pastor- Asamblea´, apunta a que esta iglesia irrumpa en los campos del Poder, y se mentalice en la necesidad y misión de asumir gobierno en los distintos ámbitos de una nación y del continente latino americano. (ver: www.albertomottesi.org) Cabe preguntarse si no es la misma política que el catolicismo ha practicado y ejercido por siglos, y los Mormones han fomentado desde ‘su Estado’ en los Estados Unidos; o con lo que sueñan y pretenden los Testigos de Jehová. Es la misma idea que mueve a los fundamentalistas musulmanes cuya concepción de la Fe no puede desapegarse del ejercicio del Poder político y su tiranía cultural. Porque la ‘cultura católica’ ha predominado por centurias, y un cambio hacia otros horizontes no puede plantear lo mismo ahora bajo una supuesta ‘cultura evangélica’, o más precisamente una ‘cultura evangélica latino americana’… lo que ahora se postula como acción de futuro el protestantismo en Europa ya lo puso en terreno hace siglos ¿Dónde está lo nuevo? Una ‘Revolución’ o un ‘Cambio de Paradigmas’ exige algo novedoso, distinto… y en el caso de la Fe: una revelación que venga del Espíritu Santo y sea realmente un golpe al statu quo existente. Sacar a un mundo cultural eclesiástico encerrado en sí mismo bajo la propuesta de entrar ya de lleno en el terreno del sistema Cainita, y competir con cuadros altamente preparados en Harvard y en las Escuelas Doctrinarias de la Iglesia, en modo de tener presidentes, legisladores, académicos y Generales de religión evangélicas actuando cuan altos ‘cuadros’ o ‘lideres’ en sus terrenos… además de ser un regreso a los planes e intenciones ya probados y archi-comprobados en el mundo cristiano y en otras religiones… resulta una incongruencia de carácter apostata nada de novedosa y ya verificada en la historia de la apostasía bajo la cristiandad. El Reino de Dios no es de este Mundo, y el sistema del dinero, de la política, de las armas y del mercado son asuntos del César, no de Dios. Para asentar esta propuesta el ideólogo dice que ‘basta de proclamar que este mundo es del diablo…’ y recurre al concepto del sacerdocio que levantara Lutero en su protesta en contra de Roma. Lejos estaba Lutero de llegar a las conclusiones que hoy se le quieren imputar; el sacerdocio universal de Lutero tiene que ver con el principio de Pablo: que desde Cristo la Nueva Ley requiere un nuevo sacerdocio, y sacerdotes somos todos los que por Fe somos unidos a Cristo por el Bautismo. Esta vez se plantea que el postulante a ser presidente de la Nación debiera recibir todo el apoyo de su iglesia y establecer esta meta cuan Misión de Evangelización…y eso sería en la práctica poner en acto el principio sacerdotal de Lutero (¡Sic!) Lo cierto es que esta vertiente de Poder Mundano que atraviesa a las iglesias evangélicas no puede sino que crear una estructura mental y orgánica altamente mundanizada, para asuntos del mundo, impregnado todo con lenguaje cristiano y con Cristo a cada palabra pronunciada. Los Seres Humanos, todos, se corrompen e inevitablemente abandonan a Dios al entrar en los ganglios del Poder y sus palaciegas intrigas. No existe una política o un ejercicio de la política y del Poder que no esté invadida de luchas internas, intereses corporativos, zancadillas y trampas de palacios, conveniencias económicas y sobre todo apetitos de ego y arribismo desenfrenado. ¡Si tal es el modelo espiritual en el ‘nuevo hombre’…! Quizás se argumente que con el evangelio en la mano y el respaldo de la iglesia esto ya no sucederá, sino que se ‘santificará al mundo’. Lo mismo decían los jerarcas católicos mientras instalaban tribunales de inquisición, alzaban el Estado Vaticano y ejercían poder político a través de influencias y reconocimientos constitucionales que por años anularon toda otra expresión de Fe en nuestros países de América Latina. Una Revolución en la Fe es aquella que se rebela en contra de toda estructura eclesiástica que pretenda insertarse en el Mundo para