¿Qué buscas… la religión perfecta? Y tú… ¿dónde vas?

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La polémica en torno a la religión más y mejor representativa del ‘cristianismo’ suele ser consecuencia de acalorados debates y esmero inusitado por fijar diferencias que alcen a cada fracción como a la más auténtica y veraz. 

Nuestra postura es que estas diatribas parten de una base errada, pues toda  religión tradicional  es una componente cultural, política y estructural de la sociedad, del Mundo, y aún tratándose de asuntos que involucran lo divino y doctrinas de fe, el sustento sigue siendo mundano, ideológico y pleno de intereses sectarios.

La real encrucijada, el verdadero punto de quiebre se halla entre la Religión y la Vida y Camino Espiritual. La religión acepta la Vida espiritual en el interior del ordenamiento religioso, mientras que el Camino Espiritual sin atadura de una institucionalidad del Mundo postula a una religiosidad humana  en directa relación con Dios.

Para sostén de su jurisprudencia el cristianismo protestante posee su fundamenta en La Biblia; mientras que el catolicismo basa su judicatura en el sistema vaticano y el rol infalible del Papa.

Ambas corrientes religiosas coinciden en el rol de ‘La iglesia’ como amalgama y magisterio del mundo creyente. Fuera de ‘la iglesia’ y su constitución el ‘cristiano’ pierde su orden y esencia. Es esta institucionalidad aquella que garantiza la salvación del que cree y hace parte de sus filas.

El apego a La Biblia cuan ‘única palabra de Dios’, vista y analizada como un texto unísono coloca al protestantismo ante una contradicción sustancial con el apóstol Pablo: 1) que la Nueva Ley de Vida en Cristo supera la antigua ley; 2) que el antiguo sacerdocio y sus formas rituales y de culto no son aplicables en la Nueva Condición después de Cristo; 3) que seguir insistiendo en la muerte como predominancia sobre la vida es desconocer la Resurrección de Cristo; 4) que la majadería  en la ley inexorable del pecado por encima de La Gracia es negar a Cristo, pues desde Cristo el Hombre no nace en pecado sino que se hace a éste; 5) que desde Cristo  el sacerdocio se halla desde el Bautismo hasta la línea perpetua del Orden de Melquisedec. Es decir, no puede haber un orden real apegados a dos leyes, la antigua y la Nueva. Así, reconociendo a Cristo (Nueva) se proclama que los muertos son muertos (como lo afirma la vieja ley) y deberán esperar el ‘Juicio Final’ (antigua) y desconocen que ‘muchas instancias tiene el Padre’ y que vencida la muerte por Cristo todos obtenemos vida por la Fe en Cristo.

En los bíblicos hay serias negaciones de la Nueva Ley porque al considerar La Biblia como un texto único y uniforme caen en serias contradicciones, porque quién se basa en dos leyes termina por rebajar una y relativizar la otra. Ni fríos ni calientes… Mientras el antiguo testamento establece la Ley de Dios al pueblo de Israel antes de los Hechos de Cristo, los Evangelios, Hechos y Cartas –y Revelaciones- nos muestran la Nueva Ley para el Hombre, o sea, al decir de Pablo: desde Cristo Israel somos todos. Dos Leyes, dos Tiempos, dos Generaciones (desde el punto de vista espiritual)

El punto de la Calidad del Cristo es  lo que define todo: escuchamos de los pastores protestantes que el intermediario a Dios es el Hijo, Jesús, el hombre, quién murió en la cruz por nuestros pecados y venció a la muerte en su resucitación y se glorificó en su acto de sacrificio. Sin embargo Juan desmiente sustancialmente esta calidad de Jesús cuan ‘hombre’ intermediario… Es el Verbo, y estaba con el Padre desde los inicios, y por el Verbo todo fue hecho. Y en el Libro de Revelaciones se nos presenta cuan Elohim adorado por Elohim (24 ancianos de los Días). Ahora, si seguimos los Evangelios como Nueva Ley, que supera la anterior, debemos aceptar que Cristo es Dios, y que la sola figura de Jesús, el hombre, es una reducción mañosa, y apostata de la real Calidad de JesúsCristo. Y si aceptamos a Cristo como Dios encarnado en Jesús mal podríamos afirmar que la Salvación consiste en sacrificio de sangre humana y resucitación, pues eso es Efecto, no Causa. La Causa sigue estando impostergable y objetivamente en los TRES DIAS de los HECHOS en que el Dios Verbo desciende a los infiernos y provoca el Cambio real que luego nos lo entrega a los Hombres cuan Gracia. Siendo Dios no es ‘intermediario’ sino que ‘el único camino al Padre’ y todo quién conoce a Cristo ya ha visto al Padre, porque el Padre y Cristo son Uno. Por lo mismo: nadie alcanza al Padre si no es por Cristo.

