Este poema es colaboración de la madre de un Sacerdote de Melquisedec de esta Dispensación, lo escribió a sus 60 años y decidimos incorporarlo como un Testimonio de Fe.
Este poema lo escribí en mis momentos de reflexión… Tu MadreVIVENCIAS
Yo no quiero ser lamento
quiero ser risa sonora
como campanas al viento
y no quiero ser quejido
quiero ser canto sereno
no quiero sentir pereza
quiero correr como el viento
refrescando el sol de enero.
Quiero ser la melodía
que canturrean los niños
cuando juegan libremente.
Quiero ser el vaso de agua
con el que sueña el sediento
quiero ser trino de pájaros
anunciando el nuevo día
quiero responder sonriendo
los ataques a la envidia.
Quiero sembrar alegrías,
esperanzas, sueños, fuerzas
olvidar los sinsabores
que me deparó la vida.
No sentir ya más rencores
ni amarguras en el alma.
Esperanza, fé y amor
son semillas prodigiosas.
La siembra será mas lenta,
la agilidad no acompaña
nos ponemos lerdos, torpes,
pero hay que seguir la ruta
aunque sea paso a paso
llegaremos a la meta
con el corazón contento
y con el alma serena.
Dispuesta a entregar perdón
y pedir perdón también
a los que hallamos herido.
Aún me queda esperanza
y alegría de vivir
Dios me muestra la belleza
de su amor puro y sublime
vida bella nos ha dado
acompañada de paz
hasta el último suspiro.