hacer parte del Poder en un sistema Cainita que nunca podrá ser transformado. Este Sistema perniciosa y corrupto será barrido por la acción del Reino de Dios, no por los Hombres; y es precisamente por la carencia de Fe en este designio de Cambio que el Cristo nos avisa, que los desesperados intelectuales de la Cultura evangélica proponen ‘ideas nuevas’ sacadas de los sarcófagos oscurantistas de la misma historia y cultura de la apostata cristiandad que la Reforma quiso cambiar. Los Hombre de Fe tenemos el deber de ASUMIR en NOSOTROS el SACERDOCIO de CRISTO: varones y mujeres de Fe deben romper con la inercia del asambleísmo eclesiástico, y superar el pastoreo que les hace depender de otros Hombres. La Relación Personal con el Cristo Vivo exige que todo Ser de Fe cuestione la ‘cultura cristiana’ y acepte la Verdad Espiritual. Porque Cristo y la práctica de la Fe no es ‘cultura’, ni se llega al Cristo Vivo por cultura, por estudios en Harvard o postulando ser senador de la República. Cristo es Dios Vivo: con Voluntad, con Plan para el Hombre, y gobernante de una Realidad que incluye al Hombre, y a este mundo como terreno de comprobación de los Seres con Espíritu. El Padre Es Espíritu y sus medidas son Espirituales. Cristo es quién conduce al Padre y porta sobre Sí la Santa Autoridad de la Voluntad del Padre: primero está entonces el Espíritu en el Hombre, luego el Hombre Espiritual en coherencia con la Voluntad del Padre, y eso sí podría transformar este Mundo, no desde los parlamentos y las universidades, sino desde El Espíritu y la coherencia espiritual del Hombre en permanente relación con Cristo. Para entender esto se requiere aceptar que hablamos de un Cristo tangible, Sumo Sacerdote real y gobernante, al cual podemos acceder desde la Fe y la aceptación y entrega, y no desde la interpretación y el dogma humano. El cristo cristiano sigue muriendo en la cruz por nuestros pecados, y aún así seguimos ligados al pecado; el cristo cristiano sigue sujeto a la exegesis bíblica de los intelectuales y pastores; un cristo que es nombrado para apoyar las propias ponencias y argumentar las más descabelladas cruzadas misioneras que no liberan del Mundo al Hombre sino que pretenden hundirlo en su mentira y perdición. Y claro, para postular al dominio cultural, político y total del mundo desde los evangelios se requiere negar toda potestad del mal y su dios de maldad, y se hace urgente traducir muchos pasajes bíblicos en donde Jehová llama a tomarse el mundo. Cuando en las Doctrinas de otras iglesia esta misma argumentación es esgrimida – y practicada – (incluso promoviendo la teoría de que el Milenio de Paz no es otro que el tiempo en que la iglesia única -la propia – reúne a toda Fe en la Tierra y desde el dominio de los Gobiernos logra establecer el Gobierno único en el Mundo) hallamos argumentos similares a los que sostienen esta propuesta política – religiosa… dijimos claramente que esta intención, llamado y misión política y ‘cultural’ es una plataforma de acción del Anti Cristo. El Plan del Anti Cristo apunta justamente a estos propósitos: desvirtuar la Fe en el Cristo Vivo y llevar al Hombre por la vía del Mundo, la ‘toma del Mundo’ el ‘dominio del Mundo’ entrando en el sistema Cainita…en nombre de cristo. La Revolución del Hombre está en movimiento: por el propio Espíritu puede entrar en Relación con el Cristo Vivo. Una Dispensación del Reino ha descendido en América Latina: Cristo ha hecho descender sus Mandatos y su Ley, para que todo creyente se consagre y haga su camino hacia la plena Voluntad del Padre…Y todo Ser logre liberarse de las ataduras del Mundo y del mal gobierno de otros Hombres. Sí, este Mundo cambiará: pero nadie puede cambiar el Mundo sino la Fuerza del Cristo Viniendo Cuan Dios sobre esta Generación. Nuestro deber es esmerarnos espiritualmente para convertirnos en Agentes del Reino y Sacerdotes del Nuevo Orden del Cristo Vivo.

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