Parece sutil, pero es importante. No es lo mismo proclamar una enseñanza o sostener un culto en torno a Jesús, que uno basado en Cristo. El primero siempre alzará a un hombre, santo, excepcional, pero humano. El segundo colocará la calidad Divina de la encarnación en Jesús. Y es la calidad de Cristo en donde hoy se diferencia la Fe de quién se dice ‘cristiano’. Porque si reconocemos a Cristo como al Verbo, a Dios, tenemos el deber de re-leer los evangelios bajo inspiración y discernimiento santo, espiritual, porque es Dios quién Habla y Enseña. Y si decimos que Jesús es el hombre hijo de Dios… bueno, es un maestro al cual hay que interpretar y cuya enseñanza se puede desmenuzar para tomar aquello que cada uno quiera. Lo de un maestro el Hombre lo toma como lo de un maestro… pero humano siempre. Lo de Dios el Hombre debe entenderlo desde el Espíritu, para cosas espirituales y ordenar su vida concreta en base a lo espiritual.

La razón de una ‘mayordomía espiritual’ es aquella de enseñar al creyente los medios, herramientas y armas que todo Ser de Fe debiera adquirir para establecer su ‘Relación Personal con el Cristo Dios’, y es tarea de todos enfrentar a la muerte como una gran oportunidad de recolección: cosechamos lo que sembramos, y eso nos pone ante la responsabilidad de saber optar y hallar La Voluntad del Padre. Pero si en lugar de dirigir, enseñar y ejercer mayordomía para que toda persona alcance su Consagración, una iglesia, una religión, una secta cualquiera, pretende mantener encarcelados a sus integrantes bajo rituales repetitivos, sin conciencia, y amarrados a las faldas de sus túnicas para ser salvos… nos encontramos ante una realidad opuesta a la Libertad que Cristo proclama.

El Hombre debe ser puesto ante el Camino de la Fe, y debe entender que el Bautismo no es, ni puede ser, una norma ritual para fijar pertenencia eclesiástica o grupal, sino que es y debe ser el Sello de Fe que establece Pertenencia al Reino de Dios. Y eso lo compromete, lo insta a la responsabilidad, y abre ante sí un Camino hacia La Conciencia. Escuchamos de los teólogos católicos que los actos de culto y sobre todo los rituales sagrados- como los sacramentos- deben repetirse constantemente porque en su repetición está la purificación de un Ser esencialmente pecador.  Esta concepción se ciñe en estricto al viejo sacerdocio de la ley farisea que justamente en el Tiempo antes de Cristo se hallaba atada al pecado, en efecto, y en la repetición yacía la purificación. Pero eso con Cristo ha sido superado: ahora los ritos, cultos y actos de Fe son para elevar la condición del Hombre que ha sido liberado del pecado y en la Fe debe ir en pos de la Voluntad del Padre. Los sacramentos son con Cristo un elemento divino en los cuales interviene el Reino en forma directa sobre la Fe y Verdad del Consagrado, y el objetivo de los sacramentos Cristicos tienen una meta superior: la divinidad del Ser una vez que éste abandone su Carnalidad y materia…’dioses sois’.

¿Qué buscas… la religión perfecta? No existe. Toda religión por ser humana es imperfecta, y toda religión por ser del mundo debe dar respuestas a lo mundano.

Para hallar a Dios el Hombre debe partir de un hecho irrefutable: morirá. Y eso lo conduce al camino de vida que hará. O vivirá el desenfreno de una vida única que no tiene esperanzas; o vivirá haciendo rituales para limpiarse del pecado porque Cristo no vino; o vivirá con el peso del Juicio Final y deberá dormir en la nada en tanto es despertado para su sentencia; o muere y muere, y si hay algo divino lo debe vivir aquí y ahora… O se entera que Sí Cristo, el Dios de los Hombres,  vino y ejecutó la revolución de Vida más importante, y que por dicha Gracia la muerte ya no es un sino, y que Consagrándose no sufrirá la muerte sino que pasará por ésta, y que por sembrar en esta vida la Fe en Cristo y anhelar la Voluntad del Padre obtendrá frutos de Gloria,  y de Vida Carnal pasará a Cuerpo Espiritual, porque es Ley de Vida La Resurrección.

