El orgullo ha de saber, que de su ceguera se puede desprender…. si su origen no es de nacimiento… es estructura adquirida por entrenamiento, efecto de quimera arraigada en la tierra, por lo iluso de la carne, la mente y el conocimiento, carente de la trama que entrevera el Firmamento, a través del Cristo en su Portento .
El orgullo, se levanta pensando en la luz de sus planes y goza mirando el sol, creyendo disfrutar de todos los años que han de venir y en su vana ilusión sin poder vislumbrar.
El orgullo se jacta orgulloso de su gran talento y habilidad para arrogarse todo cuanto ha conseguido por propio poder y saber, brillando con fuerza y honor, diploma y verdad.
El orgullo cuando prevalece, se iguala con la inteligencia de Dios, controlando todo su alrededor, se ufana soñando de todo servicio que debe recibir, pues merecido se lo tiene, y los suyos… sus siervos son.
El orgullo, ignora que el Gran Siervo es Cristo, el Hijo De Dios, quien ama la Justicia. Por ella vino y por ella ha de venir, el Cristo el Dios vivo, quien se manifiesta con su Justicia Divina , la esparce y la disemina en este tiempo que hemos de vivir .
El orgullo, no conoce el Tiempo de Tribulación, no entiende de causas y efectos, no repara en arrepentimiento ni perdón, mas, va por la vida, imponente y arrogante, vanidoso y jactancioso, desentendiéndose de la Voluntad del Creador.
El orgullo ha de saber, que de su ceguera se puede deshacer, disolviendo modelos construidos, emprendiendo retiradas de vías truncas y torcidas, retornando a condiciones y calidades que devuelven la vida.
El orgullo tiene un contador, que administra su futuro, para gozar cuan modelo de perfección, todo merecido de lujo y placer, pues por tesoros conquistados se ufana cuan Prima Donna… que halla equivalencia de Dios, en su inteligencia.
El orgullo, no sabe entrar en puertas de discernimientos, porque no cuadran con sus inquietudes y requerimientos: el sentir, comprender y obedecer la Voluntad del Primogénito que se hace presente con su Enjuiciamiento, al mando de todo Poder y por sobre el orgullo en su saber.
El orgullo en este tiempo, ha vivido el peligro de la Conmoción, una intervención desde el Macro Cosmos, que tiene un lenguaje que avisa y advierte que dicho orgullo debe disolverse, aplicando en el fondo de su corazón, disciplina, tesón y un vuelco en la razón.
El orgullo, ante este nuevo Orden, pareciera no tener razonamiento, con desdén se pasea por sus laberintos con diferentes caretas que cubren su altivez, que embriaga el ensimismamiento.
El orgullo ha de saber, que puede salir airoso de todo este acontecer, con un cambio de actitud, con nueva disposición, con un guía que lo pueda esclarecer, para encaminar una nueva existencia, bajo el alero de la verdad que ilumina, la verdad de Cristo Jehová, el Gran Conductor.
El orgullo ha de saber, que su ceguera puede desaparecer, pues sólo la verdad lo puede transformar en visión espiritual, la que debe buscar investigando, para no olvidar, para no tan sólo recordar, para discernir y saber….
LO QUE ESCUCHO… LO OLVIDO.
LO QUE VEO… LO RECUERDO.
LO QUE HAGO… LO SÉ
Colaboración Hna Marisol Basso
Sacerdote Menor de Melquisedec.