Sacerdotes Misioneras bajo la Ley de JesúsCristo, trabajando en la Misión de La Paz Bolivia, la última semana de Enero, nos encontramos en la fecha de carnaval, fiesta popular y muy concurrida. Nuestra sorpresa fue mayor cuando nos contaron que celebran al Ekeko, figura tomada de la cultura de Tiwanaku que ellos moldearon en similitud a un hombre pequeño y que ofrece su mercancía prendida en el cuerpo. Esta fiesta fue establecida oficialmente el 24 de Enero en el siglo XVIII por un gobernador paceño de apellido Segurola, siendo este personaje para ellos el dios de la abundancia, tanto material como sexual. Por lo que también es la divinidad de la fertilidad y de la felicidad.
El Ekeko es una supuesta deidad venerada por muchos. Se originó en base a una figura encontrada en la cultura Tiwanaku, y la convirtieron en símbolo de la fertilidad y la buena suerte. Sus seguidores creían que ahuyentaba la desgracia de los hogares y atraía la fortuna.
La figura encontrada era de piedra, era un hombrecillo jorobado, tenía rasgos indígenas y no llevaba ningún tipo de vestimenta: su desnudez representaba símbolo de la fertilidad.
Esta figura se transformó en un ídolo que se creía proveía de abundancia al hogar, donde se le tributaban ofrendas de alcohol y cigarrillos.
Actualmente toma la forma de una persona sonriente, ligeramente obesa, vestida con ropas típicas del altiplano y cargando gran cantidad de bultos de alimentos y otros objetos de primera necesidad que cuelgan de sus ropas. Esta estatuilla que lo representa tiene un orificio apropiado en su boca para poder introducirle cigarrillos encendidos, que supuestamente fuma.
Es un dios de la abundancia, fecundidad y alegría, que todavía recibe cierto culto en el altiplano andino, sobre todo en el solsticio de verano, cuando se celebra la feria de la Alasita (feria artesanal cuya característica principal es la venta de miniaturas con la finalidad ritual, tradicional de Bolivia).
Hoy en día, existe en la sierra sur del Perú como en el occidente de Bolivia la creencia de que el Ekeko es capaz de conceder los deseos de sus seguidores si estos le ofrecen una copia de ellos en miniatura, y muchos tienen en casa una imagen para que les resuelva los problemas, dejando dinero a su lado y manteniendo un cigarro encendido en su boca, que si se consume hasta la mitad es señal de mal augurio. Las figuras que le ofrecen son de cerámica, metal o piedra, reproducciones exactas del objeto de sus peticiones: automóviles, electrodomésticos y alimentos. Cuando se desea amor, se le entregan miniaturas de gallos y gallinas. La deidad es conocida en los diferentes lugares del mundo donde colonias de emigrantes bolivianos han extendido su culto.
La Iglesia Católica intentó erradicar su culto en tiempos de la colonia, sin mayor éxito, y hoy sabiendo que muchos de sus feligreses igual ofrendan a este dios, aceptan y conceden la posibilidad de que tengan un Ekeko en sus hogares siendo primeramente bendecido por un brujo y luego lo bendicen en su iglesia. Este fenómeno de sincretismo religioso es antiguo y se verifica ampliamente en Latinoamérica, toda vez que han confluido las doctrinas de los colonizadores con los cultos y creencias de los colonizados, amalgamando tradiciones, ritos y conceptos mágico-religiosos.
El sincretismo siempre ha sido y es todavía objeto de muchos estudios en los campos de religión, de ideologías y de aspectos mágicos y sociales, llevados a cabo en grupos étnicos muy diversos en todas partes del mundo. Ninguna cultura se desarrolló en aislamiento, siempre ha estado en contacto con otras, que se influenciaron mutuamente.
En Latinoamérica, el Catolicismo ha jugado el papel principal en el desarrollo de estas formas religiosas, lo que se explica por el hecho de que durante la época colonial la Iglesia Romana dominaba en el campo religioso en todos los países entre México y Tierra del Fuego. La aceptación de cultos ancestrales junto a la evangelización, se sustentó en el pensamiento de que «el pueblo» aprendería mejor el mensaje cristiano cuando este estuviera expuesto en sus propios términos lingüísticos o culturales.
La semejanza entre formas rituales en diferentes religiones facilita la conversión. La indigenización no es una invención de nuestros tiempos, tiene sus antecedentes positivos en las obras misioneras de los jesuitas en Paraguay, quienes incorporaron la música y danzas indígenas en la liturgia.
El sincretismo siempre formó parte de negociaciones de identidades y hegemonías en situaciones tales como comercio, conquista, migración, misiones y matrimonios interraciales o inter tribales. Con la expansión del sistema cultural dominado por el mundo occidental, los procesos integrativos se aceleraron. Así, a menudo la síntesis religiosa se encuentra en el contexto del colonialismo y otras formas de dominación. La penetración de la cultura occidental fue promovida por el sincretismo. En nuestro continente se pueden estudiar diferentes formas de sincretismo en las religiones afroamericanas y en ciertos ritos de los indígenas andinos, que desde hace siglos están en contacto con el mundo criollo.
Para la Misión encomendada, expandir la doctrina de Salvación y sellar la pertenencia a CristoJesús, reconociéndolo a él como el único Dios, gobernante y conductor de hombres, de ángeles y de mundos… el sincretismo religioso comporta un desafío aún mayor toda vez que damos testimonio de un Dios único y Verdadero que se manifiesta en y desde nuestro interior, y no en objetos de culto.
Y a Él acudiremos cuan Guía Sabio y Divino para que muestre el sendero a estas Misioneras… Hemos recibido un mandato de su propia voz, expandir su Ley en Bolivia… y si así él lo ha dispuesto, estamos seguras que mostrará la vía y forma justa, en el respeto por los ancestros y la renovación de los tiempos.
¡EN CRISTO Y CON CRISTO… MISIONERAS BAJO LA LEY!