La Verdad nos hace Libres

Sobre la Carta Apostólica del Papa a la iglesia de Irlanda.

Recomendamos leer esta extensa misiva del primado vaticano dirigida a una institución irlandesa devastada por los escándalos de pedofilia y abusos a menores discapacitados.

Se trata de una larga exhortación más de carácter interno que una postura de aclaración y explicación abierta al mundo. Sin duda que la cúpula de gobierno en Roma consideró vital unir filas hacia el seno de la institucionalidad, antes que enfrentar el severo juicio de la opinión pública mundial. Si analizamos el contenido de este aluengo manifiesto, obviamente sin el fanatismo sectario de quién busca justificar lo injustificable, ni movidos por esa urgencia católica de hallar integridad y cohesión ante este derrumbe, tendremos claro que esta ‘Lettera’ fue redactada con criterios políticos bien precisos.

Con palabras fuertes y severas, que dan una sensación de justicia y firmeza, se reduce todo el mal a: 1) la institucionalidad irlandesa de la iglesia; 2) hechos pasados y en el pasado. Con esto el mensaje reduce el asunto a dos escenarios que no permiten irradiar el escándalo a otros tiempos más actuales, ni expande los nefastos hechos a otras latitudes. Esquematizado el asunto entre estas veredas, cuando las noticias reventaban en Alemania, Escocia, y la deuda de Boston se colocaba nuevamente en el tapete, y la sombra de la Legión de Maciel era exorcizada quemando al cabecilla, pero limitando los efectos sobre los secuaces y la omisión institucional que justificó y permitió la mentira del fundador de los Legionarios… reduciendo y limitándolo… el Vaticano pretende estigmatizar una cabeza del diablo, y no atacar las otras que siguen actuando en los ganglios del poder curial de la institución. Es una movida política mirante a sostener las bases dispersas y confundidas de su grey.

El párrafo 3 de la epístola se explaya en menciones ‘patrióticas’ de carácter chauvinista  que ensalzan la memoria de los católicos irlandeses. Expediente necesario en una arenga que debe ordenar filas y reunificar en medio de la vergüenza.

En el párrafo 4 el Papa intenta una explicación que nada explica sobre las causas que condujeron a que los irlandeses de su iglesia, y solamente los irlandeses, pudieron errar tanto: que no entendieron o mal comprendieron la esencia del Concilio Segundo del Vaticano; que la secularización tomó la mano de la curia y los obispos; que se establecieron lealtades a los arzobispados locales y no a la Iglesia como un todo universal; que fueron ‘desatendidas’ las costumbres de penitencia y confesionales.

Leemos textualmente: ‘Certamente, tra i fattori che vi contribuirono possiamo enumerare: procedure inadeguate per determinare l’idoneità dei candidati al sacerdozio e alla vita religiosa; insufficiente formazione umana, morale, intellettuale e spirituale nei seminari e nei noviziati; una tendenza nella società a favorire il clero e altre figure in autorità e una preoccupazione fuori luogo per il buon nome della Chiesa e per evitare gli scandali, che hanno portato come risultato alla mancata applicazione delle pene canoniche in vigore e alla mancata tutela della dignità di ogni persona. Bisogna agire con urgenza per affrontare questi fattori, che hanno avuto conseguenze tanto tragiche per le vite delle vittime e delle loro famiglie e hanno oscurato la luce del Vangelo a un punto tale cui non erano giunti neppure secoli di persecuzione.’ (‘ciertamente, entre los factores que contribuyeron, podemos enumerar: procedimientos inadecuados para determinar la ideonidad de los candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa; insuficiente formación humana, moral, intelectual, y espiritual en los seminarios y entre las novicias; una tendencia en la sociedad para favorecer al clero y otras figuras con autoridad, bajo una preocupación fuera de lugar por  el buen nombre de la iglesia y para evitar los escándalos, que han conllevado al resultado de la falta de aplicación de las penas canónicas que están en vigor, y a la ausencia de tutela sobre la dignidad de cada persona. Es necesario actuar con urgencia para hacer frente a estos factores, que han tenido una consecuencia trágica para la vida de las victimas y sus familias, y han oscurecido la luz de los Evangelios a un punto tal que ni siquiera fue logrado en siglos anteriores de persecusión’).

