Cuerpo de Consagrados bajo Sacramento, pertenecientes a la Ley de JesúsCristo, integrantes de la Dispensación de las Vísperas del Advenimiento del Milenio de Paz.
Ésta Dispensación fue decendida a los Hombres en estos Tiempos de Tribulación para dar orden en el ámbito espiritual; porque si algo se puede asegurar en estos tiempos es que hay un real caos al momento de preguntar ¿Quién es Dios? Esta y muchas preguntas se nos fueron respondiendo al entrar en el intersticio de la Sabiduría que Cristo nos ofrece como medio para conocer nuestro Espíritu . ¿Acaso no es más justo que un Ser Sabio, nuestro Espíritu, dotado con la capacidad de poder relacionarse directamente con Dios, gobierne nuestras vidas? ¿Eso ante que nosotros mismos la estropeemos con el gobierno del ego y lo mundano? Es ahí donde Cristo, en un sin número de veces, nos a dicho y enseñado que al Padre hay que orarle en Espíritu, porque Él Es Espíritu. Y es en eso que nos queremos centrar para darnos a conocer.
Estamos en un camino netamente espiritual, una senda necesaria para entrar definitivamente en la certeza de Dios; de aquello vivido en las múltiples demostraciones plenas de Sabiduría extraemos la fuerza para seguir esta senda repleta de manifestaciones con el Reino Vivo, dándonos conciencia de la verdadera libertad…aquella que desata toda atadura que nos impone el Mundo… y desde ahí entablamos nuestra Relación Personal con JesúsCristo.
Parte del camino es la entrega y permanente transformación que ejerce Cristo en nosotros, y para ello nos relacionamos directamente con lo divino, sin intervenciones de «terceros» como medio para vivir a Dios.
Somos un Cuerpo de Consagrado bajo Sacramento y unidos permanecemos en Espíritu; trabajamos en la labor del Reino con el Espíritu que nos inspira , somos un Cuerpo de construcción y consolidamos toda buena enseñanza atesorándola y llevándola a nuestra vida.
Damos testimonio del hecho manifiesto que Cristo en Jesús hizo para preparar su Segunda Venida, siendo esto el pilar doctrinario de nuestra creencia. Y tenemos la certeza de que la Conciencia (el despertar en Dios) es la mayor verdad ante el Hombre, ya que esta Conciencia desnuda al más ilustre de este Mundo… Dándonos a todos la opción a una verdad que nuestro Espíritu nos develará, porque es éste Espíritu que Nos habita el que tiene todo soporte real y verdadero en el Hombre, y es por éste Espíritu que nos relacionamos con Dios.
IMÁGENES DE NUESTRA ZONA
La Serena, Coquimbo y Vicuña