¿Qué buscas? De todo lo que buscas nada es importante y mucho es ilusión. Morirás, y debes colocar la resolución de tu vida para llegar a ese punto inexorable según lo que has fomentado. No pierdas tiempo: la muerte podría estar a media hora o a la vuelta de la esquina. No creas que este punto vital es destructivo, todo lo contrario: la muerte es dolor para quién carece de Fe en la Ley de Vida, por lo mismo es que debemos explicar esta Ley de Vida y no desviar al Hombre por tantos vericuetos que lo extravían de sus decisiones trascendentes. ¿Para qué vivo en este cuerpo y en este mundo? ¿Cuál es el Plan del Padre en mí? Y son esas respuestas las que mejor nos preparan para seguir vivos. Porque en Cristo seguimos vivos: de Cuerpo carnal a Cuerpo Espiritual… con plena Conciencia de nuestro Ser. Una pastora protestante decía en una entrevista a Cnn en español: ‘los muertos están muertos’ y citaba un pasaje del antiguo testamento. De esto hablamos: la religión coloca al Hombre con la espalda a la pared para luego presentar a su propia iglesia como único remanso de salvación.

‘Juicio de muertos y juicio de vivos’: no se  habla de muertos carnales, porque si Dios fuese un hombre diría cosas ligadas a la materia, pero como es Dios habla de aspectos espirituales. Muertos son todos aquellos que no reconocen a su propio Espíritu (Dios en ellos) e incluso viven en el mundo y dependen de los sentidos y de los dioses del Mundo. Son muertos. El muerto que ha vivido muerto en este mundo, seguirá muerto en otro estado de existencia… es muerto. Solamente la unidad del Espíritu que habita en el Hombre con Su Creador, con Dios,  hace que el Ser dé un Salto de Vida, y haga parte de los Vivos, y aún si muere en  la carne tendrá algún nivel o instancia de Vida.

El Camino Espiritual de La Consagración es un medio, no un fin, para lograr resolver los asuntos esenciales de la Vida y superar la muerte: porque solamente cuando el Hombre alcanza al Cristo Vivo, y bajo Su Conducción se esmera por alcanzar la Voluntad del Padre… obtiene La Vida… y la muerte no prevalecerá. La promesa de Vida Eterna no es quimérica o inalcanzable… es real y el Hombre de Fe la puede lograr haciendo de su existencia carnal, aquí y ahora, una Siembra para Cosechar Vida. Todo el resto es pérdida de tiempo precioso, y nube de humo para extravío de los incautos.

De paso respondemos a una demanda perniciosa que se repite: ¿Son una secta?  Entendemos el ‘lugar común’ al cual se refieren. Porque la palabra secta es ‘partido’ ‘partidismo’ ‘parte o parcela de algo mayor’ Y ‘secta’  se llamaba a los grupos religiosos, incluyendo a los cristianos. Secta es toda orgánica que separa de un todo para aunar en exclusivo.  Las iglesias son sectas, en este sentido. Nada de malo hay en la calificación. El lugar común entiende ‘secta’ como un grupo de fanáticos que se apartan del mundo y que siguen a un gurú loco, etc.etc.

No respondemos a estas sandeces: llevamos once números de esta Revista y todo sigue estando en archivo y pueden ir a leer, si quieren; tenemos una debida Personalidad Jurídica y un Sacerdocio declarado y debidamente inscrito como Ministros de Culto. No tenemos’ iglesias’ porque sería incoherente con nuestros principios aquí enunciados ampliamente. No somos ‘religión’ porque no amarramos al Hombre sino lo liberamos en Su Relación con Cristo, y nuestra Mayordomía tiene fines claros, propósitos y metas. ¿Eso quiere decir que cada uno hace como le parezca en esta Siembra? No. El Orden no es institucional, sino Espiritual. Sin práctica espiritual no hay Orden.

También estas perogrulladas que tanto se ocupan de cosas superficiales y aparentes hacen parte del volador de luces que desorienta y enceguece. Justamente para no perdernos en esto de las religiones, interpretaciones y formas es que planteamos asuntos vitales que están con nosotros día a día… Vives ¿para qué?  Mueres ¿dónde vas?

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