El Buen Gobernante

Aún están en las voces e imágenes de los Medios de comunicación la reciente elección presidencial, que definió al que será el próximo Presidente en Chile. Sea de izquierda o de derecha, verde o rojo, como sea, siempre estará en la esperanza y mirada de las personas que el país donde les ha tocado vivir y permanecer al menos no caiga de la situación actual y, por supuesto, exista un mayor progreso para todos.

Miramos al mundo y vemos países que ostentan sólidas economías con un pasar muy estable para sus habitantes, aunque quizá con una cierta indiferencia por lo que pase al otro lado de sus altas murallas, y la solidaridad de quienes los gobiernan se manifieste sólo cuando “todos la puedan ver”. También, en el otro extremo, hay otros que al parecer no tienen cómo levantar cabeza, porque si la levantan, una bala los puede atravesar, o simplemente viven en la miseria bajo poderes gobernantes dictatoriales y permanentes.

Y nuevamente se nos viene a la memoria ese pasado de Haití que lo llevó a ser el país más pobre de nuestra América Latina. Entonces, no fue el terremoto que lo destruyó, sino que ya estaba por sus suelos el alma y espíritu de sus habitantes subyugados por gobernantes que “reportaban” al Mal.

¿Se podría decir que a los primeros nunca les va a pasar nada, o no sufrirán jamás la ira de Dios? Nadie está libre de esto… se concluye y ve por todos lados que nadie está exento, como si estuviéramos todos echados a una suerte de dependencia de la naturaleza que nos conduce según su propia ley, que el hombre se esmera por estudiar pero que nunca logrará manejar ni controlar…

En estos Tiempos de Tribulación, Cristo nuestro Dios ya está hablando fuerte, pero no sólo para mostrar su enojo por lo alejado que se han quedado muchos Hombres de este mundo de su bendición, sino también porque ya está preparando Su Segunda Venida para así dar paso al buen Milenio de Paz. Entonces nos enseña cómo debiera ser un buen Gobernante, como Salomón el rey Sabio y dadivoso, cuya humildad lo llevó a pedir a Dios sólo Sabiduría para guiar, lo que le permitió conducir a su pueblo en la abundancia y bienestar. Porque ésta Sabiduría puesta en él por la Gracia y confianza de Dios, la emanaba sobre otros reyes, quienes acudían a él por consejo, y por esa palabra Sabia obtenía de aquellos reyes lo que necesitaba para su pueblo. Entonces su pueblo se enriqueció y en obediencia vivió porque en él “Administrando estaba Dios”. Y su pueblo fue numeroso y multiplicado como las piedras y los cedros. A su lado todo aclarado quedaba cuando lo visitaban con dudas y pedían de su Sabiduría, y esa Sabiduría le sirvió para gobernar con extrema Sabiduría. La Sabiduría y bienestar vivían con él, y todo quien lo rodeaba quedaba feliz y agradado.

La Ley de JesúsCristo establece la Comunidad como una forma ordenada de compartirlo todo en la Solidaridad y en la unidad natural de ser hijos del mismo Dios, que nos nutre con Sabiduría y alimenta nuestro cuerpo. Si duda esa buena Comunidad debe tener como Gobernante a un “Salomón” para que nunca nada le falte, porque más que un hecho histórico, este rey vivió una Ley de Vida emanada del Cielo, y por ser Ley de Dios es objetiva y hoy también viene a cumplirse a través de quienes quieran pedir sólo la Sabiduría del Reino, esa que rebalsa en un Caldero repleto de faisanes y manjares en la Mesa de Cristo Jehová. Entonces este bienestar y riqueza es un efecto sustentado y resguardado por Su mano. ¿Podrá estar a merced de los embates de la naturaleza o la ira de Dios?: imposible. Aquí la lluvia… será generoso nutriente, el viento… una caricia, y un temblor… la Voz de Cristo nuestro Dios que nos recuerda que todo está cambiando y sus pasos ya se acercan.

Estos buenos Gobiernos y Gobernantes serán una realidad en el Milenio de Paz; los gobiernos actuales ya tienen sus días contados… aunque se empeñen por permanecer.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *