Abusos en Irlanda, mal «endémico»
20 de mayo de 2009
Redacción BBC Mundo- Una investigación sobre el maltrato de niños cometido durante décadas en las instituciones católicas irlandesas llegó a la conclusión de que el abuso sexual era «endémico» en estos centros educativos y religiosos.
Los investigadores también determinaron que el abuso emocional y físico así como la negligencia eran característicos de dichas instituciones.
En las escuelas «se imponía un régimen severo y se sometía los niños -e incluso al personal- a una disciplina absurda y opresiva», reza el documento elaborado por una comisión especial, que comenzó su trabajo en el año 2000.
El periodista de la BBC Sean Fanning informó que la Comisión Para Investigar el Abuso Infantil -presidida por uno de los jueces de la Corte Suprema irlandesa- se estableció 9 años atrás luego de que se difundiera un documental televisivo con entrevistas a las víctimas y de una disculpa pública del ex primer ministro de la República de Irlanda, Bertie Ahern.
Miles de víctimas
Esto me ha devastado y devastará a la mayoría de las víctimas porque no se han levantado cargos criminales y nadie ha sido declarado responsable
John Walsh, víctima de abusos
Los autores del informe sostienen que los inspectores del gobierno durante aquellos años no impidieron las golpizas crónicas ni las violaciones ni la humillación a la que fueron sometidos los niños.
La investigación abarca un período de 60 años (entre la década del 20 y los años 80) en el cual cerca de 35.000 niños fueron integrados a un sistema de reformatorios, escuelas industriales y talleres.
Dichas instituciones albergaban a los niños abandonados o descuidados por sus familias, pero también iban a parar allí jóvenes acusados de delitos menores.
También las madres solteras, enviadas por sus propias familias.
Más de 2.000 personas le informaron a la comisión haber sufrido tormentos físicos y sexuales mientras permanecieron en dichas instituciones.
20 de mayo de 2009
Irlanda reacciona al informe
Víctimas y activistas protestaron en la conferencia de prensa en la que se presentó el informe.
El informe que revela lo sistemático del abuso emocional y físico a los niños en instituciones católicas irlandesas ha generado controversia y airadas reacciones en esa república europea.
Desde el primer ministro, hasta políticos, víctimas y líderes religiosos opinaron sobre las conclusiones de la investigación que llevó 9 años.
5 de junio de 2009
Más compensaciones para víctimas de abuso
La Iglesia Católica de Irlanda aceptó que una auditora externa calcule su capital con el fin de incrementar el monto compensatorio que se destinará a pagar a los niños abusados.
El escándalo de los niños abusados produjo indignación en la sociedad irlandesa.
En reacción a la presión pública, 18 órdenes religiosas acordaron formar parte de la auditoría y dijeron este jueves que ofrecerán mayor compensación a las personas que fueron golpeadas y violadas en escuelas católicas.
6 de junio de 2009
El Papa recibe a religiosos irlandeses
El Papa expresó su solidaridad con las miles de víctimas de los abusos sexuales en Irlanda.
El Papa Benedicto XVI se reunió este viernes con los líderes de la Iglesia Católica de Irlanda para conocer de primera mano los detalles del informe sobre abusos sexuales cometidos en instituciones religiosas de ese país, hecho público hace unos días.
26 de noviembre de 2009
Irlanda: Iglesia y Estado «ocultaron abusos»
El arzobispo de Dublín pidió disculpas a todas las víctimas de abusos sexuales.
La Iglesia Católica irlandesa, en connivencia con las autoridades, ocultó durante décadas los abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes de la Arquidiócesis de Dublín, según reveló un informe presentado este jueves por el ministro irlandés de Justicia, Dermot Ahern.
En el texto se examinan las acusaciones presentadas por 320 personas contra 46 sacerdotes -11 de los cuales fueron condenados por abusos sexuales a menores- por hechos ocurridos entre 1975 y 2004.
También se analiza el manejo del escándalo por parte de los miembros de la jerarquía católica irlandesa, entre ellos cuatro arzobispos.
17 de diciembre de 2009
Obispo renuncia por escándalo de abusos
El obispo irlandés pidió disculpas.
El obispo irlandés Donal Murray, criticado por no investigar abusos a menores dentro de la Iglesia Católica en su país, renunció este jueves, según informó el Vaticano.
El obispo de Limerick era uno de los cinco obispos en funciones que fueron criticados fuertemente por una reciente investigación sobre los abusos. Murray es el primero que dimite desde la publicación del reporte.
