Pareciera que la bullada crisis económica, al final, ha sido buen pretexto para quienes, se sabe, provocaron el colapso de las finanzas mundiales: despidos masivos, ajustes, cambios y decisiones que nunca antes pudieron ser llevados a cabo, en un plano de normalidad y equilibrio macro-económico. Y sin embargo, declarada la ‘crisis’ toda medida extraordinaria no sólo se ejecuta sin impedimento alguno, sino que parece ser una necesidad, gran parte de la cual es financiada por dinero del Fisco, es decir, de la misma ciudadanía que, paradojalmente, es la que sufre este ajuste envuelto por las sábanas fantasmales de la crisis anunciada.
De igual modo, la ‘pandemia’ de la gripe porcina ha resultado ser una enfermedad menor que las gripes estacionarias invernales, pero la publicidad y la alarma ha colocado a este mal a un nivel comparativo con otras pandemias, esta vez reales, como la gripe española, al inicio del siglo recién pasado. El virus del SIDA ha causado más muertes y daño que la inflada gripe del cerdo, y sin embargo este galopante flagelo jamás ha sido caratulado como ‘pandemia’. Resulta extraño que se hable de altos niveles de peligro con cifras de dos enfermos en Suiza, cinco en otro país y cuarenta en el más ‘golpeado’, en circunstancia que este ‘azote’ dejó de causar muertes y no parece ir más allá que la gripe de las aves, que sí se expandió con peores efectos que la porcina, pero nunca hubo tal alboroto en los medios.
¿A quién interesa elevar la sensación de angustia, inseguridad y debilidad en la población mundial? Mientras se titula en los medios masivos de comunicación que los males avanzan, se relega a un plano casi invisible que el ADN del virus de la manipulada gripe ya fue descifrado en Ginebra y se está a pocas semanas de la creación de la vacuna. Y se sigue insistiendo en la ‘crisis económica más grave de los últimos tiempos’ mientras vemos como los grandes potentados y poderes económicos no tiemblan, sino que usufructúan del fantasma y realizan suculentas operaciones de reacomodamiento. Por su parte, el gobierno de México puso una alarma que no debemos ignorar: desde la inflación del mal porcino a México se le han cerrado todas las puertas, y los mexicanos han sufrido injustas discriminaciones. Pero si ampliamos la visión constataremos que el Estado mexicano ha estado a punto de declarar su ‘quiebre’ debido a la guerra con el narcotráfico, el cual, se ha verificado, ha infiltrado los ganglios del Estado hasta paralizarlo y causar podredumbre en aparatos vitales de la justicia y seguridad de dicho país. México acusó, formalmente, a los Estados Unidos de ser el principal causante de su perdición, debido a que el grueso del mercado de droga en el planeta se halla en dicho país, y del mismo proviene el mayor tráfico de armas a suelo mexicano, y de paso se irradia al resto de América Latina. Tengamos presente que los EEUU han calificado el tema de frontera con México como el aspecto más ‘irresoluto’ que afecta al gigante del norte, y se ha llegado a plantear la necesidad de un cambio en la Constitución norteamericana para permitir que sea el ejército quién resguarde la larga línea fronteriza con México.
¿Tienen los carteles de la droga el poder para manejar una campaña publicitaria que debilite al Estado mexicano? Obviamente sí, y mucho. El dinero de la droga ha comprado jueces, políticos, policías de alto rango, y lógicamente ha sobornado a importantes medios informativos, y sostenido campañas que beneficien sus objetivos. ¿Interesa a ciertos círculos acérrimos en los Estados Unidos que el Estado Mexicano se debilite al máximo para justificar una política agresiva en las fronteras y una aplicación estricta en las medidas de la emigración? ¿Es posible que el potente poder del tráfico de armas, que recibe ingentes ganancias desde México y América Latina, esté detrás del intento por hacer colapsar a todo sistema en México que le impida su negocio y su permanencia?
No podemos creer todo lo que se nos dice por la televisión y leemos en los diarios, y tenemos el deber de usar nuestra visión Macro de la historia y los eventos inmediatos, en modo de no ser nosotros sorprendidos por la red manipulativa que pretende uniformarnos, cuan becerros, detrás de planes perniciosos y demoníacos. Debemos tener mirada profunda de los hechos y nunca dejar pasar los detalles, pues en el análisis objetivo y sin histerias inducidas podemos darnos cuenta de las contradicciones y los datos que arrojan una evidente intención escondida entre tanto grito de ¡ahí viene el lobo!. Tampoco es legítima la opción de la ignorancia: aislarse de todo hecho y noticia y encapsularse en el yo y su pequeño reino subjetivo. Menos debemos sentirnos ‘obligados’ a tomar partido en base a aquello que se nos notifica: también el silencio bien informado permite una buena decisión en el momento adecuado.
