Curioso

ChileVisión en su noticiero central dio a conocer, como sus pares, el episodio de la familia en el sur de Chile que se preparaba para el final del mundo siguiendo las profecías de una niña de once años y armándose hasta los dientes. Pero este noticiero resaltaba como parte del acto delincuencial aspectos como: ‘juntaban velas y pilas’…’ tenían un altar llenas de figuras santas y de Cristo’… ‘acopiaban agua y alimentos…’ Y así seguían: ‘creen que el Mundo está a punto de terminar’ ‘Es una secta religiosa’ Y al final, más por deber a la realidad que por convicción, el locutor dice que estos adultos fueron presentados al tribunal por porte ilegal de armas. Es decir, no por creer que el mundo…o tener un altar…o juntar velas…ni nada de eso que ocupó siete minutos de una nota de ocho fueron llevados a tribunal estas personas.

¿Qué se pretende al entregar de esta forma una noticia? Que quede en la memoria de la gente común que es ridículo creer en estas cosas, que juntar velas y agua es de fanáticos, que tener un altar es peligroso, que las ‘sectas’ son un riesgo… Pero al final, la ley del Hombre solamente pudo imputar a esta familia el porte ilegal de armas y abrir una investigación por  sospecha de que uno de sus miembros habría muerto y lo habrían enterrado ilegalmente.

Obviamente que no concordamos con las prácticas extremas que pierden todo sentido de comunidad  y menos con el encierro fanático que no siembra ni construye, mucho menos con la idea de las armas, bajo ningún aspecto. Pero sí sabemos que estos fenómenos crecerán en estos tiempos, y por lo mismo es que el Hombre de Fe debe discernir cada caso en Oración y retirarse del torbellino del entorno para discernir con Fe a través de un dialogo sincero con Cristo,  por medio de la Biblia no como lectura intelectual, sino bajo profunda Oración y Diálogo con el Cristo Vivo, en modo que la palabra escrita tome esa condición particular de la Palabra Viva.

Pero nos llama la atención de cómo ciertos Medios abordan estos temas, y por lo mismo es que debemos ser ecuánimes y bien informados, además de personas con Espíritu, para desglosar la realidad que nos asalta desde estos amarillentos noticieros televisivos.