A 33 años de la Apertura de esta Dispensación y a 27 años del comienzo de la construcción de la Obra Sacerdotal, como cada 1 de noviembre desde 1997, se ha llevado a cabo la Reunión Anual del Sacerdocio bajo la Ley de Cristo. Reunidos en el Terreno Templario, el Sacerdocio y las personas cristicas que hacen parte del Movimiento de Fe Cristico, hemos asistido a un balance marcado por la vivencia espiritual, atesorando la historia de la construcción de esta Obra.
Hermanas y hermanos, sacerdotes y creyentes de Arica, Iquique, Copiapó, La Serena, Coquimbo, Valparaíso, Aconcagua, Región Metropolitana y San Fernando. 55 personas compartimos este peregrinaje por la precordillera al interior de Putaendo, haciendo prácticas meditativas y de oración en dos estaciones del camino, hasta llegar al Círculo Dual de piedras, lugar en donde acontecieron los Hechos que inician esta Dispensación del Reino y la apertura del Sacerdocio para todo Hombre y Mujer de fe en Cristo que opte por servir a su Plan.
En este lugar nos esperaba el Hermano Ricardo Andreé, Sacerdote Mayor y Mayordomo de esta Dispensación, quien nos transportó a la inocencia y dádivas del Reino desde nuestros inicios, con la simpleza, sencillez y sabiduría que lo caracteriza.
Esta Dispensación de Paz, entre otros objetivos, viene a restaurar y a reconducir la fe y la relación espiritual del creyente con Cristo, destronando la confusión, relativismo y ambigüedad que la apostasía ha instalado en la creencia y costumbre de las gentes de fe.
El Cristo Vivo nos Mandata entregar la Revelación de su Divinidad y la Gracia de la Salvación por ÉL ejecutada, y guiar hasta el Sacerdocio Bajo la Ley de Cristo a todo Hombre y Mujer que opte por servir al Plan Dispensario en estos Tiempos de Tribulación.
Desde la Salvación estamos bajo una Nueva Herencia: a) El Espíritu de Dios viviendo en el Hombre y Mujer cuan gobierno de la existencia, b) Ley de Resurrección en el paso por la muerte, es decir, Inmortalidad de acuerdo a los frutos de fe, y Vida Eterna para los Leales al Plan de Cristo; c) Sacerdocio de Melquisedec abierto para todo Hombre y Mujer que opta servir a Cristo y ser Agente del Reino Vivo, sembrando y heredando Sacerdocio a las generaciones venideras; d) La Madre Sabiduría cuan Don, Poder y Magisterio que Sella y Nutre toda la obra de fe y consagración; y e) preparación de la Segunda Venida de Cristo quien viene a abrir e inaugurar un nuevo Tiempo: El Milenio de Paz.
Ha sido un logro sostener una Obra Espiritual mandatada por Cristo durante 33 años sin transformarse en una iglesia, dogma o institución de tipo eclesiástico para fines que no sean los de Consagración y Sabiduría. En particular cuando esta Obra de Cristo no tiene referencia alguna en las prácticas de fe conocidas.
El mayordomo, en su lealtad a los Mandatos de Cristo, ha enseñado, defendido y resguardado lo Sagrado del Sacerdocio, fomentando el camino del Gobierno del Espíritu y la Dignificación del sacerdote en su servicio a Cristo. Ha nutrido profusamente la fe de todo creyente y seguidor de la Sabiduría en donde exista un Alma sensible a la Fe nacida del Espíritu, y ese testimonio de servicio y perseverancia, es para todo el Sacerdocio un ejemplo a seguir con humildad y sabiduría.
Resulta fundamental y urgente, entonces, mejorar la nutrición por vía del discernimiento espiritual y las prácticas de Oración y Meditación Cristica, en modo que cada integrante del Sacerdocio y Líder del Movimiento de Fe Cristicos sea un discípulo humilde de este Camino, y un Sembrador de Cristo entre los creyentes, es decir, una guía y maestría de muchas Almas que buscan a Dios y su Reino.
Los 55 asistentes, entre sacerdotes y creyentes, fuimos un solo Cuerpo en el Espíritu de esta Dispensación de Paz, quedando comprometidos con Cristo en ser sembradores de luz en este tiempo de tribulación.
Para el Sacerdocio es un compromiso todo salto, cambio y renovación que vaya en obediencia a nuestros Sellos y Pactos con Cristo y su Orden; también para los creyentes en sus distintos estados de consagración se apertura un itinerario de siembra y vida espiritual que lo lleve a ser un fiel colaborador y un futuro postulante al Sacerdocio bajo la Ley de Cristo.
Renovados en nuestros propósitos sacerdotales: expandir la Fe Cristica, entregar Sacerdocio, y preparar la Segunda Venida de Cristo, nunca más encarnado en Hijo de Hombre sino como el Dios Vivo que ES.
Sacerdocio bajo la Ley de Cristo
Orden de Melquisedec