-Aclaración sobre nuestra certeza con respecto del Rol de María-
– sobre: la medición de la Biblia como’ línea de autenticidad’-
En nuestra acción misionera inevitablemente nos encontramos con miembros de las iglesias Protestantes, así como en ciertos actos ecuménicos es natural que debamos conversar con diáconos y curas de la iglesia católica. Y nos llama la atención que regularmente los hermanos evangélicos nos preguntan de entrada si tenemos o no a la Biblia como ‘palabra de Dios’; así como en los hermanos católicos la demanda recurrente es si ‘creemos o qué postura tenemos sobre la Virgen María’.
Pareciera que la respuesta a estas interrogantes pudiera definir el tipo de relación o aceptación que luego podrían establecer con nosotros.
Si supuestamente es Cristo nuestro Dios Salvador, y es Él la Unidad de nuestra Fe, no podemos sino asumir que la prioridad de los cristianos eclesiásticos, paradojalmente, ya no es la supremacía de Cristo (siendo Cristo lo que debe caracterizar a toda religión cristiana) sino sus propios dogmas y líneas fronterizas.
Lo nuestro es claro y se haya bien explicitado y expuesto en esta Revista, y en nuestra página de artículos doctrinarios y de reflexiones: ‘dispensación de paz’.
Con respecto a la imagen y creencia en la ‘Virgen María’ y la iglesia católica:
1) Aceptamos por Testimonio de los Evangelios, y por Discernimiento bajo el don el Espíritu Santo, que todo lo del Plan de Dios es primero Espiritual y luego, cuan efecto, Carnal y Humano. Y siguiendo tal naturaleza es que el Salvador fue anunciado por los profetas muchos siglos antes, debido a que la ley de vida producto de la Caída y los crímenes Cainitas tenían encarcelados y extraviados a los Hombres.
2) Que en dicho Plan de Salvación el Verbo, el Dios Hijo debía encarnar y hacerse Hombre, para desde tal calidad, efectuar el ‘pago por la caída’ o ‘pecado’ de la generación de Adán y Caín. Y Después de dicho ‘paso por la copa amarga’ del martirio pudiese el Cristo Dios descender a los abismos y derrotar a los infiernos; y luego iniciar la Ley de Resurrección… para, finalmente, enviar Espíritu Santo.
3) Este Plan de Salvación no se limita a la figura humana de Jesús, y mucho menos a su muerte en la cruz como exclusivo símbolo de redención; sino que nos eleva en nuestra condición Espiritual, como debe ser, la calidad DIVINA del Cristo… pues tratamos de asuntos Divinos y Espirituales, no humanos-históricos, o simbólicos… Y obviamente tratándose de un Hecho Divino debía prever, este Plan, el nacimiento de Jesús desde una matriz santa, pura y preparada primero en el Reino, para luego encarnar en María.
4) El Plan de Salvación comprende que el engendro humano de un Elohim requería de matriz santa, de encarnación espiritual destinada a tan alto propósito: debía antes encarnar una mujer de la Orden de las Vírgenes.
5) Cristo es el Verbo, el Elohim Mayor que en su Potestad es adorado y obedecido por 24 Ancianos de los Días. Ese rey, ese Poder, no podía tomar cuerpo humano sino por mujer santa previamente encarnada desde una Orden Celestial ya existente. La Orden de las Vírgenes, desde lo Celestial, son la parte Receptiva y ‘femenina’ de los Elohim. Ha existido desde los Orígenes. No es una realidad- efecto de este mundo. Es una realidad- Causal en y de los Cielos.
6) Los Hombres y las religiones suelen partir de lo humano para entender lo Divino. Analizan la realidad manifiesta de Dios desde un centro errado: el Yo, el Hombre, para finalmente adaptar a Dios a lo humanitario según egos y leyes de este Mundo. El producto final de este ejercicio de empequeñecimiento es un dios extraño, demasiado humano, pero moldeable, manejable y adaptable para quienes se auto proclaman Autoridad en cosas divinas. La aceptación de la realidad de Dios en su connotación Celestial y lejos de toda condición intelectual y emocional, y muy separado de los intereses de este Mundo… aterra, asusta, espanta a los Hombres. Y tal es la razón para explicar fenómenos Espirituales y Celestiales con argumentos pueriles, escolásticos e insólitos pero que permiten la aceptación sin temores por parte de quienes no quieren al Dios QUE ES, sino a un dios que les sirva.
