Aborto, Sacerdocio de la mujer…y violación de la catedral católica en Santiago de Chile

Si el joven que se mofaba por  su osada acción de violentar  un altar de la catedral católica de Santiago de Chile tuviese una madre que hubiese procedido de acuerdo con el aborto que éste exigía de manera tan particular… seguramente no estaría vivo…habría sido un feto botado entre los desechos.

Porque levantar el ‘aborto’, que es la muerte de una persona, de un Ser Humano, cuan panacea del derecho o ’culto de  fe’  que liberará a la mujer…algo así como una causa sublime que dirime la frontera real entre libertad y tiranía… no solamente es una estupidez, sino que ignorancia arrogante que elimina incluso toda posibilidad de discutir el tema,  y ojalá legislar sobre el asunto.

Pero oponerse al término de una gestación cuando es evidente la deformación, invalidez  o la muerte del Ser que de nacer podría incluso ocasionar la muerte de la madre, es simplemente otro crimen.   El Derecho a la Vida debe incluir el Derecho a una Calidad de Vida que garantice…VIDA. No acaso Dios nos da inteligencia, ciencia y sabiduría para asumir roles y tareas que precisamente vayan en pos y en fomento del Plan de Vida del Creador.

Sin embargo,  el tema debe abordarse desde ángulos preliminares: la Educación Sexual. Mal podemos estar en contra del aborto si también nos oponemos a la Educación Sexual de nuestros niños y jóvenes.

Es una inconsistencia plantear un tema que involucra Vida y Muerte de la gente sin una política madura y responsable que hace al Estado parte activa del problema. El Estado debe garantizar la Educación Sexual, la Prevención con políticas de Salud Pública, y el sostén económico de las madres sin medios que garanticen su buen embarazo y parto; y el Estado debe hacerse parte en el caso de los niños y niñas nacidos de violaciones o embarazos no deseados: sea con una política activa, moderna y de ‘co-patria potestad’;  sea con leyes de adopción seguras, responsables y transparentes.

Si las premisas de Educación, Prevención, Sostén y Responsabilidad del Estado en este asunto se hallan en un plano de modernidad y de acción real…entonces se puede legislar sobre la interrupción de un embarazo que conlleve riesgo de vida, pero que también NO garantice CALIDAD de Vida para el Ser que ha de venir o para la madre. Porque No es ‘obligación’ interrumpir un embarazo riesgoso o que anida a un ser cuya Calidad de Vida será relativa o nula…Pero para quienes opten por interrumpir debido a datos reales y comprobados deben tener una legislación que lo resguarde y que coloque correctas líneas de procedimiento.  Es decir: una legislación basada en una Ética precisa y de alturas, basada en Protocolos médicos rigurosos y sustentado todo en el Derecho de Libertad para Optar y de ser informada y consultada que le concierne a la madre o a los padres.

En ningún otro caso. Y para que un Ser sano y una madre sana no tengan sobre sí mismos la espada del Aborto como ‘solución’ ante un embarazo no deseado, es que el Estado debe garantizar adopción idónea o seguridad económica al niño o a la niña.

La Prevención y la Educación Sexual son fundamentales… y sin estas premisas el asunto queda trunco y ciego.

El enarbolado ‘derecho de la mujer a decidir por su cuerpo’, y por ende ‘la libertad para matar’ corresponde a una idea nazista de la vida, y de progresista o revolucionaria… ¡Nada! Es profundamente cavernaria.

No se puede seguir con un tema que no es real, ni puede ser tomado en serio: ‘aborto’ es una palabra atroz que define un modo de matar y arrojar ‘algo’ indeseado.  Hablemos de la Vida, de calidad de Vida, de Oportunidad de Vida, de Derechos que garanticen Vida. Y para eso tratemos la Educación Sexual como un tema fundamental, y exijamos políticas de Salud Pública que contemplen la Prevención real y seria;  y establezcamos el rol preciso y preponderante del Estado en su responsabilidad ante los niños y niñas que deben nacer en condiciones indeseadas.  Sin esto…el tema tal como lo plantean los fanáticos de la muerte sí es abortivo,  y vomitivo.