Nuestro deber como Consagrados en JesúsCristo, según nos enseña La Sabiduría, es ‘estar en el Mundo, pero No ser del Mundo’. Y ‘estar’ significa no negar; y ‘no ser’ se traduce en no pensar como el Mundo, no decidir desde lo mundano, no actuar para y por lo del Mundo. Y hablamos de ‘Mundo’ no como planeta, sino cuan sistema. Sabemos, y así lo hemos escrito en esta misma página, que el sistema del Mundo es Cainita: esencialmente violento, estructuralmente injusto, potencialmente destructivo. La base del Cainita es la mentira: ¡mentir, mentir que algo queda! Y este sistema Cainita es principado de los Infiernos, y la mayor estupidez que el Hombre puede cometer es, precisamente, negar la realidad de los poderes facticos del Demonio.
Es hora de hablar las cosas como son: lo Mundano y la necesidad de ‘estar y sí ser del Mundo’ puede vestirse de religión, de cultura, de moda, de civilización… pero para cumplir en plenitud con ese objetivo se requiere negar a Dios, porque el ‘Reino de Dios no es de éste Mundo’. Eso quiere decir que lo Divino en el Hombre no se halla en las cosas o en lo temporal, o en el poder mundano, o en el triunfo mezquino de la carne y la materia, sino que se alcanza y logra solamente Por y En Espíritu. Ni por riqueza, ni por deseos de abundancia, ni por prosperidad mundana se alcanza el Reino de Dios, sino por Espíritu, Relación Personal con Cristo, formación y renovación del saber que proviene de La Sabiduría del Espíritu Santo, y por la meta trascendente de ‘alcanzar la Voluntad del Padre para colocar por obra Su Designio‘. Desde este objetivo estratégico la Carne, la Mente, las cosas, los Afectos y Emociones, los Dones y Talentos, la Familia, la sexualidad, lo social y colectivo…el Mundo… toma un cariz, una razón y un rol distinto. Entonces sí estamos en el Mundo, pero no somos del Mundo. Es una cuestión de orden prioritario, es un asunto de establecer por y en conciencia el gran objetivo de la propia existencia, es algo tan simple como decidir si es la carreta o el caballo quién debe ir adelante.
Desde este Orden, un Consagrado no deja de estar en el Mundo, pero su visión de cómo el Mundo maneja su sistema Cainita y hace de la mentira su esencia, permite a éste darse cuenta de cuántos hilos manejan la pantomima del engaño, hasta parecer tan evidente y escandaloso… que no logramos entender a quienes siguen corriendo al grito de ¡el lobo, el lobo!
¿Qué han hecho las grandes religiones ante los avisos insistentes de crisis y pandemias? ¿Han llamado a detener las guerras, acallar las armas, y se han unido en una Oración a Dios para que nos salve de la bestia que nos acosa? Nada de eso: o callan, o siguen llamando a guerras santas, o se enfrascan en campañas para recolectar el 1% del dinero de sus distraídos creyentes que sus arcas requieren con urgencia, o participan en política y hacen parte del sistema Cainita, entregando a este nefasto régimen mundano aquel halo de ‘justicia’ y sometimiento que los demonios requieren para gobernar el Mundo. Pero hay peores: quienes levantan ‘cultos de prosperidad’ que ven en la supuesta crisis económica una gran oportunidad para comprar y hacerse ellos potentes y bien asentados en los huecos del Poder. Pululan las ‘iglesias de la abundancia’ que centran el beneficio de la fe en la cantidad de medios y dinero que reúnen para sí mismos, y ofrecen testimonios de cómo hacerse ricos debido a la participación en estas iglesias del dinero y la fanfarronería. O de verdad no hay tal pandemia, ni algo parecido a la crisis económica, por lo mismo sí se puede seguir centrado en adquirir poder particular…O de cierto hay tales males y las religiones hacen parte de su manipulación mediante el silencio y el espejismo. Lo cierto es que desde la visión Macro de quienes NO somos de este Mundo y sí estamos en éste con Conciencia y con la Fe Viva, no logramos diferenciar al malvado que gana con el miedo y la inseguridad, de aquel que distrae al Hombre con ilusiones y quimeras de milagros y abundancia que lo somete aún más al sistema de Caín y lo aleja abruptamente del Dios Vivo.
Hay eventos muy graves que amenazan al planeta y a toda la vida en este mundo: de eso no se habla, no se hacen campañas, no se llama la atención y solamente el buscador, la persona inquieta y de espíritu investigador, escudriña e indaga debajo de las capas superficiales; pero la gran mayoría se alimenta de aquello que la mano mora y perniciosa le extiende desde las sombras.
Hay pestes que son lapidarias: la pedofilia, el abuso de niños, la explotación de niños esclavos, la manipulación de niños guerreros, la venta de niñas y niños para el comercio sexual… Esa pandemia humana se esconde, no merece campañas, y mejor no dar mucho énfasis a las noticias que de tanto en tanto escapan de control. Hay males que nos amenazan en nuestra propia existencia: los polos se derriten ante nuestros ojos… y aparte de constituir una noticia casi folklórica, no hay ningún llamado sobre ese lobo que ya nos come la casa y nos está dejando sin sustento. Se hacen experimentos abominables, extremadamente peligrosos para la existencia del Hombre… y si algo escapa de la cortina hermética que debe impedir su publicidad, rebajamos su calidad a un simple ‘rumor’ o a una especulación, o lo circunscribimos a las ‘notas curiosas’ que se caen de un suplemento. Pero todos corren cuando la campaña dirigida avisa que el lobo feroz nos quiere morder los calcaños…y nadie hace caso a la bestia que nos socava la base sustancial de nuestra existencia.
La Consagración es Conciencia. La ‘creencia’ es un modo de ignorancia inducida. Porque el ‘creyente’ cree lo que quiere creer, y es fácil de manipular para que crea en lo que los supremos de este Mundo quieran que crea. Por eso Cristo, el Dios Vivo, ha ordenado para este Tiempo: ‘Consagrar creyentes’. Eso quiere decir que el Hombre de Fe debe Consagrar su creencia y colocarla en Manos de una Autoridad Divina, que no es humana, ni es de este Mundo. Entonces los creyentes alegan que ya tienen la palabra de la Biblia para ser orientados, o que ya pertenece a una congregación o iglesia. Nuestra respuesta es que eso puede ser bueno, necesario en algún caso, pero aún es forma carente de contenido sin la Relación Viva y Personal con el Cristo que Habla, Razona y Conduce a la Voluntad del Padre; que nada de cuanto somos y hacemos es realmente Voluntad de Dios sin el Discernimiento de Sabiduría del Espíritu Santo: un Espíritu que no permite resguardos y gerencias intelectuales del Hombre sino que en su Paz enseña lo nuevo y, precisamente, nos entrega La Visión de Dios sobre este Mundo.
La Conciencia que La Sabiduría despierta y Revela en el Hombre no es la conciencia humana, sino la Vivencia del Espíritu y la vivencia de Dios en Uno. Y no hablamos de cosas supuestas o de experiencias abstractas, sino que damos testimonio del Cristo que hemos Visto, Vivido, y del cual hemos recibido ordenamientos, sentencias, advertencias, llamados y revelaciones. Y es que no puede ser de otro modo: si el Mundo se ha enconado en su maldad y perdición, y el principado que lo rige ha acentuado su carrera por la destrucción, el Reino de Dios no podía, no puede, quedar impávido y lejano, silente y sin juicio, sujeto a unos cuantos Hombres religiosos que hablan en su nombre; el Reino ha descendido y se ha manifestado… ¿Qué diría Ud. si leyera que Dios habló para este Tiempo y entregó llaves para que todo creyente se Consagre y alcance un puesto en el milenio de paz que está en cierne?
Es nuestro deber aclarar que sí existe una crisis, y toca lo económico, y sí galopa una pandemia, y tiene variadas formas, pero no es el lobo que nos presentan para asustarnos… sino que debemos cuidarnos de los pastores que sueñan con ovejas sin discernimiento, y el ovejismos que nos llama a que apacentemos y creamos en todo sin nada entender, sin conciencia y con una extrema indulgencia e insensatez de parte nuestra. Debemos colocarnos de parte de Dios, y subir al estrado de la Consagración para desde esa altura distinguir la verdad de la mentira, y cumplir con el rol que el Reino quiere de Los Suyos en estos días de confusión y espejismos.
del director