Oscurecer a la iglesia, es oscurecer a los Evangelios. Claro, se parte del principio que es la iglesia el tutor y única autoridad de Cristo y de los Evangelios en la Tierra. Y según esto, que las tinieblas caigan sobre la curia y la institución… tiene por efecto el oscurecimiento de Cristo y Su palabra.  Esta ‘lógica’,  que puede parecer natural para quién la defiende y escribe, es apostasía clara, evidente y desenfrenada.  Cristo es Dios, y desde los Hechos de Salvación, dice Pablo, el sacerdocio ya no cumple los roles de intermediario que ejercía bajo la Antigua Ley. Hoy, el sacerdocio tiene como Sumo Sacerdote en la Línea Perpetua de Melquisedec a un Sumo Sacerdote que es Dios Vivo, al Cristo en Persona; y por el Espíritu, que se activa y vive en y por la Fe, el Hombre entra al sacerdocio nuevo por el Bautismo y su Nuevo Nacimiento. Un sacerdocio para varones y mujeres por igual, porque la Salvación no hace distingo de razas, pueblos, naciones o género. Y son Los Evangelios una base de la Nueva Ley que no se puede aplicar junto a la Antigua Ley, y que supera a la anterior:  porque una es la Ley sin el Cristo Salvador y sin Espíritu Santo cuan Magisterio en el Espíritu del Hombre…y otra es la Nueva Ley con Cristo Vivo y Victorioso y con Espíritu de Sabiduría actuando en la enseñanza espiritual del Hombre.  Y esta realidad no depende de que una iglesia caiga o se mantenga con subterfugios mundanos y humanos, ni está sujeto al pecado de la curia, sino que se trata de una realidad permanente, que no es de este mundo, que eleva al Hombre de este mundo y lo coloca a las puertas de la Voluntad del Padre. Dios no está supeditado a los Hombres, y menos al pecado del sacerdocio apostata.

Si estos argumentos fuesen la defensa de un grupo humanitario de la cruz roja, o de los scouts, o la confraternidad de los buenos Hombres… se entendería, pues habla de cosas del mundo, para una orgánica bien intencionada que trabaja en el mundo para aspectos de buena humanidad. Pero tratándose de una curia que se adosa el oscurar o aclarar a los Evangelios, representantes vicarios de la divinidad… resulta esta bateria de palabras algo contraproducente, escaza, cobarde y sin sentido…pero comprensible. La Iglesia Católica es una institución con un Fin en Si Misma, y sus representantes debieran pasar por cedazos psicólogicos, intelectuales , de estudios y comprobaciones que suelen ser lícitas y necesarias en el colegio médico o de abogados, pero que son insuficientes y fuera de lugar para una tarea espiritual.

El rol político de esta iglesia es evidente, y la sociedad, o la clase política secular con la cual comparte poder y gestión cultural, tiene a su vez influencia en las autoridades clericales, al punto que por defensa del Status quo este segmento social esconde e induce a ocultar los escándalos en nombre de la protección de su iglesia…porque si cayera la ideología de la fe instrumental…caería la nomenclatura del poder, y eso no se puede permitir.  El Papa se queja entonces que este celo por el buen nombre de la Iglesia conllevó a  olvidar el derecho canónica vigente en la institución; es decir, es cuestión de legalidad institucional pasada a llevar.  Claro que echar la culpa a la sociedad que intenta resguardar con malas artes a su iglesia del escándalo no exime a los cientos, no pocos, de obispos, y sacerdotes con autoridad que se confabularon para escapar de la ley del Hombre y sus tribunales , prescindiendo de la justicia de Dios que les estaba mirando y sentenciando. El Papa quiere creer que si el derecho canónica se hubiese respetado nada de esto hubiese abundado…la culpa es de la sociedad y su tentación de ‘buenas intenciones’.

