La Cámara Chilena de la Construcción, un ente altamente asentado cuan poder económicamente influyente, mediante su abogado representante, inició un ‘juicio de Oposición’ ante INAPI (Ente regulador de Patentes y Marcas) con el fin de impedir el uso de la ‘marca’ El Gran Fundamento a nuestra entidad: humilde en proporción mundana, grande en su Fe en la Justicia del Reino de Dios.
El nombre de la publicación y la organización comercial, bajo la marca ‘Fundamenta’, sería similar a ‘El Gran Fundamento’ –dice el alegato- y ‘podría inducir a engaño al consumidor…’
Confiamos en los criterios profesionales y la experiencia del tribunal de la INAPI para desechar una Oposición cuyos argumentos son desproporcionados ante la realidad y hasta pueriles en su contenido (como el que se lee en una de sus partes: recurriendo a una polaridad casi irreal omite ‘El Gran’ y compara ‘Fundamenta’ con ‘Fundamento’ y llama la atención en la supuesta confusión que ocasionaría la sola diferencia entre una A y una O)
Optamos por hacer uso de nuestros derechos legales, en nuestra calidad de Entidad con Personalidad Jurídica, al inscribir esta ‘marca’ para los fines de sustentar nuestra acción misionera, y nunca como una cara que esconde puros fines comerciales, y menos de la envergadura que ostenta la Cámara Chilena de la Construcción, y es natural que son ámbitos lejanos, siderales, con fines diametralmente diversos, en todo sentido.
No tenemos dinero para entrar en juicios y pagar abogados, pero tenemos Fe y el Poder de nuestra Oración para implorar la Justicia de Dios. Y eso hacemos, y eso haremos, y eso es lo que nos hace fuertes en nuestras convicciones. Y si quienes deciden la resolución de este ‘conflicto’ (que para nosotros parece más un absurdo mal entendido), la instancia judicial de la INAPI, tomaran la resolución de mantener a firme nuestro derecho legítimo y razonable de usar esta ‘marca’: no nos jactaremos, ni exultaremos; sino que nuevamente Oraremos por ellos (quienes imparten justicia en estos casos) para que sigan ejerciendo justicia sabia y ponderada que favorezca siempre al más débil ante la desmedida sobre protección de los más fuertes en estos asuntos del Mundo. Y Oraremos por quienes han querido impedirnos, por sus abogados, y por todo quién comete errores y nos afectan… porque no tenemos enemigos y siempre Oramos para que sea la Justicia de Dios la que prevalezca en ésta vida – y por sobre todo en la Vida que todo ser humano obtendrá luego de la inevitable muerte– Oraremos siempre, incluso en el caso que la sentencia no nos sea favorable, porque con ‘marca’ o sin ésta nosotros seguiremos siendo sembradores de Fe entre Los Hombres; y este pequeño detalle no nos detendrá, ni otros peores. Porque la Fe no se vende, no se comercia, no tiene ‘marcas’, no anda detrás de ‘consumidores’… Porque nuestra calidad de ‘constructores’ no es de asuntos mundanos, sino espirituales, y El Gran Fundamento que nos sostiene, con ‘marca’ o sin ella, seguirá siendo eternamente el mismo: la Roca Viva que es el Cristo Dios que nos nutre y nos da consistencia. Ese es Nuestro Gran Fundamento; el mismo principio que los antiguos sabios chinos llamaron TaiChi. De ese Gran Fundamento hablamos… y sobre sus arenas y roca caminamos en este desierto de almas que deben ser Elevadas para Salvación.
Nuestra acción misionera requiere de un sostén de sobre vivencia: justamente esta ‘marca’ que deriva en venta de libros y ediciones propias, es la que nos daría el respaldo para tejer una red básica que protegiera a nuestros sacerdotes en provincias y en el extranjero. Si esta humilde ‘empresa’ hace temer tanto a un gigante como la Cámara Chilena de la Construcción…nos alaga, en cuanto nos ven bajo una lupa que se les compara; pero les llamamos a ver la realidad con ojos simples, y tomar razón de que, al menos esta vez, han desvainado su espada ante quién no es enemigo, ni podría dañarlos como lo refleja el alegato escrito que han presentado. Oramos pues para que algún alma racional y justa de esta asociación de grandes empresarios note y vea la desproporción y corra a reparos, y esto quede en el rincón que se merece: un lamentable mal entendido. Porque estamos pensando siempre que no hay mala intención, ni alevosía, ni plan concertado en nuestra contra, sabiendo que litigan en contra de una Congregación de Sacerdotes. Partimos de la base de bondad que nos insta a creer que aquí ha habido falta de información o desconocimiento. No podemos concebir que en esta acción haya habido primero investigación de nuestra humilde realidad sacerdotal para luego decidir ir en Oposición a nuestra ‘marca’: ¿Por qué habrían de hacer una cosa así? No nos cabe en nuestra mente algo tan extraño, y es nuestro deber de sacerdotes conceder la buena fe de quienes han cometido un error, y que al darse cuenta de ello, rectifican y corrigen…rectificarán, y por fin se desistirán. Esa es nuestra esperanza.
Sacerdocio bajo la Ley de JesúsCristo
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