Murray falló en investigar denuncias contra un cura pedófilo, algo que la indagación calificó de «inexcusable».
Al anunciar su renuncia en la catedral de San Juan, en Limerick, el obispo pidió «humildemente» disculpas a todos los que habían sido víctimas de los abusos.
«Sé muy bien que mi renuncia no puede deshacer el dolor que los sobrevivientes de abuso han sufrido en el pasado y siguen sufriendo cada día», aseguró.
El Vaticano confirmó que el Papa Benedicto XVI aceptó la renuncia del obispo Murray, pero no hizo mención al escándalo.
24 de diciembre de 2009
Renuncia otro obispo en Irlanda
El obispo Moriarty dijo esperar que su renuncia sirva de alguna forma a las víctimas.
Un segundo obispo renunció en Irlanda tras la publicación de un informe condenatorio que acusó a líderes católicos de esa nación europea de ocultar casos de abuso infantil.
Este miércoles, el obispo de Kildare y Leighlin, James Moriarty, anunció que había ofrecido su dimisión al Papa, pese a haber dicho previamente que no tenía motivos para renunciar.
Moriarty reconoció que debía haber cuestionado la forma en que su iglesia manejó las denuncias contra sacerdotes y dijo que espera que su renuncia «honre la verdad que los sobrevivientes han descubierto con tanta valentía y abra el camino a un futuro mejor para todos los involucrados».
«Yo sé que cualquier acción de mi parte ahora, no quita el sufrimiento a las personas que lo han padecido. Pido disculpas de nuevo a todos los sobrevivientes y sus familias».
26 de diciembre de 2009
Otros dos obispos irlandeses dimiten
Otros dos obispos católicos irlandeses renunciaron como consecuencia del informe que criticó a líderes de la Arquidiócesis de Dublín por la forma en que manejaron las denuncias de abusos sexuales por parte de sacerdotes.
Walsh (en la foto) y Field eran obispos auxiliares de Dublín.
Eamonn Walsh y Raymond Field hicieron conocer su decisión a través de un comunicado conjunto leído en la misa de medianoche.
Ambos indicaron que esperan que sus renuncias ayuden a llevar paz a las víctimas de los abusos.
Cuatro de los cinco obispos criticados en el informe de la Comisión de Investigación de la Arquidiócesis Católica de Dublín, que analizó decenas de casos entre 1975 y 2004, han dimitido.
16 de febrero de 2010
Papa: en Irlanda se cometió «crimen atroz» contra menores
Fue la tercera reunión del Papa con los obispos en siete meses.
El Papa Benedicto XVI calificó de «crimen atroz» y «grave pecado» los abusos a menores por parte de sacerdotes en Irlanda.
El pontífice se reunió durante dos días con los 24 obispos de la Conferencia Episcopal de Irlanda para tratar el escándalo de pederastia que ha sacudido a la Iglesia Católica de ese país y que se ha saldado con la renuncia de cuatro prelados.
Irlanda: Iglesia y Estado «ocultaron abusos»
La Iglesia Católica irlandesa, en connivencia con las autoridades, ocultó durante décadas los abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes de la Arquidiócesis de Dublín, según reveló un informe presentado este jueves por el ministro irlandés de Justicia, Dermot Ahern.
En el texto se examinan las acusaciones presentadas por 320 personas contra 46 sacerdotes -11 de los cuales fueron condenados por abusos sexuales a menores- por hechos ocurridos entre 1975 y 2004.
También se analiza el manejo del escándalo por parte de los miembros de la jerarquía católica irlandesa, entre ellos cuatro arzobispos.
En el documento de 700 páginas, que fue publicado con una serie de cortes para no perjudicar presentes o futuros casos penales, se asegura que la Iglesia puso la reputación de la institución por encima del bienestar de los menores.
Además, señala que la jerarquía eclesiástica consideró más importante «evitar escándalos» que implicarían a personas de alto perfil, en vez de impedir que los abusadores repitieran sus crímenes.
Así, en lugar de informar de las denuncias de abusos a las autoridades, los sacerdotes implicados fueron transferidos de parroquia en parroquia.
«La preocupación de la Arquidiócesis de Dublín a la hora de manejar los casos de abusos sexuales a menores, al menos hasta medidos de los años ‘90, fue mantener la discresión, evitar los escándalos, y proteger la reputación y los bienes de la Iglesia», se asegura en el documento.
Disculpas
Tras la presentación del informe, el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, dijo sentirse avergonzado por las conclusiones del mismo y pidió disculpas a todas las víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos.
«Ofrezco a cada uno de los superviviente mis disculpas, pena y vergüenza. El hecho de que los abusadores eran sacerdotes representa una afrenta para el sacerdocio. Ninguna palabra de disculpa será suficiente», agregó el arzobispo.
El informe asegura que la arquidiócesis que ahora encabeza Martin hizo todo lo posible para «evitar cualquier aplicación de la ley del Estado» en los casos de abusos.
También indica que cuatro arzobispos –John Charles McQuaid, quien falleció en 1973; Dermot Ryan, fallecido en 1984; Kevin McNamara, fallecido en 1987; y el cardenal Desmond Connell- evitaron proporcionar información sobre los abusadores.
Además, señala que las autoridades eclesiásticas que tuvieron conocimiento de las denuncias de abusos eran gente educada, que en algunos casos contaban con conocimientos de derecho canónico y civil, por lo que «resulta muy difícil aceptar» su supuesta ignorancia.
Las autoridades irlandesas también son criticadas duramente en el informe, especialmente la policía, por su relación de connivencia con la Iglesia.
También la policía
En el documento se asegura que los altos mandos policiales consideraban que los sacerdotes estaban por encima de la ley y que algunos agentes «informaban a la diócesis sobre denuncias en lugar de investigarlas».
«Las autoridades del Estado facilitaron el encubrimiento al no cumplir con sus obligaciones y asegurar que la ley se aplicase a todos por igual, lo que permitió a las instituciones de la Iglesia mantenerse fuera del alcance del proceso legal normal».
El comisionado de la policía irlandesa Fachtna Murphy aseguró que fue difícil y perturbador leer de manera detallada los abusos cometidos y el fracaso por parte de la iglesia y del Estado a la hora de proteger a las víctimas.
«La comisión ha hallado que en algunos casos los individuos que buscaron asistencia no siempre recibieron el nivel de respuesta o protección que cualquier ciudadano en problemas debe esperar de la policía irlandesa», dijo Murphy.
El ministro irlandés de justicia, Dermot Ahern, cuyo departamento encargó el informe, aseguró que se trata de «un escándalo de proporciones insospechadas», en el que el «bienestar de los niños nunca se tuvo en cuenta».
El informe de este jueves se conoce seis meses después de la publicación del conocido como Informe Ryan, en el que se recogían los testimonios de unas 2.000 personas que afirman haber sufrido abusos sexuales mientras se encontraban al cuidado de instituciones católicas.
Esa investigación concluyó que los líderes de la Iglesia sabían que los abusos sexuales eran un problema «endémico» en las instituciones católicas para menores de edad.
La Iglesia Católica irlandesa se enfrenta al pago de compensaciones a las víctimas de abusos sexuales por un monto que podría rondar los US$1.500 millones, cifra muy superior a los US$180 millones que la institución negoció con el gobierno irlandés en 2002.
Pederastia: fuertes críticas al Papa
Redacción BBC Mundo – Grupos de víctimas de abuso sexual en Irlanda calificaron de «insuficiente» la respuesta del Papa Benedicto XVI tras dos días de reuniones con los obispos irlandeses para tratar el escándalo de pederastia que ha sacudido a la Iglesia Católica en ese país.
Al concluir su encuentro con los prelados este martes, en un comunicado vaticano, el pontífice calificó de «crimen atroz» y «grave pecado» los abusos a menores por parte de sacerdotes irlandeses.
Sin embargo, para grupos de apoyo a las víctimas la respuesta papal fue «inadecuada» porque El Vaticano no asume responsabilidad por el encubrimiento que hicieron la iglesia e instituciones católicas del abuso sexual, físico y psicológico a menores durante décadas.
Colm O’Gorman, víctima de abuso y fundador del grupo One in Four, que apoya a personas que han sufrido abuso sexual o violación, le dijo a la BBC que «este encuentro no es sino un ejercicio cínico de relaciones públicas que ha logrado muy poco».
Según él, «no se necesitan dos días de encuentro para decir que la pederastia es un crimen atroz».
O’Gorman explicó: «El hecho de que el Papa no haya mencionado que la iglesia en Irlanda ocultó los abusos o reconocido la magnitud global del abuso sexual por parte del clero y la responsabilidad del Vaticano, es francamente engañoso y deshonesto».
