Acostumbrados a Caín

La historia de nuestro mundo y la forma de proceder del Hombre nos ha hecho acostumbrarnos a episodios de violencia, de supremacía de unos sobre otros, ha levantado movimientos desde siempre en pos de causas que se consideran justas.

Tenemos ante nuestro pasado todo un conjunto de luchas de poder, desde grandes conflictos bélicos hasta movimientos guerrilleros que tienen por objetivo la resistencia a un invasor por motivos patrióticos, revolucionarios o religiosos.

Ambas condiciones se perpetúan hasta hoy y, en la medida que el Hombre avanza tecnológicamente, otras armas, otros medios se usan para la consecución de causas que con otros nombres o intereses responden a una misma: en lo concreto, “la lucha y el deseo por el poder”; en lo espiritual, “una estirpe condicionada por el gobierno del Alma”.

Revisando algunas noticias de este último mes (septiembre) comprobamos y asistimos a esta forma de comportamiento –que, repetimos, no cobra impacto en nuestras vidas:

  • Ofensiva guerrillera en Colombia (FARC) mata a 36 policías y militares en 10 días en una zona fronteriza con Ecuador.

  • En Mogadiscio (Somalía), nuevos atentados. La capital está inmersa en enfrentamientos entre las tropas del Gobierno Federal de Transición (GFT) y la milicia islamista de Al Shabab -que EEUU vincula con Al Qaeda y que controla la mayor parte del país. Una lucha que, a lo largo del año, ha desplazado a más de 200.000 personas.

  • En Tegucigalpa, al menos 18 obreros jóvenes fueron asesinados a tiros en una fábrica artesanal de zapatos por causas desconocidas, especulándose “una operación de pandilla”.

  • Un comando  armado asesina a alcalde mexicano (el sexto en lo que va del año). Se infieren causales vinculadas al narcotráfico y a los actos de justicia acometidos por el edil.

  • En Filipinas un conjunto de policías que intentan liberar un bus secuestrado con turistas de Hong Kong, termina con la muerte de muchos de ellos, generando un conflicto de relaciones entre ambos países.

  • En Moscú un atentado suicida perpetrado el 16 de septiembre, ejecutado en el mercado central, dejó por lo menos 16 muertos y 77 heridos.

En nada difiere hoy el acontecer mundial de la otrora lucha entre galeses que se oponían a los normandos, de españoles ante la invasión de Napoleón Bonaparte, de las guerrillas persas que resistieron a Alejandro Magno, la lucha independentista de toda nación que ha anhelado la independencia, colonos, íconos de leyendas, conflictos menores, medios, mayores… un sinfín… sin fin que, a pesar de haber terminado una lucha con nombre y apellido, han prevalecido en su acción ofensiva y sin límite. Ejemplos son el movimiento IRA (Irlanda), el Vietcong (Vietnam), las FARC (Colombia). En muchos y numerosos casos, en todo el orbe, otras fuerzas organizadas (países, estados, agrupaciones) apoyan estos movimientos particulares y se involucran en estas “justas causas”.

Los líderes de todo el mundo declaran invariablemente sus buenas intenciones y necesidad de justicia: “Haremos absolutamente todo por capturarlos”, “Denunciamos este terrible acto terrorista”… e intentan hacer frente a una conducta humana que no tiene solución en medidas humanas, porque no son humanas. Y si llevamos este conflicto a lo personal, en nada difiere de sus móviles y causas la violencia intrafamiliar, el adulterio, la lucha por deseos poco reflexionados en cualquier etapa de la vida. Todo responde al gobierno del Alma, que induce y es inducida.

Esta dicotomía y diferencia numérica entre actos de violencia y algunos seres que destacan por su entrega y abnegación a causas que persiguen con las armas de la paz y la conciliación… ¿es azar? ¿Cómo entender este mecanismo?

La explicación se encuentra en el origen de las estirpes que resultaron de nuestros inicios. Establecido un Plan de Salvación por parte de Dios-Padre, hubo Caída y Transgresión, y como resultado una Estirpe de Paz, de Obediencia, de Humildad: Abel y sus descendientes; una minoría de frente a Caín y los suyos, una Estirpe desobediente, irascible, deseosa de poder, de lujuria, de venganza… una gran mayoría, que explica la herencia de comportamiento del Hombre con sus muchos episodios de violencia y desamor que poblan el orbe… en contraste a unos pocos que aman la paz y reconocen el amor de un Plan destinado a la Redención.

Invitamos a revisar los siguientes artículos de la página “Dispensación de Paz”. En ellos se desarrolla el origen y esencia de esta historia espiritual, cuyos efectos son los que el Hombre, en todo plano de su existencia, ha ejecutado, cuan desarrollo natural de la predominancia de las fuerzas que han gobernando nuestro mundo. Un gobierno que Cristo vino a destronar, entregando la vía de nuestra elevación, y que el Hombre aún no ha comprendido.

www.dispensacióndepaz.tk

Israel: la tierra de Caín, Junio 2, 2010

¡Exhortación para Abel!, Mayo 8, 2010

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