Se dirige a las víctimas: ‘È comprensibile che voi troviate difficile perdonare o essere riconciliati con la Chiesa. A suo nome esprimo apertamente la vergogna e il rimorso che tutti proviamo. Allo stesso tempo vi chiedo di non perdere la speranza. È nella comunione della Chiesa che incontriamo la persona di Gesù Cristo, egli stesso vittima di ingiustizia e di peccato. Come voi, egli porta ancora le ferite del suo ingiusto patire. Egli comprende la profondità della vostra pena e il persistere del suo effetto nelle vostre vite e nei vostri rapporti con altri, compresi i vostri rapporti con la Chiesa. So che alcuni di voi trovano difficile anche entrare in una chiesa dopo quanto è avvenuto. Tuttavia, le stesse ferite di Cristo, trasformate dalle sue sofferenze redentrici, sono gli strumenti grazie ai quali il potere del male è infranto e noi rinasciamo alla vita e alla speranza. Credo fermamente nel potere risanatore del suo amore sacrificale – anche nelle situazioni più buie e senza speranza – che porta la liberazione e la promessa di un nuovo inizio.’ (‘Es comprensible que ustedes encuentren dificultad en perdonar y reconcialiarse con la iglesia. A su nombre expresamos toda nuestra verguenza y el remordimiento que sentimos; al mismo tiempo,  les pido de no perder las esperanzas. Es en la comunidad de la iglesia que hallamos a la persona de JesúCristo, él mismo victima de injusticia y de pecado. Como ustedes, él lleva aún las heridas de su injusto sufrir. Él entiende en profundidad vuestra tristeza y su persistente efecto en nuestras vidas, y en la relación de ustedes con los demás, comprendiendo vuestra relación con la iglesia. Sé que algunos de ustedes encuentran dificil entrar siquiera a un iglesia después de todo lo acaecido. Sin embargo, son las mismas heridas de Cristo, transformadas por su sufrimiento redentor, el instrumento gracias al cual el poder del mal se ha despedazado, y así nosotros renacemos a la vida y a la esperanza. Creo firmemente en el poder sanador de su amor sacrificial –aun en las situaciones más oscuras y carentes de esperanzas- que  trae la liberación y la promesa de un nuevo inicio’).

Verguenza y remordimiento son sentimientos humanos loables y dignificantes… cuando las Causas del mal cometido son puestas sobre la mesa del juez y la gente por la misma mano y voluntad de quienes han delinquido; es decir, la verguenza es creíble cuando ésta empuja a confesar sin que exista una presión fuera de la propia conciencia. Es relativa cuando esta verguenza es efecto de haber sido sorprendidos y descubiertos. No se trata de la misma verguenza: una es digna, la otra es paupérrima y espúria.  El remordimiento de quién delinque, según la práctica de justicia, debe conllevar a declarar todo el mal sin guardar nada y colaborar ampliamente con la investigación y los tribunales. Un remordimiento genérico, sin colaboración plena con la verdad, es cínico, hipócrita y mentiroso. Verguenza y remordimiento debe concretarse en actos, hechos, verdad y apertura de los nocivos secretos guardados celosamente en los archivos de un Estado cuyo miembros han sistemáticamente violentado toda ley, código y moral. O es profunda la verguenza y remordimiento que conduce a luz y verdad, o simplemnte es una pilleria política para  seguir escondiendo la luz debajo de la alfombra vaticana. Qué las palabras se vean hechas realidad yendo al fondo de cada asunto.