Sostuvo, además, que ha sido «política vaticana» evadir responsabilidades en el escándalo escudándose en que se trata de un problema «de la iglesia nacional de Irlanda. Es una mentira. No existe una iglesia nacional en Irlanda. Sólo hay diócesis católicas que responden a Roma»
La manera en que se ha manejado el asunto, en su opinión «sin duda ha dañado de manera irreparable a la Iglesia Católica» y el mensaje del Papa (de este martes) «ha aumentado mucho más ese daño».
«Sin precedentes»
Pese a las críticas de O’Gorman, observadores aseguran que el encuentro de Benedicto XVI con los obispos irlandeses fue un primer paso para restaurar la confianza entre la institución y los fieles, y que El Vaticano priorizó la atención al escándalo con medidas «sin precedentes».
El especialista en temas vaticanos Francis Rocca aseguró: «No conozco otro caso en el que el Papa haya llamado al Vaticano a la totalidad de los obispos de un país para una un encuentro de emergencia durante una crisis».
El analista de la BBC David Willey explica que aunque el encuentro se realizó en total secreto, se sabe que el Papa fustigó duramente a los prelados por no actuar con efectividad en los casos de abuso a menores.
«Él quiere ‘cambios estructurales’ en la organización de la iglesia en Irlanda, que tiene una alta proporción de obispos con respecto al número de habitantes», añade Willey.
El año pasado, un informe encargado por el gobierno irlandés reveló que la jerarquía eclesiástica e instituciones católicas ocultaron durante décadas y de forma sistemática miles de casos de abuso sexual, físico y psicológico a menores.
El escándalo se ha saldado con la renuncia de cuatro prelados, y muchas víctimas exigen que haya más dimisiones.
Benedicto XVI se reunirá con obispos irlandeses por denuncias de abusos sexuales a niños
Tras el escándalo desesncadenado al conocerse un informe de la Comisión de Murphy que revelaba abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes de ese país, el Pontífice se ve en la necesidad de tomar medidas.
Irlanda es un país muy devoto que se vio conmocionado al conocerse el informe de la la Comisión de Murphy, un documento con terribles acusaciones de abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes en el país. Debido a ésto, el Pontífice Benedicto XVI se reunirá mañana con obispos irlandeses en Roma para tratar de tomar ciertas medidas ante este escándalo de pedofilia desgastó la autoridad de la Iglesia.
Hasta el momento, cuatro prelados han quedado fuera de la Iglesia y se espera que con las reuniones -las primeras de ese estilo en el Vaticano en ocho años-, varios prelados más podrían abandonar sus puestos en una reorganización de la estructura jerárquica.
El Pontífice, 24 obispos irlandeses y altos cargos del Vaticano celebrarán, según se cree, tres reuniones y Benedicto XVI podría escribir luego al pueblo un documento acerca de este asunto.
«Irlanda se ha sumido en un estado de ‘conmoción’ desde la publicación del informe en noviembre, en el que se decía que la Iglesia había ocultado «obsesivamente» los abusos infantiles en la archidiócesis de Dublín desde 1975 hasta el 2004, y practicado una política de «no preguntes, no digas», señaló John Kelly, fundador de los Supervivientes Irlandeses de los Abusos Infantiles.
«Vamos a pedir al Papa Benedicto que restaure el honor de Irlanda que fue tan gravemente dañado por los escándalos», dijo.
Kelly afirmó que todos los obispos de Dublín que ejercieron durante el periodo investigado tuvieron constancia de algunas quejas, pero la archidiócesis se había preocupado más por la protección de la reputación de la Iglesia que por proteger a los niños.
Cuatro obispos han ofrecido su dimisión y hasta ahora el Papa ha aceptado una de ellas. El grupo de víctimas One in Four pidió a «otros obispos de toda Irlanda implicados en esta ‘cultura de encubrimiento’ que se marchen».
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Declaración del Sacerdocio bajo la Ley de JesúsCristo, ante el abuso y el silencio.
“Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: ¿quién es el más importante en el Reino de Dios? – Jesús tomó a un niño y les dijo- : “Les aseguro que si Uds. no son como éste, como un niño, no entrarán al Reino de Dios. El más importante en el Reino es aquel que se humilla y se vuelve como un niño. Y el que recibe en Mi Nombre a un niño, les aseguro, a Mí me recibe.” (Mateo 18).
Sea el Juicio de Cristo sobre quienes han trasgredido sus enseñanzas claramente establecidas desde su venida en Jesús; concíbanse estos hechos como la oportunidad de conocer al Cristo vivo, que en tiempos de Tribulación permite que este sistema se desmorone por su natural falta de sustento y verdad… para que por fin, se abra la ventana a la verdadera vida.