La mujer es un Ser Integral, aún en mayor medida que el varón. Hoy la mujer ocupa muchos roles que antes fueron de exclusividad del varón. Y por muchos aspectos el hombre moderno no tiene problemas en asumir tareas y roles que antes se le endosaron a la mujer cuan estigma infranqueable. Pero en la calidad de madre, de Ser que puede anidar a otro Ser Vivo, humano y con un rol en la sociedad…solamente la mujer. Y esta Gracia de Dios no convierte a la mujer en demonio que puede abortar a sus criaturas cuando quiera y del modo que le parezca. Esta monstruosidad carece de toda ética y coloca al ser humano en una línea inferior de bestialidad. Es justo lo contrario: se entrega a la Mujer la Co Participación en la Creación, y es un Don, un privilegio…una Gracia…que la acerca intrínsecamente a la santidad. Nunca el amor tuvo mayor poder y manifestación que en una madre anidando en su propio cuerpo a otro Ser Humano. Y si aceptamos, como nosotros creemos, que en todo Ser Humano se encuentra una chispa de Dios, y que el Espíritu que habita en un Ser Humano es una parte de la Voluntad del Creador…entonces mayor es la importancia del rol de la mujer en su maternidad.

Precisamente: la Calidad de la Mujer que Co participa con el Creador para poner en el mundo a Personas con Espíritu de Dios que luego pueden ser seres santos o buenos padres, o personas buenas o de grandes roles para la humanidad, o de seres logrados que en su humildad hacen florecer el bien…el amor… impulsan nuestra convicción sobre que la maternidad de la mujer- y en mayor medida de la mujer de fe – la hacen digna de asumir el sacerdocio.

Hablamos de Sacerdocio en base a Fe, Amor y Disponibilidad de Entrega a Cristo, para servir al Plan del Creador. No nos referimos al sacerdocio institucional de las iglesias. Hablamos del Sacerdocio que Cristo nos entrega con su Salvación y que nosotros Sellamos en el Bautismo (Un Bautismo de Fe, en edad adulta y por Conciencia de la Gracia y la Salvación de Nuestro Cristo Dios)

La mujer de Fe que anida Vida y que ayuda a Dios a traer al mundo hijos e hijas de Buen Corazón… es una persona digna de ejercer su sacerdocio en pleno derecho.

Esta Dispensación actual  nos avisa que hemos entrado en Tiempos de Tribulación – y que no cesará en su crisis hasta los Hechos de la Segunda venida del Cristo Dios-  (esta vez no  cuan varón, sino en su plena potestad divina) – y esta Dispensación del Cristo Vivo abre con amplitud y generosidad las puertas del Sacerdocio Evangelista y Carismático para toda Mujer  que opte por la Vida y la Coherencia de su Fe.

El Sacerdocio de la mujer no es un derecho institucional que los varones deban zanjar o determinar…es más bien la aceptación de una naturaleza que se potencia y santifica con la Fe, y que Cristo integra sin discriminación pues la Salvación es para todos por igual.

Si sabemos que una mujer de Fe en su Sacerdocio puede traer al Mundo Hijos de Dios… ¿Cómo podríamos aceptar algo tan malévolo y aberrante como el ‘aborto’? Y si aceptamos que todo Ser con posibilidad de Vida trae en Si Mismo un Alma, y a Un Espíritu, y debe cumplir algún rol, pequeño o mayor, en un Plan que a todos nos involucra… ¿Cómo podríamos hablar de muerte, de desalojo abrupto y criminal?

Aquellos que, en su afán por imponer el ‘aborto’,  entraron a la catedral católica en Santiago y rayaron altares, y arrancaron ofrendas y quisieron quemar mobiliario… no son personas democráticas. Porque si su protesta era en contra de una iglesia que se opone a todo tipo de asunto que no vaya en su dirección… lo que hicieron con el acto de violación que llevaron a cabo es algo muy parecido a lo que critican: intolerancia, imposición, denigración, falta de respeto por la fe o creencia de otros.

Toda violación a los lugares de Culto que cualquier – y toda-  religión tenga según su fe y costumbre es algo abominable, inaceptable y aberrante. Nosotros como Entidad Legal, con casas de Oración, con un terreno en donde realizamos nuestro Culto y estamos alzando nuestro Templo… como los católicos en sus iglesias y su catedral, o los hermanos evangélicos en sus casas y lugares de asamblea, o los Judíos en sus sinagogas, o los musulmanes y sus mezquitas… no podemos callar ante la afrenta de la que fue víctima el templo principal de los católicos en Chile. Lo repudiamos con toda fuerza. Y llamamos a la tolerancia y sobre todo al RESPETO de los lugares que las diversas religiones se han dado para profesar su propia fe.

Es una contradicción relevante que quienes alegan por derechos…aplasten el Derecho a tener Centros de Cultos inviolables que toda religión requiere y necesita. Es un asunto básico de Libertad.

-edición Gran Fundamento-

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *