‘Nunca es demasiado tarde…’ no parece aplicar ante hechos de tribulación que no descansan, y que seguirán golpeando nuestra realidad.
Puede el egoísmo miope y el individualismo extremo alegar que mientras ‘a mí no me toque… la tribulación no existe’. Lo cierto es que ya estamos bien entrados en el Tiempo de Tribulación.
Y la caída moral e institucional de los poderes del Mundo seguirá su abrupto descenso aunque lo oculten y disimulen. Podemos seguir pensando que el cambio climático es natural o es menor de lo que se cree… Podemos justificar guerras de todo tipo… podemos creer que los meteoros nunca nos golpearán en nuestro patio… o que las avalanchas son asunto de otro país, o que las sequías son soportables… en fin. Podemos engañarnos como queramos.
Lo cierto y real es que este Tiempo de Tribulación no se detendrá y se profundizará. Y que no hay nada, absolutamente nada que el Hombre y su iluso poder pueda hacer por cambiar lo que sí pudo evitar, y no quiso impedir.
Podemos seguir proclamando figuras de yeso y ataviadas imágenes en procesiones paganas. Podemos seguir llenando asambleas ante un pastor que grita interpretaciones bíblicas y en donde se hacen maratones por dinero. Somos libres de optar por los caminos que creamos pertinentes, convenientes o propios.
Lo cierto y real es que el Tiempo de Tribulación nunca dejará nada en su lugar, ni ofrecerá proyecciones de estabilidad quimérica, ni permitirá que los sueños perduren: todos, tarde o temprano, deberemos enfrentarnos a una suscitación permanente que nos obligará a mirar de frente a nuestra propia FE.
Cristo no yace muerto en la cruz: Cristo ha Resurreccionado y Vencido a la muerte y ha Ascendido al Lugar de su Reino desde hace ya dos mil años… ¡Dejen Ya de matar a Cristo una y otra vez y acepten que Cristo Reina y Gobierna a los Vivos en la FE!.
Porque Cristo, el Dios Vivo, HOY nos llama a CONSAGRARNOS ante ÉL y solamente ante ÉL. Y ante Él sellar un Compromiso de Fe: un Bautismo que nos transforme y nos convierta en Sacerdotes del Reino de Dios.
Varones y mujeres por igual hoy tienen ante sí el Camino del Sacerdocio bajo la Ley de Cristo… no para conformar instituciones del Mundo, sino para Consagrar a muchos creyentes que sienten el Llamado a convertirse en Agentes Activos del Plan de Salvación.
Hay un Camino ante estos Tiempos de Tribulación: SERVIR al Padre Creador y su Plan siendo nosotros leales Sacerdotes bajo la Ley del Cristo Vivo y Victorioso.
– Congregación Evangelista Carismática –