Tendríamos que despejar el campo de hierbas varias: dos mil años de historia dejan mucho césped y foresta yerma que talar.
Si tenemos un camino corto ¿para qué tomar el largo? Todos debemos morir, la muerte no puede ser un tabú que algún dogma nos prohíba tocar. Y si enfermamos, envejecemos y morimos… pero no carecemos de inteligencia, sensibilidad y espiritualidad… ¿qué motivo posee esta vida? Nada es casual, y de algún modo aquello que somos ya nos coloca la pregunta del ¿para qué?
Volvamos a la sencillez: tanta doctrina y ‘verdades’ humanas no nos dan solución al tópico final de nuestra existencia. Hablamos de creyentes, dejamos al incrédulo a solas con su vanidad; y como creyentes en Dios la cuestión se torna simple: ¿cuál es la Voluntad del Creador en mí?
Vayamos en pos de esa respuesta; entre Ud. en Oración En Espíritu; Medite sobre lo revelado por los Evangelios , y declare ante Dios su disponibilidad sincera de tener y sostener la propia voluntad para llegar a Conocer la Voluntad del Padre en su Espíritu ¡Ud. entréguese! Verá que el Camino Espiritual está hecho para los humildes… como Dios entiende a los humildes.
Nadie alcanzará la Voluntad del Padre por filosofía, por conocimiento, por religión o por obras puestas de mutuo propios. Solamente el Camino Espiritual, la Relación con Cristo por medio del Espíritu, nos conducirá a la Conciencia de nuestra verdad: esa es la Verdad que nos hará Libres.
El Camino a Dios y Su Voluntad es sencillo, estrecho, simple y real. Solamente se requiere humildad y amor a Dios.
El Director