El miércoles 5 de mayo la tierra se movió en la zona norte de Chile, con el epicentro entre Tacna y Arica.
Es un movimiento de tantos que hemos sentido, pero hasta ahora el más fuerte. Aún así es ampliamente aceptado y reconocido, como mostraron en el noticiero de la televisión, que los geólogos y estudiosos del tema esperan un gran movimiento en la zona, porque hace muchos años que se acumula energía que no se ha liberado, y se espera que la magnitud sea enorme, con un movimiento pendiente entre las placas de la tierra, de por lo menos 10 metros.
Los habitantes de las ciudades del Norte Grande y del sur de Perú estamos al tanto de lo que se está anunciando… todos saben.
Con el fuerte temblor de estos días se hizo evidente también que, dada la amarga experiencia de los hermanos del sur, los ariqueños no esperamos ni avisos ni sirenas, simplemente los que viven en zonas bajas fueron a los cerros, y muchos pasaron la noche ahí.
Comprobamos también que muchos estaban preparados con bolsos de emergencia y elementos básicos guardados, y muchos se volcaron a comprar estos elementos al día siguiente… como efecto de esta anunciación temprana de lo que acontecerá.
Tenemos que agradecer entonces, este aviso que Dios nos ha enviado para prepararnos, a pesar que ya teníamos el ejemplo de lo ocurrido en el sur, nos dice claramente, y todos los ariqueños somos conscientes, que el próximo movimiento telúrico grande cuya magnitud potenciará probablemente un Tsunami, será al norte de nuestro país.
Sin embargo algunos creen que como nada ha pasado en tanto tiempo, nada ocurrirá, pero también con esta conciencia muchas personas se preparan, y otros viven con el miedo y la angustia, habiendo sido testigos de lo ocurrido el 27 de febrero, cuando Chile fue remecido en una larga extensión.
Pero sabiendo que esto tiene que ocurrir por la energía acumulada en la tierra, así mismo podemos ver que se están sucediendo cambios, movimientos y crisis en todo el mundo, por lo que podemos prevenir y prepararnos.
Además de la preparación en cuanto a elementos guardados y tener vista la zona segura, la preparación debe ser interior: pasar del miedo a la fe.
Si soy creyente, y pongo atención a lo que Cristo Dios nos ha anunciado: sismos, cambios climáticos, guerras y violencia, crisis económica; y nos dice que todo esto tiene que ocurrir, que es necesario porque las cosas ya no pueden continuar así como están, como nosotros las hemos llevado. Cristo anunció que Él va a regresar, el Dios de los Hombres y de los Ángeles volverá en Su Gloria, entonces es evidente que en su regreso habrá cambios y transformación; también prometió que traería un tiempo de Paz, de armonía, de avance espiritual, cuando la Tierra esté bajo Su Sabio Gobierno.
Estamos ampliamente avisados, algunos dicen que tanto que se avisa y nada pasa, pero ocurrirá, ya está el cambio en ciernes, ya está ocurriendo esta preparación que nos conducirá a que el Hombre tenga otra mentalidad, para que la fe y la solidaridad sean naturales en cada uno de nosotros.