7) María, la mujer, era, y es, Virgen NO por alguna condición de sexualidad o de relaciones humanas, sino que lo es por Condición Espiritual; por ser portadora de una Misión Espiritual previamente sancionada por el Plan del Padre Dios. Pues ‘Virgen’ equivale a ‘Santidad’ y equipara su calidad a la de los Elohim. Es el estamento superior de la Eva Original.
8) La aceptación de María, la mujer, para que el Plan se verificara en su persona es fundamental: pues el Espíritu, una vez en la Persona, debe ser aceptado por Libertad y Opción. El Espíritu de Dios nunca esclaviza o tiraniza. Fundamental es entonces ese ’Sí, hágase tu voluntad’ que María expresa superando sus temores humanos.
9) El germen de Cristo, un adn puro, del Elohim Mayor, del Verbo, no podía sino crecer en Cuerpo con Espíritu de igual Orden. Y éste embrión santo fue colocado por el Padre directamente en María, y una vez integrado al cuerpo de la Virgen, recibió la potencia y la descarga del Poder del Espíritu Santo. Por lo mismo: Jesús fue Santo y Sabio desde su engendro.
10) Bajo estas premisas Espirituales, entendiendo que los efectos humanos son producto de una CAUSA Divina, sobre todo en este caso, es que sí debemos aceptar a María como la Encarnación de una Eva Superior, Santa ya en los Cielos, de la Orden de las Vírgenes. La mirada ego-humana nos dicta que María se glorifica en su tarea al criar a un varón santo que luego se glorifica al morir en la cruz. La verdad Divina nos indica en cambio que la Gloria ya estaba en Jesús porque era el Cristo de Dios, el Verbo; y que la Gloria ya estaba en María porque era de la Orden Superior de las Evas Originales: la Orden de las Vírgenes.
11) Toda ‘aparición’ con figura de mujer se asocia a María, y se la identifica como a la madre de Jesús. La historia nos señala que tales ‘apariciones’ ya sucedían antes de la María histórica, y en otras latitudes estas figuras fueron predominantes y convertidas en diosas. No son, ni mucho menos, hechos ligados solo a la cristiandad. Y eso se explica porque la Orden de las Vírgenes es una instancia Celestial del Reino de Dios desde los Orígenes.
12) La iglesia cristiana de los primeros tiempos, después de Cristo, sobre todo desde el siglo cuarto, recorre una senda siempre más lejos de la espiritualidad y cada vez más unida a la mundanidad y sus poderes en este Mundo. Creer que Lo Celestial, el Reino Vivo, no posee Juicio sobre estas realidades, es no creer en Dios y su Omnisciencia. Y es en Virtud de este Juicio real que María interviene cuan Intercesora entre la Iglesia cristiana, pues este Juicio en los Cielos aleja a esta mayordomía humana, la iglesia, del Cristo Vivo y su Sacerdocio del Altísimo.
13) La Intercesión de María cuan Mayordomo Celestial de las iglesias que acepten su Mediación de Misericordia es el acto de salvación y rescate por parte de una Orden Celestial ante la apoteósica caída de los sacerdotes varones que pierden el Sacerdocio del Altísimo, y que Cristo Dios decreta debido a la apostasía y negación de los Hombres de estas instituciones humanas. Es decir: las iglesias cristianas, luego de haberse corrompido y alejado del Mandato Santo de Cristo, fueron retiradas de la Relación Viva con el Cristo Dios, y María se alzó en su Misericordia para reconducir a quienes acepten su Mayordomía (a estas iglesias), nuevamente hasta el trono del Elohim Mayor, el Verbo, el Cristo Dios. Ella es entonces la Mayordomo Celestial de la iglesia que la reconozca como a su Intercesora.
