En tiempos de crisis y de cambios globales, como los que hoy enfrentamos y que irán ahondándose en los años venideros, la Religión no queda al margen; y hoy es una de las estructuras culturales y políticas mayormente afectadas.
Por milenios la Religión hizo parte fundadora y fundamental de todo sistema humano, y las cabezas dirigentes de éstas compusieron y entretejieron el entramado del Poder en el Mundo no siempre santo y casi nunca justo.
Desde siempre las Religiones ligadas al Poder Político fueron precisamente ‘expresión religiosa del Poder Político’. La historia de las Religiones nunca ha podido escribirse sin los enredos del Poder económico y político.
La injusticia mayúscula es que por la acción de las castas religiosas se concluye que lo malo de estas cúpulas se debe y se endosa al Buda, a Mahoma, al Krisna o a Cristo. Al final, al desechar la inmoralidad e incoherencia de las religiones y sus cabezas se lanza por la borda la santidad, coherencia y verdad de quienes nunca fundaron una Religión, sino que vivieron un Camino que heredaron en bondad y santidad a los Hombres de Buena Voluntad y de Fe.
Cristo ha sido usado por las Religiones del cristianismo de un modo evidentemente apostata. Y no solo las doctrinas de no pocas vertientes cristianas son absolutamente contrarias a los Evangelios y a Cristo, sino que la historia y los hechos acusan terribles contradicciones y hasta negación burda de la herencia Cristica.
La predica majadera y reiterada de que los Hombres somos pecadores y nacemos en pecado a pesar del pago de JesúsCristo en la cruz, de su Resurrección, de los 40 Días apareciendo entre su ‘otro redil’ y sus Discípulos; de su Ascenso y el envío del Espíritu Santo… ignorando los Hechos de los Tres Días en que Cristo enfrenta a la muerte y a las potestades infernales, y levanta a los Santos Dormidos, y abre los Cielos, y Restaura el Espíritu de Dios en el Hombre… es, a decir de un modo suave, una manera malévola de negar los Hechos de Salvación.
Insistir en la ‘cultura de la cruz’ y martillar la imagen del Jesús sangrante y muerto es la base de la sub-cultura de la culpa y del castigo, de la derrota… y de la esperanza, que es algo así como ir detrás de un arco iris y jamás alcanzarlo. Así, con la ilusión de la espera, los apostatas han alzado los infiernos a la vuelta de la esquina y debajo de nuestros pies; de paso han colocado al demonio tan en alto que casi mejor decir que Dios ha sido vencido.
No suficiente con esta campaña prolongada de terror y de incertidumbre, los cristianos que pudieron ser salvadores de la Fe en Cristo al separarse de la corrupta mayor… cayeron en la misma sub cultura del miedo, la culpa, el pecado, los infiernos y el castigo. Pero agregaron otro elemento que solo los humanos son capaces de inventar: que Dios está en un libro, y sin el libro no hay verdad.
Cristo es Dios, el Verbo, Co-creador y Elohim Mayor; es el Hijo Divino del Padre Creador. Y ni Cristo ni el Padre son seres humanos, ni seres superiores de tipo humanoide. Pero los escolásticos religiosos han ‘aterrizado’ a Dios bajo conceptos humanos, y han encerrado a Cristo en la sola figura histórica y humana de Jesús; de este modo, al ser tan ‘humanos’ es posible que los pastores y sacerdotes institucionales puedan representarles y actuar en su nombre y funcionar en la parodia de que ellos son una especie de delegados divinos ungidos para gobernar ovejas.
La verdad es que todo Ser de Fe puede llegar a Cristo si sigue los preceptos espirituales de los Evangelios -como el de Juan- y aplica en su vida la moral del Sermón del Monte, y discierne al Apóstol Pablo en sus Cartas, especialmente romanos y hebreos. Y si en base a dicha plataforma hace de su vida, de su existencia, un acto permanente de COHERENCIA con esas enseñanzas.
