Como un joven consagrado «vive en el mundo sin ser del mundo»

Soy una joven consagrada de 16 años, me gustaría darles mi testimonio de cómo un joven lleva la consagración en el mundo sin ser del mundo.

Yo conozco este camino desde hace diez años, es bastante tiempo, pero a pesar de esto no es fácil ser coherente con esta opción de vida, sobretodo a mí edad, ya que en la adolescencia comienzan a aparecer desafíos y tentaciones.

Por el hecho de llevar tiempo en la consagración uno va adquiriendo u/o aprendiendo valores muy importantes, los que el común de los jóvenes no tienen, y si los tienen, no les importa mayormente transgredirlos, he ahí la diferencia de un consagrado, porque tengo conciencia del bien y del mal, esta conciencia, efecto de mi vivencia, es de las cosas que me hace ser diferente a los demás, esto, a veces no es fácil de enfrentar. Hay momentos en los que te cuestionas si realmente vale la pena darlo todo por este camino, es ahí cuando me he dado cuenta que esos sacrificios no se comparan con los que Cristo hizo por nosotros.

A veces quisiera ser como los otros jóvenes, mas, también me doy cuenta que vivo los mismos procesos de todo adolescente, solo que tengo otra manera de enfrentarlos, como por ejemplo; la gran mayoría de los jóvenes fuman o se ven tentados a hacerlo, yo no lo hago, no por la ética o la moral común sino, porque soy conciente de que al hacerlo, daño mi cuerpo que es el templo de Cristo en quien he fijado pertenencia.

Es por esto, que puedo afirmar que la vida en este mundo para los jóvenes consagrados, no es fácil, pero si es reconfortante, cuando tienes plena conciencia de que estás haciendo lo correcto y que vale la pena darlo todo por este camino.        

Belén Gómez Espinoza

Consagrada En la Ley de Jesuscristo. Bautizada Bajo Sacramento.