14) La iglesia Ortodoxa de oriente, y la iglesia de Roma, católica, comprendieron ‘secretamente’ (o no públicamente) esta realidad y la aceptaron de hecho: y levantaron a María como a su Intercesora y Re-conductora santa (de sus iglesias) con el propósito de colocarse otra vez ante Cristo en su Potestad Divina.
15) Sin embargo, la conveniencia política, la cuestión del Poder Mundano, Institucional, la predominancia cultural adquirida, los beneficios de la autoridad que el poder político les reconoce…condujo a que este Hecho Espiritual y real se ocultara detrás de una reivindicación majadera en la propia calidad de vicariato de Cristo e iglesia de Cristo, en condiciones que es María la Santa Mayordomo que les hace ser una autentica iglesia mariana; pues se hallan lejos y alejados del Sacerdocio del Altísimo en la Línea de Melquisedec: único sacerdocio celestial que permite al Hombre Santo ponerse bajo directa Obediencia y Pertenencia al Mandato Supremo del Cristo Vivo.
16) En este sentido es que nosotros aceptamos con respeto y la debida santidad el Hecho de que la Orden de las Marías esté actuando en su Misericordia en las iglesias cristianas que acepten su Intercesión y Mayordomía. Y decimos que no solo es la María histórica, sino la Orden de las Marías: y eso explica la diversidad de imágenes y la distinción entre las figuras que se muestran ante quienes deben dar Testimonio de su acción Interventora.
17) Criticamos la falta de virtud de quienes adoran legítimamente a María, y la asumen por lo que realmente es…’la misericordia de Dios’… pero la esconden en su completa realidad, no la declaran por lo que ES, y no enseñan a sus feligreses de que se trata de un verdadero ‘rescate’ emanado del Reino debido a sus faltas y pecados; y que es la Intercesión de María lo único que les podría permitir, si se dejan guiar, hacer un digno retorno al Sacerdocio del Altísimo que tiene como a Sumo Sacerdote Celestial al Cristo Vivo… Y en su lugar siguen auto-proclamándose representantes de Cristo en la Tierra, y auto-arrogándose derechos sacerdotales que ya no tienen. Tal es nuestra crítica.
18) Esa corrupción de la verdad les condena e incluso los aleja también de la Misericordia de María. Porque una Iglesia Mariana, que declara a María como a Su Mayordomo e Intercesora ante Cristo, y que se coloca ante Cristo en su arrepentimiento, sin duda es y sería una religión auténtica, clara y vigente. Y eso explicaría muchas cosas: históricas, doctrinarias y de Hechos acecidos. Pero tal claridad no la hemos comprobado. No hay una verdad manifiesta que coloque a María en su verdadero lugar, y a las iglesias en pecado en su real situación.
19) Nosotros sí asumimos a la iglesia católica y a su sacerdocio como plenamente Mariano, auténticamente bajo la Santa Mayordomía de María. Y reconocemos a la Orden de las Marías como parte vital del Reino, y nos inclinamos ante su Obra de Misericordia.
20) No podemos reconocer a la iglesia católica como representante de un sacerdocio Cristico que no posee, ni podemos aceptar una autoridad vicaria que no tiene. Pero que sí, esta iglesia y su sacerdocio, es parte del Plan de Cristo para el rescate de los suyos; y la Santidad de María cumple con (y para con) ellos un rol vital que ojala encuentre en sus sacerdotes marianos el oído espiritual de humildad que los lleve a declarar su realidad, y ya no mentir más a los Hombres por cuestiones de política mundana y necesidad de mantener prestigios que en los Cielos no son reconocidos.
21) Sí, reconocemos a María como al Poder Celestial que interviene en rescate de iglesias, como la católica, que han perdido su Relación Sacerdotal y Apostólica con el CRISTO VIVO; y que bajo la Misericordia del Reino se les ha tendido una Mano Santa, de María, para ser reconducidos ante el Verbo de Dios. Y como tal son una iglesia mariana, un sacerdocio mariano, y una realidad mariana valida, portentosa y evidente. Y las religiones que reconocen a María debieran alzarla a su pedestal legítimo, y no esconderla, y no seguir auto proclamándose con títulos caídos e inválidos, en condiciones que los otorgados son de una misiricorde- grandeza que no han profundizado por razones de este Mundo.