Si haciendo propio ese bagaje de congruencia la persona de Fe estuviese dispuesta a cambiar su vida para que todo sea armonioso con aquello que Cristo pide a LOS SUYOS: sin duda alguna cambiará la esperanza por la Certeza de la Fe, y sabrá distinguir ‘pecado de imperfección’, y obtendrá las herramientas del Arrepentimiento y del Perdón, y asumirá la Oración no como el rezo repetitivo sin conciencia sino que Orará EN Espíritu y con Verdad; entonces sentirá el llamado a la Quietud, a la PAZ para recibir Magisterio del Espíritu Santo.
El Camino de la Fe es, y debe ser: ESPIRITUAL. Y Lo Espiritual nunca será una Religión, ni se ahogará con las formas sino que irá con ahínco por Contenidos; y nunca caerá en los rituales formales ni en las formalidades agotadoras e inconducentes.
Sin embargo, para ser CRISTICO y Consagrado a Cristo, toda persona debe ‘entregar su vida’ engendrada por las necesidades mundanas, por el dinero, por los apegos y el ego…y por las bajas pasiones y emocionalidades oscuras.
Cristo nos insta a ser Hombres Nuevos: personas de Coherencia, de Virtudes reales y manifiestas, ceñidas siempre a la Verdad Interior que nos vive, capaces de crecer en la Fe, y por sobre todo esforzados en la entrega a otros (seres) de esa luz que se obtiene en la Relación con Cristo: en modo que Cristo abunde en muchos, y de una vivencia espiritual la luz irradie a otros que buscan la rectitud de la Fe Viva.
Cristo no es un Dios que pueda guardarse para el ego, para la vanidad o para los propios planes del egoísmo: la esencia de Cristo es la SIEMBRA de la Fe que de uno mismo luego se expande por Testimonio y por Enseñanza a otros.
Ni sectas enclaustradas en adoración a otros seres iguales; ni religiones llenas de dogmas, falacias e inventos que postulan a que los Hombres nunca logren CONCIENCIA de Dios, sino que pasen sus existencias cuan becerros camino al matadero…llenos de culpas y de temores…pensando que si se equivocan los infiernos se abrirán bajo sus suelas.
Enseñar a Orar para que el creyente ahora dialogue con la verdad ante su Dios y Salvador; enseñar a Meditar para aquietar mente y emociones en modo que sea el Espíritu el que manifieste; enseñar y explicar los misterios y significados de los Evangelios para que la Verdad de Cristo NOS HAGA LIBRES: esa es la Misión del Movimiento de Fe Carismático- Evangelista que nuestro sacerdocio ha impulsado, y que desde Diciembre del año 2012 estamos promoviendo con errores, sí, con aprendizaje, sí, pero con persistencia y humildad.
Sabemos que el ejercicio del Nuevo Sacerdocio de Cristo exige COHERENCIA y plena aplicación de los Evangelios a nuestras vidas y en la obra para con los demás. Y sabemos que no todo Creyente puede con un camino definitivo y definitorio como es el Sacerdocio bajo la Ley de Cristo. Pero sí sabemos, creemos y hemos comprobado, que TODO CREYENTE puede CONSAGRARSE a través de la Oración, de la Meditación en Cristo, y de la comprensión profunda de los Evangelios.
Al final: cada uno deberá recoger la cosecha de su propia siembra; los efectos que se obtengan tienen la Causa en uno mismo; y todos seremos medidos por nuestra Verdad Interior…esa que Dios ve y conoce… y todo lo demás, aunque lo creamos cierto y real, caerá por su peso muerto.
La Siembra de la Fe nace de una Opción Espiritual: Vivir cuan Persona espiritual antes que carnal. Y morir en el cuerpo carnal para ser Transformado en Vida a Cuerpo Espiritual. Porque existir en la materia y la carne, en el Mundo, para morir en la ignorancia de Dios es no vivir.
– Congregación Evangelista Carismática –