Las afirmaciones del Papa son ofensivas para el cristianismo no católico, y son un reto doctrinario definitivo y tajante: por siglos se ha levantado el sufrimiento, las heridas y el martirio de Jesús como elemento salvador; y siempre que un creyente católico sufre, ahora por herida infringida por una aguda punta de su mismo árbol, se rellama a la redención del dolor de Jesús para, en definitiva, someter al creyente, anularlo, y con esto justificar la miseria que vive  y siente. Pero este argumento parte de premisas falsas: el sufrimiento de 12 días que pasó Jesús no son el elemento salvador que alza la calidad espiritual del Hombre, sino son los Hechos en los Tres Días de la muerte de Jesús, en el cual el Cristo Dios vence a los infiernos y sus potestades, aquello que en definitiva eleva al Hombre e instaura una Nueva Ley de Vida. De acuerdo a estos Hechos, es la Victoria de Cristo y los Cambios que Él provoca el factor determinante que libera al Hombre y lo dejan a merced de su Conciencia, Opción y propia Siembra, para ser medido al final por sus propios  frutos. La meta de este Plan Liberador es alcanzar la Voluntad del Padre para poner por Obra su Designio. Esta realidad saca de contexto la teoría del dolor que justifica el padecimiento del creyente, y arrasa con la teología del sufrimiento que redime al pecador. Porque el pecado, desde Cristo, no es mayor al poder de la Fe en el Salvador, y el dolor puede ser efecto de la lucha entre dos fuerzas espirituales en el universo humano, pero no es ley de redención obligada bajo las heridas de Jesús en la cruz. El dolor que somete, y la esperanza de nuevos inicios… ha sido la pareja doctrinaria elegida y predilecta para restaurar la autoridad del viejo sacerdocio. Por el contrario: la Victoria y Liberación de Cristo y la CERTEZA en la Nueva Ley de Vida son las claves que conducen al Hombre de Fe hacia la alta meta del Padre y su Voluntad. Colocar a JesúsCristo cuan ‘víctima de injusticia y pecado’ es derrotar la potestad divina de Cristo y justificar la injusticia, y potenciar al pecado. Nada de eso es apegado a la verdad de CristoJesús: bien dijo de su boca que debía pasar por este amargo trago para hacer la Voluntad del Padre, y de tal manera liberar del mundo a Los Suyos… mas, en Tres Días alzó el Nuevo Templo que en nada asemeja a la piedra y materia de la vieja religión. La afirmación Papal niega la potestad de Cristo, califica el Plan del Padre como injusticia, y concede al pecado la victoria sobre JesúsCristo.

Toda el contenido, en general, de este panfleto apunta a la responsabilidad personal, y la traición de los tragresores para con su iglesia: deben someterse a la justicia de Dios y de los Hombres, dice. Pero hasta el final, ni en esta misiva, ni en casos anteriores, asume el primado la responsabilidad institucional de su iglesia, y bajo la petición de piedad de Dios, y la responsabilidad de cada uno de los caídos… se lava beatamente las manos.

Esta epístola es una intención de sanidad dirigida a las filas internas del catolicismo. Hay quienes exultan por la justicia del contenido de esta carta, pero fuera de la vista sectaria y corporativa, las palabras del jefe de esta institución del mundo no aportan en nada a la verdad de los graves hechos, y trata de remover el pántano para cuajar nuevamente el lodo.

