La Mentira existe desde siempre y ha acompañado al hombre toda su existencia. Todos los días escuchamos y vemos como los seres humanos se mienten entre ellos y a si mismos. Desde pequeñas, las personas se han acostumbrado a vivir en un mundo donde la mentira es aceptada y validada cuando se persigue un fin del cual se obtendrá algún provecho, y muchas veces los adultos hacen cómplice a los inocentes en una mentira “necesaria”.
La Mentira es faltar a la verdad concientemente. Es una afirmación falsa que crea una idea o una imagen también falsa.
Hay mentiras pequeñas y mentiras grandes, como las hay personales e institucionales. Estas últimas, las colectivas, son las que prevalecen y aparecen muchas veces en los diarios, las revistas, la radio o la televisión y la mayoría de las veces responden a intereses espurios, provocando efectos que el hombre común percibe como una verdad común. Son estas mentiras las más peligrosa ya que pretenden hacer creer a los hombres una realidad que no es. Asistimos a un mundo plagado de “realidades” creadas por intereses económicos, políticos y religiosos, que abarcan a todo rincón del planeta.
Muchas veces el temor a perder la imagen creada a partir de una gran mentira obliga a sostener situaciones o sistemas nocivos para el ser humano: La manipulación; la corrupción; el narcotráfico; el mercado de las armas; el terrorismo, en cualquiera de sus expresiones; el abuso y la explotación, y tantas otras formas, junto con generar mucha tensión y angustia entre los hombres, busca justificarse ante la sociedad, que no cuestiona ni lucha por cambiar dicha realidad.
La mentira es un medio para fabricar ideas, situaciones y hasta personas y mundos falsos que, muchas veces, hasta el que los inventa se los cree. Las personas mienten; las instituciones mienten; los gobiernos mienten… concluimos que la Mentira es un poder, que arraigada en la parte oscura del Ser y es canal de lo tenebroso, que la usa para perpetuar planes y condiciones que encarcelan al Hombre. El padre de la mentira es el Demonio que se alimenta de ella. Y la clave para salir de esa cárcel inconsciente, es entregada por el Salvador y Redentor, JesúsCristo… “la verdad os hará libre”.
El que miente necesita falsear la verdad para dar una imagen diferente de lo que realmente es. No está conforme consigo mismo y en lugar de superarse auténticamente se oculta tras una máscara o fachada inconsistente. Alterar la verdad u omitirla, es una forma de mentir. Conciente o inconcientemente quienes usan la mentira, como medio para prevalecer o gobernar a otros, están expuestos al manejo del gran mentiroso, el Demonio, y muchas veces coludidos con él.
La victoria sobre la Mentira
La victoria sobre la Mentira, sólo yace en la VERDAD. La única Verdad es la que yace en el interior del Hombre y no “la verdad” que se muestra en lo externo.
La Verdad en este mundo es relativa, no hay verdades absolutas porque todo está en movimiento. Lo que puede ser verdad hoy, puede ser desmentido mañana. Todo es temporal. El mundo nos muestra sus “verdades”, y es responsabilidad de cada persona prepararse para no ser parte de la mentira y mantenerse en el camino de la Verdad.
La Verdad es una Virtud en el Hombre y se basa en el ejercicio de lo recto. La influencia que ejerce la fuerza interior es firme y sólida pues su fundamento está más allá de lo material. La forma de vivir esa fuerza interior es el camino espiritual.
El hombre puede cambiar el modo de ser, heredado de las influencias culturales, comenzando por emprender la maravillosa aventura de ser sincero y recto, aprendiendo a reconocer cuando está frente a una mentira o frente a una verdad. Para ello es necesario sentirse Libre. La Libertad es un estado, que desde la verdad interior, permite alcanzar el discernimiento; desarrollar la inteligencia; el sentido de realidad y el propio mundo espiritual. Para que esa libertad sea una realidad y una Verdad, debe haber Conciencia en el Ser. Sin Conciencia la Verdad nunca será percibida por el Hombre.
Entonces la única Verdad en el Hombre está en su Espíritu, que es lo único imperecedero. La Virtud de la Verdad es vivir la Verdad Interior y cuando hablamos de vivir esta Verdad Interior, estamos invitando a que el Ser se forme y se empeñe en los caminos del Espíritu, que nada tienen que ver con religión, religiosidad o ritos… sino la entrega a esa dimensión que no siendo de este mundo, nos permite ir bajo claves divinas, tomando la conciencia de la Verdad, la que definitivamente nos hará libres
1 comment for “La Mentira, una Verdad en el Hombre.”