Sabemos que desde el 21 del 12 del año 2008, según nos Revela el Cristo Vivo y la Madre Sabiduría, hasta el 21 del 12 del año 2012 nos encontramos en una especie de ‘Franja de Tiempo de evolución menor‘, cuya amplia conversión proviene de otro período de transición, entre 1830 y el año 1914. A su vez, ese período clausura un ciclo mayor llamado Primera Dispensación, la cual se abre inmediatamente después del Ascenso de JesúsCristo.
Concretamente, nos declara la Revelación, el Tiempo bajo la Primera Dispensación del Reino: ‘de Rehabilitación y Amnistía’ o también llamada ‘Gracia del Espíritu Santo’ (no porque los Hombres fueran guiados, lo quisieran o no, por este Poder de Dios, sino porque los Hombres DEBIAN aceptar este Magisterio por encima de los conocimientos y poderes del mundo) inicia con el Hecho de Pentecostés y culmina en el pequeño período entre los años 1830 y 1914 (Y en el mismo ciclo hay una Franja Transitoria que copó los días entre 1830 y 1844). Este largo tiempo, de Pentecostés hasta el período 1830- 1914 lo anuncia Cristo al instar a sus discípulos a contabilizar la cantidad de panes y peces repartidos en dos ocasiones: ‘¿cómo no entienden que yo no hablo de panes?’. Cristo pide sumar las espuertas o cestas sobrantes: eran 19. Con eso profetizaba que el primer alimento venido de Su Gracia duraría ese tiempo (19 siglos), y efectivamente se cerró entre las fechas antes señaladas. Según los modos que Cristo enseña a Los Suyos, sus Consagrados, en todo tiempo crucial habrá una ‘pequeña franja de transición’. Por ejemplo: antes de que el Milenio de Paz ingrese y descienda, viviremos las Vísperas, llamadas: ‘Tiempo de Tribulación’.
Se nos Revela que hubo una Segunda Dispensación, llamada ‘De Restauración’, cuya esencia consistió en ‘Restaurar’ el Orden del Sacerdocio entre Los Hombres; y tratándose de una cuestión de Poder, en este caso el Poder que Dios consigna en manos de Hombres Consagrados, hubo una carrera de ‘Poderes’ que se manifestaron en dos grandes guerras y en una época de evidentes avances científicos y tecnológicos, además, como nunca antes proliferan las iglesias y nacen nuevos modos de concebir la Fe cristiana; es la era del expansionismo colonial y del hallazgo de grandes civilizaciones otrora existentes. Este período se cierra también con un ‘pequeño tiempo de transición’: entre el 21 del 12 del año 1984, al 21 del 12 de 1991.
Desde la última fecha descrita -entre 1984 y 1991- se ha abierto el ‘Tiempo de Tribulación’ bajo la Dispensación del Reino llamada: ‘Vísperas del Advenimiento del Milenio de Paz’. Estos ‘Tiempos’ son aquellos que Dios avisa y anuncia a los Hombres con el fin de que seamos nosotros quienes tomemos la medida temporal como norma para nuestra acción, opción, elevación y decisión.
Ahora, para comprender lo distinto y diverso, además de vital, que es la fecha del 2012 debemos aclarar que esta data se halla relacionada con otro cálculo: el Tiempo Cósmico. La Sabiduría nos enseña que hay Cuatro Poderes a los cuales ‘el tiempo’ se sujeta, y cada uno posee medidas propias: 1) Dios (celestial); 2) Cósmico; 3) Naturaleza (Terrenal); 4) El Hombre. Aquello que conocemos como ‘Dispensaciones del Reino’ está ligado a los ‘tiempos de Dios para el Hombre’.
Los ‘tiempos Cósmicos’ son extremadamente largos y difíciles de calcular. Los antiguos sabios pudieron entender los ciclos de la Naturaleza con gran precisión, pero los ciclos del Cosmos son aún un misterio para el Hombre. Aquello que sucede hoy, y llega a una conjunción trascendental, de mutación inevitable, el 21 del 12 del 2012, se ha venido acumulando mediante ciclos intermedio y menores por al menos desde hace doce mil años, pero en su conjunto, según La Sabiduría nos hallaríamos ante un Salto que solamente se verifica cada 64 mil años de la Tierra.
Algunos elementos verificables que se nos revelan, para ir comprobando la magnitud de los eventos de Mutación que ya están moviéndose: el cambio en la posición de los Polos Magnéticos; la variación de y en los giros planetarios, incluyendo La Tierra; emanaciones extraordinarios de energía atómica proveniente del Sol; aparición de nuevos planetas en las cercanías cósmicas, etc. Esto comporta un despertar de fuerzas naturales que conducen a efectos telúricos y alza de mareas; provoca la desaparición de especies y el ascenso de otras que subyacían en los mundos abismales; tiene un efecto radical en el comportamiento humano: los malos serán aún más ambiciosos, codiciosos y malvados…y los buenos buscarán respuestas superiores con mayor ahínco.
Se nos avisa que será el Hemisferio Norte el que más sufrirá con estos cambios, y que la mayor manifestación del traslado de los Polos Magnéticos se podrá verificar en el mar Atlántico, en el Hemisferio Sur. Este conjunto de influencias Cósmicas durará 64 años, desde el 21 del 12 del 2012. El elemento esencial, vital, que mayormente sufrirá, sea por su contaminación subterránea, sea por combinación con los mares, será el agua. El clima no favorecerá la agricultura. A lo largo de los 64 años será América del Sur la Tierra Bendecida, y de ésta sus partes más altas.
¿Qué hacer? Decidir. Optar. El Mayor Poder protector es el primero: Dios. De los Cuatro Poderes es Dios el único que nos asegura Vida Eterna, Permanencia y Realidad fuera de los Tiempos mutables del Cosmos, Naturaleza y Humana. Y la clave la tiene el Hombre en su Fe. Y no estamos abandonados por el Reino de Dios: tenemos a un Cristo Vivo que se halla activo y presente en el rescate de Los Suyos; y gozamos de la presencia de Huestes Cósmicas y Celestiales que sirven a los propósitos del Reino de Dios. Ahora, por medio del Espíritu que habita en todo Ser podemos alcanzar esa Altura que nos coloca por encima de estos avatares temporáneos que se nos avisan.
Nosotros ya estamos bajo La Ley de JesúsCristo, y no somos una iglesia, ni hemos acudido a un Llamado hecho por Hombres, sino por Voz de JesúsCristo, Vivo y Actuante. Y desde esta vivencia advertimos sobre esa floja sensación de ‘tener tiempo’ para la espera, la búsqueda y la creencia libre y siempre muy egotista. Ya no hay tiempo: podemos engañarnos como queramos y seguir prácticas que nos resulten cómodas, pero cuando lleguen esos años de Cambio todo quién se encuentre en su balcón no baje a buscar abrigo, y quién esté en su trabajo no vaya a recoger algo a su casa…porque ante los eventos que viviremos será seguro estar Consagrados y hacer parte de Un Plan Superior… de otro modo seremos los tibios que Dios vomitará.