Estremecedora resulta la exposición pública de la cantidad de niños bajo abuso y sodomización por parte de la Iglesia Irlandesa; y decimos Iglesia porque consideramos que esta mala práctica, aberrante y carente de toda moralidad, es representativa de la Iglesia toda, dado que no es la primera, más bien es una indesmentible realidad de la mano de una política de encubrimiento consciente por parte de las autoridades eclesiásticas que dan cuenta de una carencia de respeto y amor por la Trinidad Bendita, y por el ser humano, con ausencia de voluntad para establecer la rectitud y la coherencia de la santidad que dicen poseer.
La pedofilia así como abusos sexuales de distinto tipo, se han manifestado al interior de la Iglesia Católica desde siempre. Casos como el de Irlanda no son aislados, en el año 2002, en Estados Unidos, Boston, se confirmó que la Iglesia Católica ocultó, durante más de 30 años, los abusos sexuales de un sacerdote, para eludir un escándalo que involucraba denuncias de abusos a más de 130 niños, asumiendo la Iglesia el pago a sus víctimas para mantener su silencio.
Agresiones sexuales a menores, por parte de clérigos, de monjas, y seminaristas, incorporación a redes de pornografía, vida hetero y homosexual al interior de la Iglesia Católica, es ampliamente documentada.
Si bien esta práctica ha sido masiva y permanente, por otra parte la política de encubrimiento, no ha sido menor, así aparentemente solo cuando ha habido juicios penales y por orden de los tribunales se ha ordenado abrir los archivos secretos de las diócesis; los escándalos han develado la verdadera envergadura del problema; donde además de la cantidad abismante de víctimas, se devela el conocimiento por parte de las autoridades de la Iglesia y numerosos informes médicos y psiquiátricos sobre los agresores, recomendando su retiro de las labores sacerdotales… las que lamentablemente se comprueba son omitidas y desestimadas.
Inferimos que al interior de las diócesis… los archivos secretos, muy bien guardados, en cabal cumplimiento y obediencia al dictamen del Vaticano, de 1962, que instruye a que estos casos deben ser diligentemente almacenados en los archivos secretos de la Curia como estrictamente confidenciales. No pueden ser publicados ni pueden añadirse comentarios… saque cada uno su conclusión.
Ha existido una política de encubrimiento sistemático ante el abuso e invariablemente se ha tratado de silenciar a las víctimas, de lo que se observan dos realidades… una que se declara ante la opinión pública, sustentando los principios por la cuales se rige la Iglesia, emitiendo condenación pública ante las conductas desviadas y aberrantes, de los agresores y sus silenciosos encubridores… y por otra parte los hechos objetivos e irrefutables… que desmienten lo que se dice, muy por el contrario se oponen y contradicen, porque en los numerosos casos documentados, la Iglesia no ha tomado cartas en los asuntos, decisiones que refrendarían su postura verbal, sino se ha dejado el asunto en medio de la más conveniente nebulosa, sustentando responsabilidades puntuales y personales, haciendo aparecer ajena a la institución eclesiástica, la responsabilidad sobre los hechos.
La Iglesia se desmiente toda vez que declara abiertamente que a lo largo de los siglos, siguiendo el ejemplo de Cristo, ha promovido la tutela de la dignidad y de los derechos de los menores y, de muchas maneras, se ha hecho cargo de ellos; asume que lamentablemente, en diversos casos, algunos de sus miembros, actuando en contraste con este compromiso, han violado esos derechos: un comportamiento que la Iglesia no deja y no dejará de deplorar y de condenar. ¿Cómo se explica que la tendencia reiterada haya sido al encubrimiento y silencio de las aberraciones que se dicen condenar? ¿Cómo en la lógica del discernimiento y la reflexión puede esto tener sentido?
La Iglesia ha tenido una conducta de encubrimiento y omisión, en aras de mantener el poder y el dominio sobre el sistema clerical y sobre los feligreses; careciendo de total amor y humildad, que le hubiera permitido actuar en libertad y coherencia a los principios que dice respetar, sin segundas intenciones, y eso explica que como efecto, a su vez ha faltado a la Justicia por los opresores y a la compasión por los afectados. Las intenciones y necesidades que se han tenido a la vista para esta mala toma de decisiones, que no son fruto de la inducción del Espíritu y menos de la relación con Dios; finalmente han hecho que toda intención por encubrir, tapar o minimizar… finalmente sea develada.
Una valoración coherente, desde la Ley de JesúsCristo
Este Sacerdocio bajo la Ley de JesúsCristo, llamado por Cristo para hacer Obra de santidad entre los hombres, tiene el deber de analizar lo que acontece bajo el cristal de la doctrina emanada por Cristo en Jesús, lo que nos permite fijar nuestra postura de frente a la moralidad de la santidad.
Aberraciones como ésta, y otras innumerables tergiversaciones a las enseñanzas y mandamientos de JesúsCristo, resultan en una forma errada y apóstata de conducir a quienes depositan su confianza en un sacerdocio cristiano, y está dado por la falta de discernimiento espiritual, el cual sólo puede provenir del Espíritu Santo. Inicia esta práctica aberrante al tercer siglo después de Cristo, cuando el poder del Imperio bajo gobierno de Constantino condujo e instó –aceptando los líderes de la cristiandad la condición fijada por ese poder- de establecer una condición político religiosa, que beneficiaba a ambos actores, alejándose del Plan de Dios y apostatando, tergiversando para fines propios y personales, la pureza de los mandamientos y enseñanzas de Cristo.
La Sabiduría del Reino nos enseña que sobre una base aberrante nada puede ser construido, y todo puede ser derruido. Así las doctrinas humanas, donde el clero ha definido la forma de conducir la Casa de Dios, sólo ha logrado que Dios se aleje de esas instancias… porque la conducción divina no puede manifestarse en un recipiente corrupto y tergiversado. Postulamos y declaramos que el Hombre, en nombre de Dios, ha conducido a sus pares, sin embargo no ha sido la voluntad de Dios la que se ha expuesto, enseñado y revelado, sino la voluntad del hombre, para su propio beneficio y obtener la conducción y dominio, estableciendo normas y dogmas fuera de la verdad de Dios.
¿Qué nos enseña La Gracia? Que desde JesúsCristo todos somos salvos e inocentes, y que no nacemos en pecado sino que nos hacemos al pecado. Cuando un hombre supuestamente santo, un sacerdote, un pastor, un alto dignatario de una iglesia, viola la inocencia de un niño, está induciéndolo al pecado, y está trasgrediendo la pureza que concede La Gracia. Y si el inocente es un creyente, un bautizado, un seminarista, un futuro sacerdote, que confía en su maestro… es a Cristo en persona a quien se ofende y denigra.
Solamente con esta verdad, y confesando la fe en Cristo, una iglesia no podría tolerar en sus filas a alguien que se ha opuesto a Cristo de esta forma tan evidente. Pero la realidad nos indica que la mayoría de los degenerados se han mantenido en la curia, han sido trasladados, han sido sacados de circulación, pero no ha habido la expulsión y excomunión que permita limpiar y extirpar la cizaña; y en la mayoría de los casos ni siquiera ha habido una condena nítida, acompañada de acciones claras.
Desde varios ángulos se puede sustentar la condena a estos actos, porque grave es caer en aberraciones que el mal incentiva para desquicio del Hombre y oposición del Plan de Dios… mas grave aun, es que conociendo los mandamientos y enseñanzas de JesúsCristo cuan ley divina y santa, se reniegue y actúe en su contra… y que luciendo ante el mundo un sacerdocio, declarando que sirve a Cristo y en Su Nombre, se haga mal uso de éste para fines mundanos, de mezquinos intereses y/o para obtener algún tipo de poder contrario a la Ley y la Santidad.
Una trasgresión a un hijo, o hija de un creyente en Dios es una agresión a la familia de Dios y a nuestra propia familia. De las palabras de JesúsCristo se debe extrapolar todo cuidado y protección a los niños: los niños están por encima de todo, y son ellos los protegidos del Reino. Pero los mismos que dicen ser ministros de Cristo, no excomulgan a los pecadores que corrompen la inocencia de los niños, y peor aún, facilitan abordar nuevas víctimas cuando trasladan a los oprobiosos de parroquia en parroquia para encubrir y conducir al olvido.
El valor profundo del cuerpo, creado por Dios para contener en conciencia al Espíritu Eterno… es profanado. Para un creyente en Dios, y más aún para un sacerdote, todo acto de degradación de su cuerpo o del cuerpo de otro, es una ofensa a su fe en el Dios que dice creer. Si por el cuerpo expresamos los dones, por los gestos del cuerpo nos comunicamos con Dios, y por el Templo de nuestro cuerpo, sanamos cuerpos enfermos. ¿Cómo podemos mancharlo y denigrarlo? ¿Recibiría Ud. la eucaristía de manos de quien ha usufructuado de un cuerpo y alma inocente, para saciar una denigrante y enfermiza lujuria?
La doctrina de la Ley de JesúsCristo es riquísima en postulados que nos permiten reflexionar, comprender y argumentar, para validar la santidad y coherencia de un sacerdocio de verdadero servicio a Cristo. Un aspecto va unido otro, hasta demostrar la perfección de la Ley de JesúsCristo, en la cual la vara de medir ya esta entregada… En este caso, no es una cuestión de pudor, o de moralidad hipócrita, es, en cambio, un punto esencial en el Plan de Dios.
Fuera de los sustentos doctrinarios sobre los cuales condenamos esta práctica aberrante y reiterada, es necesario destacar que muchos otros preceptos de la Ley de JesúsCristo son violados, entre los más relevantes, la violación al mandamiento del Amor: “Amarás a Dios Creador Padre por sobre todas las cosas de este mundo; Amaos los unos a los otros como yo os he amado, Amar al prójimo, proteger a los niños y ancianos necesitados; no amar más a tus deseos carnales o a tus pensamientos mundanos que al Espíritu que MORA en el cuerpo”.
El mandamiento de protección de la Vida: “Protegerás la Vida y la defenderás: primero, la de los Hombres, en cualquier lugar y en toda circunstancia, incluso la de los malos y de tus enemigos; sobre todo la de los inocentes… No harás violencia en contra de otros seres humanos ni en contra de nada inteligente creado por Dios”.
Es contraria a la ley natural del Hombre y opuesta a la Ley de Dios, el mandamiento que prohíbe contraer matrimonio, bajo cualquier pretexto o regla humana y/o religiosa.
Sin duda el celibato ha favorecido estas prácticas aberrantes; esta condición que se expone como una opción personal en el cristianismo del primer milenio, culminó siendo obligatoria, originada como medida disciplinaria ante abusos y desviaciones, hasta llegar al punto que se la considera un don y se le asignan extensas condiciones espirituales, a objeto de establecerlo como Ley canónica, sin ninguna base o sustento en los evangelios.
A los ojos de Cristo, el celibato obligado y autoimpuesto culmina siendo una restricción amarga que no otorga los resultados y efectos para la cual es instituida, muy por el contrario, podemos observar su desenlace en las prácticas degeneradas y aberrantes ya mencionadas. Una opción consciente, plena y asumida, de renuncia a la vida matrimonial, para dedicación a Cristo, sustentada en la fe y la entrega, bajo principios de Amor al Padre, es natural y recto. Más la imposición del celibato viola uno de los mandamientos mas incomprendidos en su profundidad transcendente… y clave para cumplimiento del Plan de Dios “el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos llegan a ser como una sola persona”.
Un principio moral nunca aplicado: ¿Sólo basta con pedir perdón?
La iglesia ha pedido perdón, pero este perdón ha sido sobre los efectos acontecidos. Admitir error por parte de los obispos y cardenales, más no correr a reparos y parecer inertes de frente a la sucesión de escándalos del mismo tenor, es inexplicable y carente de dignidad y sentido común. La sabiduría de JesúsCristo nos enseña que todo error, es un efecto cuya causa es la que se debe develar, identificar, tratar, vencer y dominar. Los principios del Arrepentimiento y Perdón, sustentan cambios verdaderos, porque llevan al individuo hacia la toma de conciencia, hacia la purificación en su verdad y su esencia, hacia la corrección de las fuentes que originan todo mal, y poner luz donde el poder de las tinieblas se enraíza para comandar y dirigir las prácticas aberrantes, indignas y oprobiosas. Mientras no haya voluntad para asumir viejas causas no habrá cambios, y se predicará con la palabra lo que los hechos desmienten, sin avance, sin verdad, dejando el terreno fértil a las influencias de lo bajo, lo vulgar, pasiones de las que se alimenta y requiere el demonio.
Y si aceptamos que esto es así, y que Satanás pulula en las aberraciones de los pedófilos y sodomizadores, entonces debemos aceptar que el demonio convive al interior de las Iglesias que los encubren.