22) EN CUANTO A LA BIBLIA que los hermanos Protestantes nos colocan como línea de juicio, explicamos que: Cristo es Dios Vivo, y es Ley de Vida, y es Nuestro Sumo Sacerdote Celestial; y nadie llega al Padre Creador sin su Guía y Conducción. Los Evangelios son la base escrita que Orienta – cuan Jurisprudencia de la Conciencia en el Hombre de Fe – hacia los Caminos de Santidad y Coherencia con la Enseñanza y Mandato de Cristo, el Verbo, el Salvador Divino. Y es la Sabiduría del Espíritu Santo – cuan único Magisterio y Poder de Dios – la Ciencia que iluminará al Hombre de Fe en su Senda de cumplimento; y, creemos, que Alcanzar y Poner por Obra la Voluntad del Padre que Mora en Nuestro Espíritu es aquel cumplimiento santo que Cristo nos impele e induce.
23) Si eso es bíblico puro o no…lo deben cerciorar quienes asumen a un Libro como a Dios o a Dios como a un Libro. Nosotros creemos que las Escrituras, todas, son UN MEDIO para ser DISCERNIDAS en Espíritu, y para ser colocadas en ACCION de COHERENCIA y vivir de acuerdo a sus verdades reveladas. Nunca hemos creído en filosofía, teología y exégesis humanas. No nos interesa lo histórico y lo político que usa la religión para propósitos mundanos. No tenemos la osadía para alegar que Dios sea un libro y que Dios habló una vez y nunca más lo hizo, y que todo lo de Dios se halle en un solo texto. Esa soberbia no la tenemos porque Dios…ES DIOS. Y nunca se limitará a un credo, a un libro, a una nación, a una religión….Es DIOS. Y eso lo hace inescrutable, insondable e inconmensurable. Por ende: Cristo es nuestro Dios Salvador, tangible y conductor a Dios Padre. No hay otro camino. Si eso es netamente bíblico o no-a según lo entienden unos u otros- en verdad no nos hace andar en sombras. Nos ocupa sí nuestra Coherencia con Cristo. Le creemos a Cristo. Servimos a Cristo en nuestro Sacerdocio. Y entendemos que Los Libros (Biblia, que significa ‘Los Libros’) de la nación Hebrea, (como pueblo llamado por Dios para su redención; por ser un pueblo rebelde, y por ende ‘elegido’ para ser liberado debido a su soberbia, y no por su santidad) …dichos Libros… en su parte en donde Hablan los Grandes Profetas, desde Moisés (Elías, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Zacarías, Malaquías, Daniel) y los profetas menores como: Miqueas, Oseas, Habacuc, Sofonías… son un Testimonio de la Antigua Ley de Vida, que anunciaba precisamente el advenimiento de la Nueva Ley en Cristo. Y por ende, siendo los Profetas el Oráculo de Dios no desconocen ni se contradicen con la Nueva Ley de Vida descrita en los Evangelios. Pero son los Evangelios la Ley Vigente y determinante para estos Tiempos Meridianos. Entre los Profetas y los Evangelios hay una línea coherente, indesmentible, que nos muestra el Plan de Dios, y enseña el Camino de Salvación de los Hombres.
24) Nuestra Unidad en la Fe con el cristianismo religioso (Bíblico, Mariano, Ortodoxo y de otras denominaciones según su doctrina) se basa en nuestra convicción de que Cristo es Dios Salvador, y que los Evangelios son la norma de Fe y la Jurisprudencia de la Conciencia que debe aplicarse en Coherencia para cumplir con la Santidad que CristoJesús nos insta y a lo cual nos llama. Esto para nuestro sacerdocio es irrenunciable. Y declarando esto hemos encontrado en muchos cristianos una aceptación de Fe más allá de sus pertenencias eclesiásticas. Creemos por lo mismo, que la Unidad debe ser Espiritual, de Verdad Interior y de Fe activa y manifiesta.
-Ediciones El Gran Fundamento-