El Sacerdocio bajo la Ley de JesúsCristo considera que estos eventos, que no se limitan a Irlanda, y no corresponden solamente al pasado, son en verdad una arista más de un sistema corrupto que posee variados y extensos precedentes en otras áreas delictivas, como el escándalo del Banco Ambrosiano y su ligamen con la mafia de la P.2 y el tráfico de armas. Toda la argumentación que se manifiesta en esta carta parte de bases erradas y altamente contrarias a la Verdad de Cristo. Se endosa esta institución el poder de esclarecer o oscurecer los Evangelios, y somete a Cristo a su exclusiva acción y representación. Solamente el sacerdocio católico, leemos, posee ese medio ( o medium) sacramental para que Cristo se haga ‘persona’. Esta teoría es conocida en la demoniología, pues en ésta se parte de la base confesada de un dios que requiere representantes e instrumentos humanos, no pudiendo prescindir de estos intermediarios, y por lo mismo es un ‘dios caído’ que usa y posesiona, y nunca libera y entrega libre discernimiento… y esa es la forma de los demonios. Nuestro Dios Vivo no requeriere de intermediarios, ni está supeditado al poder de los Hombres: es un Dios Gobernante que actúa por la Fe en el Cristo Salvador, y que por la Fe en el Cristo Liberador llama al Magisterio del Espíritu Santo, y deja al Hombre libre en su verdad y en su siembra, en modo que la Justicia y la cosecha esté en Manos Divinas y nunca bajo juicio de otros Hombres. Y este Camino Salvador en el cual todo- y todos-  debe -y debemos- medirse y pesarnos, conduce, en la victoria personal, al umbral sagrado de La Voluntad del Padre; y la obediencia del Sujeto se mide por el acto de colocar por Obra la Voluntad el Designio del Padre… tal y cómo el Padre ordena. He ahí el sentido del Plan de Cristo. Y esta verdad está ausente y es ajena a la teoría del sufrimiento y lejos se halla de la justificación de los pecadores. Tanto el sufrimiento como condición impostergable y el pecado cuan cadalso inexorable son doctrina de los infiernos.

Sabemos que si un creyente ha pensado y actuado pretendiendo ser buena oveja para así agradar a Dios, y por lo mismo castró su conciencia en el Cristo Vivo y siguió ciegamente a su institución y su curia, dificilmente hoy podrá diferenciar y discernir la realidad de los Evangelios de esa alambicada argumentación manipulada por sus pastores. Pero el sentido de decencia y verdadera moral que dictamina la conciencia de Bien, debe quedar atenta y bien despierta ante estos hechos, y si aún el creyente no logra una cabal comprensión, al menos es deber de sanidad mantener su visión objetiva y crítica en torno al actuar de su institución religiosa; pero sobre todo, debe el creyente tomar por fín su Relación Personal con Cristo Dios, y sacudirse de un fraudulento manto protector que anestesia su espiritualidad y traba su ascenso hacia el Padre.

Que caigan las iglesias no significa que Jesús muera nuevamente en la cruz: pues Cristo es Dios, y habiendo ya pasado por los 12 días de martirio, y habiendo ejecutado el Acto de Liberación más vital y benéfico que el Hombre haya recibido por Gracia… toca ahora al Hombre de Fe asumir su propia siembra y dejarse guíar por el Poder de Dios, y esta verdad no es de estos días… siempre, hace dos mil años,  ha estado vigente en la Fe de todo Hombre de Buena Voluntad.

Decimos al creyente que debe Consagrarse, y que el sacerdocio nuevo está activo bajo la conducción del Sumo Sacerdote Celestial, el Cristo Vivo. El Reino no es de este mundo. Tú puedes alcanzar el Reino de Dios. ¡Deja que lo  muerto del mundo entierre las cosas del mundo que nunca han tenido vida en el Cristo Dios! Sin la Vida que Cristo brinda, para certeza, y no para esperanza…certeza… de Los Suyos, no hay Evangelio vivo: porque toda Sabidría de Dios proviene solamente del Magisterio del Espíritu Santo, y no hay otro Magisterio que sea real en el Camino de Redención.

Sabemos que la Mano de la Justicia del Reino mueve la apertura de aquello que se ha querido mantener oculto, y esta Verdad seguirá apareciendo ante nuestros ojos… para que seamos libres de complicidades y omisiones, y podamos entrar en la Casa Espiritual del Cristo Dios.

Abril 2010. Sacerdocio bajo la Ley de JesúsCristo.

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