El Justo proceder
Aceptamos que el hombre se hace al pecado, y no podemos cegarnos ni pensar que aboliremos esta práctica de las instituciones religiosas o de la sociedad. Mas en una entidad integrada por sacerdotes y guías espirituales, el asunto se debe tratar con premura y verdad, estableciendo de inmediato una investigación destinada a la sanación bajo claves de arrepentimiento y perdón; y ejecutando las medidas de expulsión que aseguren la coherencia y dignidad. Un sacerdocio digno debe obrar con rectitud, honestidad y firmes principios, siempre y en todo lugar, precepto que ya lo resume todo, y bastaría aplicarlo en cualquier caso de ruptura con los principios de santidad y rectitud.
Bajo esta reflexión en conciencia, declaramos:
• Que todo daño a los niños, en su inocencia, es acto de aberrante maldad que jamás será aprobado por el Dios de Amor y bondad.
• Que el abuso y maltrato a los niños, que vulnera su inocencia al no poderse defender, dejando secuelas de por vida, es la acción de las peores bajezas humanas, enfermizas y de clara inducción luciferina.
• Que al haber conocimiento de estos hechos atroces, quien no denuncie, no condene y no haga todo lo posible por detener e impedir dichas fechorías, es cómplice de estos crímenes.
• Que toda comunidad o institución, que conociendo y reconociendo que entre sus filas hay quienes han realizado actos que atenten en contra de inocentes, pero no los estigmaticen y expulsen, se hace parte y cómplice de dichos actos.
• Que una entidad religiosa, que dice seguir o representar a Dios, pero que al constatar entre los suyos estas prácticas perversas, y no reacciona condenando, publicando y expulsando a quienes comenten estos delitos, peor aún si los encubren, o simplemente los esconden, o envían a regiones donde la comunidad no podrá defenderse ni denunciar… esa religión no sigue ni representa a Dios ni a Su Reino.
• Este tipo de escándalo, que se arrastra desde siempre en la Iglesia Católica, ya no puede quedar impune ante la indiferencia de quienes se dicen católicos. Ni tampoco de la comunidad mundial, que observa impávida ante la maldad de algunos, y los dichos de las autoridades, pero sin tomar medidas drásticas, pues demuestran claramente que su mayor interés NO es proteger a los niños, sino su imagen y poder en el mundo.
Nuestra Propuesta… Un sacerdocio para todos, en cumplimiento al propósito de la encarnación del Verbo de Dios.
El servicio y dedicación a Cristo, es una forma de sacerdocio que se aplica a todos los bautizados, a cada uno de los miembros de una comunidad de creyentes en Cristo, y no solo a los ministros instituidos para un culto. Esto es verdad y propósito de JesúsCristo, y así fue sostenido por la cristiandad del primer milenio, más la mano de la tergiversación de los legados de nuestro Salvador, han encubierto la verdad propiciando que quienes aman y buscan a Cristo adopten una actitud pasiva, receptora, de oveja sumisa, sin discernimiento y reflexión; relegando esta verdad a un cajón con llave, cercenando para el creyente su derecho, entregado ya por Jesús hace más de 2000 años, para servirle cuan sacerdotes, recibir bendición y preparación espiritual de su propia mano, y haciendo parte de sus maravillosas promesas.
Hacemos un llamado a conocer y vivenciar los hechos de la Salvación, la razón profunda y reveladora de la venida de Cristo en Jesús, y luego asumir cuan manifestación de su plan y su poder, que nos liberó para constituir un sacerdocio dedicado a Él.
Invitamos a aspirar a este sacerdocio, cuan poder espiritual consignado por voluntad divina al Hombre en la Tierra; una forma real de Servicio a Dios para toda persona, que permite el ejercicio a hombre y mujer, constituyendo un servicio de humildad, de sabiduría y abnegación; que no exime al Hombre de sus responsabilidades en el mundo, mas, lo hace diverso en cuanto está en el mundo pero no pertenece al mundo; y que le permite ejercer su Sacerdocio en todas las esferas de su vida y actividad, pues nada de lo santo está sesgado de lo humano.
Oramos para que todos se inquieten y remecidos en el espíritu, activen su búsqueda de respuestas, ese espíritu de investigación, esa inducción que les permitirá develar la historia, los hechos, y recibir la verdad que Cristo promete nos hará libres, y que existe desde que el mundo fuera hecho. Oramos para que aquellos que no se sienten representados por su iglesia, y aman y buscan a Cristo, comprendan que no hay más camino que una dedicación a Él en obediencia y conciencia, sin intermediarios… la consagración es el andamio que lleva a Cristo, y de Su Mano a la Vida Eterna.